CAPITULO 4

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¡Mierda, mierda, mierda!

¿Qué había hecho?

Apartándose como si MinGi fuera una barra de hierro ardiendo, YunHo se sentó a un costado, confuso y terriblemente mareado. El alma se le había caído a los pies mientras repasaba todo lo sucedido.

¿Acaso había malentendido las señales de MinGi?

Desde su perspectiva parecía disfrutarlo, pero, eso no quería decir que quería llegar a más. Aún con su celo muy presente y activo; había límites.

¡Demonios, se había dejado llevar!

Estúpidas hormonas alfas y estúpido enamoramiento que lo hizo desear más de lo debido.

- Yo...lo siento, MinGi – balbuceó al darse cuenta que no había dicho nada. Nada para disculparse de su error. Su voz sonó trémula, presa de la culpa – Lamento haberme aprovechado, pensé que lo estabas disfrutando y querías.... – negó – Me iré ahora

MinGi lo escuchó a medias. Con la cabeza revuelta de deseo y hormonas, junto al pánico por su secreto casi descubierto; las palabras llegaron amortiguadas a él. Su cerebro las procesó lento, el remordimiento comenzando a golpear tan pronto las comprendió.

¡Esplendido MinGi! ¡Fantástico! ¿Y así querías ir a tu cita y superar tu miedo?

Se encogió ante el sarcasmo de su cruel consciencia, mucho más al notar que YunHo le daba la espalda todo acongojado. No le gustaba verlo así.

Tampoco sus palabras.

¿Aprovecharse?

Con un jodidos, si no fuera por su enanito del jardín, él feliz lo habría dejado continuar.

¡YunHo prácticamente le había frito la cabeza con ese beso!

Podría estar en su celo, pero aún tenía la suficiente cordura para diferenciar el efecto de sus hormonas y un beso ardiente; y ese beso jodidamente clasificaba como uno. Jamás alguien lo había besado con tanta entrega, y mucho menos pensó que YunHo se estaba aprovechando de su celo. De hecho, quería más. Más de sus labios de ser posible, si podían evitar su pene -granito de arroz-, mejor.

Por él, besaría a YunHo hasta el día siguiente.

Pero, ¿cómo?

Le había dicho que se fuera. Que se fuera por su maldito complejo.

¡Todo por su puñetero pene microscópico!

¡Agh! Pero si le pedía que se quedara, estaba seguro que con su celo no llegarían solo a besos. No era TAN ingenuo. No era TAN resistente. No frente a YunHo...

YunHo era atractivo, eso saltaba a la vista, pero también era su mejor amigo. Alguien que le había dado su apoyo en todo momento y ahora...supuso que eso mismo estaba haciendo, ese pensamiento desesperanzándolo hasta cierto punto.

Pero, ¿qué esperaba?

YunHo era su amigo. Punto.

Un amigo ardiente, bien proporcionado y alto, que seguramente tenía un armamento igual de alto que dejaría el suyo reducido a una minucia y...

El absurdo tren de sus pensamientos se detuvo de golpe cuando YunHo hizo el amago de levantarse, el pesado silencio haciendo mella en su amigo. Sin darle un pensamiento, MinGi aferró la camiseta contraria impidiendo todo movimiento.

No quería que YunHo se fuera, esa verdad ardiendo en su pecho con la fuerza de mil soles.

Quería que se quedara. Que lo besara. Que...

Alfa Acomplejado [YunGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora