VAS A ODIARME

Capitulo I Premio de honor

Cuando Amelie recuerda su infancia lo hace con cierta tristeza, siempre presionada para ser la mejor, siempre a la defensiva cuando se trataba de él.

Azael Montull el chico de la familia rival, siempre compitiendo por ser el mejor, nunca le dejo las cosas fáciles Amelie, sin embargo mientras los años pasaban y ambos iban creciendo, desarrollaron una especie de atracción, cada que estaban juntos la tensión era demasiada, pero ninguno dio el brazo a torcer.

Y aqui estaba en su último día en el colegio Michelet, cada fin de curso se premiaba al estudiante de honor, Amelie estaba casi segura que sería ella la que obtuviera tal honor, ya que durante años se habia esforzado para poner en alto el nombre del colegio siendo la mejor alumna, bueno una de los mejores ya que Azael habia sido un contrincante formidable siempre empatando junto a ella, pero esta vez la cosas serían diferente seria solo ella la que obtuviera el reconocimiento no más Amalie Larrea y Azael Montull primer lugar de aprovechamiento estudiantil, estaba cansada de ser igualada con él, ella era mejor siempre lo habia sido y por fin lo reconocerían.

Miro a su lado, ahí estaba el con el uniforme tan pulcro como era de esperar y le sonrió con burla, ahhg como odiaba esa sonrisa, tan linda que le daban ganas de vomitar.

Soltó un gruñido y se incorporó en su asiento, hoy le restregaría en la cara que era mejor que el, solo tenía que esperar.

Ella recordaba que no siempre fue asi, no siempre hubo tal revalidad entre ellos, entre sus familias, se podría decir que antes eran aliadas, ambas gobernaban la ciudad, todo se fue al carajo cuando el anciano de la familia Montull falleció y dejo en manos de su hijo mayor la empresa y este quiso quitarle un contrato muy grande a la empresa de Mama, mi madre y tíos tomaron esta acción como una declaración de guerra.

Y desde entonces hemos competido al igual que nuestros padres para demostrar quién es el mejor, lamentablemente antes de esa pelea, zael y yo éramos amigos inseparables y de pronto todo cambio nos prohibieron acércanos el uno al otro, durante un tiempo eso no influyo en nuestra amistad seguíamos siendo meli y zael, pero las cosas no podían ser perfectas discutimos por quien de nuestros padres tenían razón y no volvimos a dirigirnos la palabra más que para insultarnos o molestarnos, mentiría si dijera que no extraño como eran las cosas antes de la pelea, ¿si ellos no hubieran peleado las cosas entre ambos serian diferentes? ¿podríamos ser dos adolescentes normales? ¿estaría bien que el me gustara? ¿yo le gustaría a él?.

Que estupideces estoy pensado obvio que no, yo no soy el tipo de chica que le gusta a él, no soy rubia, ni tengo un cuerpo de infarto como las porristas, tampoco salgo mucho de fiesta, ni soy tan liberal como ellas.

No estoy diciendo que no soy atractiva solo soy lo opuesto a aquellas chicas que se han ido a la cama con él.

Cabello castaño cobrizo, ojos de un gris oscuro, cuerpo tonificado pero voluptuoso, nada comparado con sus delicados cuerpos delgados.

Tan poco es como si me faltaran los pretendientes, solo que ninguno me llega a gustar o despertar el interés en mí.

El sonido de aplausos me saca de mi ensoñación.

- Como todos ustedes saben hemos sido afortunados de tener a dos excelentes alumnos durante estos años, pero solo uno de ello logro alcanzar el máximo reconocimiento - mis manos sudan ante le expectación

- Démosles otro fuerte aplauso por su esfuerzo - sentí un apretón en mi mano izquierda, que me hizo sobresaltar, era zael, y me miraba con una calma, sus labios articularon la palabra tranquila, y por sorprendente que parezca eso me aligero.

Me soltó la mano y dirigió su vista al frente como si eso nunca hubiera pasado, lo mismo hice yo.

- Bien es hora, el premio de honor de este año es para - dios porque la hace de emoción - Amelie Larrea, felicidades Amelie te has esforzado mucho, en hora buena. - Mis amigas gritan de felicidad, pero no podía creerlo aún, al fin le gane, al fin demostré que era mejor que él.

- Sabíamos que serías tu MELI - grita regina desde abajo sacándome de mi transe, me levanto y me dirijo al frente, saludo a la directora Rosa quien me entrega el micrófono

- Gracias directora Rosa, estoy muy feliz, y debo agradecer a todos los que me apoyaron y en especial a zael que hizo que sacara lo mejor de mi durante estos años sin él, nunca me habría esforzado como lo hice, y que todos tengan unas felices vacaciones y los extrañare chicos mucha suerte, que un les falta recorrer un largo camino.

Todos saltaron en vítores pero mi vista estaba puesta en zael que me miraba con felicidad, eso me descoloco, ¿estaba feliz de que le ganara? No lo creía hasta que estuve lo suficientemente cerca e hizo algo que me paralizo, me abrazo.

- Felicidades meli, te lo mereces y no te odio nunca lo he hecho - me susurro para despues desaparecer entre la multitud.

Lo seguí con la mirada hasta que no lo vi más, me dejo estupefacta, jamás me habia sorprendido de tal forma, no sabía que decir o pensar esa hubiera sido una buena despedida, ojala hubiera sido nuestra despedida.

¿Qué habia sido eso?

- Aquí está mi mejor amiga ahora ganadora- me abrazo regina, yo la rodee con mis brazos - dime que lo viste - susurre

- ver qué? - hice una exhalación lenta

- Nada - la tome de la mano - vamos a festejar - caminamos al estacionamiento -tienes algun plan?

- Podemos salir con Gael de antro- sugirió, parecía buena idea ademas era muy cool su novio

- Me parece genial - subimos a mi auto - vamos de compras? -sugerí aun no quería volver a casa

- Dios si! No tengo nada que ponerme, tenemos que estar a la altura de la celebración.

- Uno no se gradúa del instituto con honores todos los dias - dije con diversión mientras ponía en marcha el auto con dirección al centro comercial.

Solo quería alejarme lo más rápido posible de ahí, no quería admitirlo pero aquel abrazo había removido sentimientos que prefería ocultar.

NOTA: Esta es mi primera historia, y hace unas horas no tenia contemplado escribir una, surgio debido a un terrible sueño que no logre sacar de mi mente. No seas duros conmigo.