No Estoy Sola [HISTORIA SIN TERMINAR]

17. Un Día Poco Feliz

LALI:

El reloj marcaba las 00 horas de un 24 de agosto. Era el cumpleaños del amor de mi vida y acá me encontraba, en mi habitación, marcando para ser la primera en saludarlo. El celular sonó dos veces y al tercer tono escuché su voz.

¿Alo? - dijo.

Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumpla mi bomboncito, que los cumpla feliz... - canté. No fue necesario verlo para saber que estaba sonriendo. - FELIZ CUMPLEAÑOS MI AMOOOR - le dije con entusiasmo.

Gracias mi amor - me contestó - me encantaría que estuvieras acá - hice puchero inconscientemente.

A mi también me encantaría - susurré. No había podido ir a su casa porque estaba castigada, debido a una mala calificación en el examen de matemática, pero ya mañana iría al festejo. - Pero mañana me vas a tener que bancar porque no pienso despegarme de vos para que tengas el mejor cumpleaños de todos - dije con alegría y lo escuché carcajear.

Te amo tanto - dijo.

Yo a vos mi amor - le contesté - ¿Estas con tus papas?

Si, una aburrida cena familiar - dijo sin ganas - ya me estaba yendo a dormir pero ahora que te escucho quiero quedarme hablando con vos - sonreí, era el mas lindo de todos.

Si, si todo muy lindo, pero mañana hay que ir al colegio - dije como madre mandona,a lo que él rió.

Uy que mala onda mi amor - me reprochó y yo carcajee.

Nos vemos mañana cumpleañero - dije divertida - Feliz cumple - lancé un beso - te amo.

Nos vemos preciosa, te amo más - eso fue todo lo que dijo para después cortar la llamada y lograr que me duerma con una alegría inmensa, una gran sonrisa y un amor tan profundo que solo podía sentir por él.

***
Era una fría mañana de agosto. Bastante fría, diría yo. Mis ganas de ir a la escuela no eran muchas pero debía ir para estar con Peter. Aunque...podría decirle que venga a dormir conmigo. No Lali, no, papá no te va a dejar, me dije a mi misma. Conté hasta tres, tomé mi uniforme y corrí directo al baño para darme una ducha caliente que me quite el frío de encima. No había dormido muy bien por no haber hecho caso y poner una frazada más en mi cama cuando mamá me lo dijo, pero no me importaba porque estaba enojada con ella. Encendí la ducha y la lluvia que caía de esta reconfortaba cada parte de mi cuerpo, me relajaba. Estaba disfrutando de esta pequeña ducha mientras tarareaba una melodía. Oh, una especie de película vino a mi mente. Sonreì por eso; esa seria una de mis nuevas creaciones. Estaba muy concentrada, hundida en mis pensamientos, cuando un estruendoso golpe en la puerta se hizo presente.

¡LALI! ¡APURATE BOLUDA, NO SOS LA ÚNICA QUE QUIERE USAR EL BAÑO! - escuché los gritos de una Ani completamente molesta. Bufé molesta. La tranquilidad se había disipado. Envolví una toalla en mi cabello, sequé mi cuerpo y me vestí de forma apresurada para no perder el calor que había dejado la ducha sobre mi cuerpo. Cepillé mis dientes rápidamente y salí del baño.

¿Contenta? - le pregunté a Ani. Ella revoleó los ojos y entró al baño a toda prisa. Mire el reloj y, sorpresivamente, aún era temprano. Tomé mi mochila y baje a la cocina. Mis papas estaban desayunando. - Buen día - dije de mala gana. La mañana no había comenzado muy bien para mi gusto. Sin embargo, no dejaría que nada opaque este día que planeaba que sea, realmente, lindo.

Buen día - me contestaron al unísono. Tomé algunos mates con ellos en completo silencio.

¿No pensas hablar? - preguntó papá. No obtuvo respuesta. - ¡Vamos Lali! Ya no tenes 5 años - reprochó pero seguí sin emitir sonido. Él bufó cansado.