Zackary Frigerio
-¡Lo hemos hecho!-el pecho descubierto de Madison aun subía y bajaba rápidamente.
-A sido solo una ronda la noche es joven.
-En ese caso-Madison se incorporó encima de mí- No perdamos mas el tiempo.
Sus labios se juntaron con los míos en un delicado beso, sin apuros y nada violento pero si excitante.
Un pitido provino de la entrada de la habitación.
-Zack-Aiden y Luke se dieron una mirada de complicidad- ¡Mierda no vimos nada!-aseguro el segundo.
-Par de idiotas salgan de aquí.
Luke fue el primero en abandonar la habitación- Lo sentimos les aseguro que no vimos nada- Aiden seguía con las manos cubriendo su rostro-Gusto en saludarte Madison.
No pude evitar que una sonrisa se ensanchara en mi rostro
-Son unos idiotas-Madison me veía de reojo, sus mejillas estaban rojas como un tomate.
-Mierda- dijo en voz baja.
-Bueno en que estábamos.
-¡Zackary!
-¿Qué?
-¡Quieres seguir follando sabiendo que tus amigos acaban de vernos!
Me encogí de hombros-¿Que tiene de malo? Créeme me han visto hacer cosas peores.
-Como sea.
Madison volvió a besarme y la noche transcurrió igual que antes sólo con sus gemidos de fondo y una que otra nalgada.
En la mañana me desperté con ella a mi lado. Aún estaba desnuda y dormía tan tranquila como si hace unas horas no se hubiera estado atragantado con mi polla en su boca.
Me levanté de la cama tan lento a modo de no despertarla. Madison ni se inmutó ante mi ausencia.
Salí de la habitación directo al baño. Todos se habían ido y nadie venía a la cabaña si no se los pedíamos eso significa que la tenemos sólo para nosotros.
Me di una ducha rápida antes de volver a la habitación, al volver Madison ya se había despertado más seguía envuelta en las sabanas mirando su celular.
-Buenos días rojita.
-Buenos días refrigerio.
Le puse mala cara y ella sólo me ignoró.
-Creí que entrarías con el desayuno.
-¿Quieres que lo haga a la próxima?
-¿Qué?-puso cara de asco- Eso es muy cliché.
La mire con confusión.
-En los libros siempre que follan a la mañana siguiente mágicamente uno de ellos prepara el desayuno-explico.
-Lees mucho- le dije sentándome a su lado.
-¿Yo? No tanto, Isa siempre nos cuenta lo que pasa en los libros que lee.
-¿Y tú?
-¿Eh?
-Que te apetecería hacer en las mañanas.
Madison la pensó un rato.
-Amm bueno y -yoo- Madison mordía su labio inferior sin darse cuenta- Un mañanero no estaría mal.
Me dedico una sonrisa llena de malicia.
-Anda Cariño ¿Te niegas a una mamadita?
-Contigo nunca.
ESTÁS LEYENDO
Eres mi perdición
General FictionAveces conoces chicas que te hacen perder la cabeza, pero no cualquiera hace que la pierdas de buena manera. Pero llegó una que con sólo escuchar su voz te domina por completo, aquella que te mantiene aferrado a ella, aquella que despertó todo sent...