El sol del verano golpeaba implacablemente sobre el asfalto, envolviendo el ambiente en un manto de calor sofocante. Rae Taylor, una joven estudiante de ingeniería civil, se encontraba en la obra de construcción de su padre.Aunque las vacaciones se suponían un tiempo de descanso, Rae se vio arrastrada a trabajar en la empresa familiar, supervisando proyectos y ayudando en las labores diarias.
Esa mañana, mientras revisaba los planos junto a los obreros, una voz aguda interrumpió su concentración. Al levantar la vista, se encontró con una mujer rubia, con gesto de fastidio, que se acercaba hacia ella con determinación.
"¡Alto!", exclamó la mujer, señalando hacia las pesadas maquinarias que trabajaban sin descanso. "¡Esto es inaceptable! Están arruinando mis vacaciones con tanto ruido y vibraciones. ¡Deben parar de inmediato!"
Rae frunció el ceño, sorprendida por la insolencia de la mujer. Sin embargo, su formación como ingeniera le dictaba la necesidad de mantener la calma y encontrar una solución racional.
"Lo siento, señorita, pero estamos en pleno proceso de construcción y no podemos detener la obra", respondió Rae con firmeza, intentando explicar la situación. "¿Puedo ayudarla en algo más?"
La mujer bufó con indignación, sus labios crispados por la frustración mientras su mirada fulminaba a Rae, quien se acercó con una sonrisa burlona bailando en sus labios. "Este no es un lugar adecuado para ti, podrías arruinar tus uñas", se mofó Rae, sus ojos brillando con una chispa traviesa.
La rubia, con su semblante desafiante, plantó firmemente sus pies frente a Rae, sus ojos azules como hielo clavados en ella. "¿Acaso no sabes quién soy? Los solventes han derretido tu cerebro", espetó con un tono de superioridad palpable. "¡Mi padre se enterará de esto!", añadió, girándose con una elegancia indignada y alejándose, pero el sonido de un silbido se coló en sus oídos, detonando una nueva ola de ira en su interior. ¿Cómo se atrevía alguien a hacer algo tan estúpido?
Rae sonrió con malicia, su confianza intacta, mientras se acercaba a la rubia, desafiándola con una mirada penetrante. "Eres demasiado hermosa como para enojarte. Te saldrán arrugas en esa hermosa cara tuya", murmuró con voz firme, su aliento rozando apenas la piel de la rubia.
Un sonrojo repentino tiñó las mejillas de la rubia, su respiración entrecortada por la sorpresa. "Tú... tú eres insoportable", tartamudeó, su voz apenas un susurro cargado de frustración y confusión. Con un gesto brusco, se dio la vuelta y se alejó con paso rápido, su mente girando en un torbellino de emociones.
La castaña observó la escena con curiosidad desde la distancia, reflexionando sobre la dinámica entre ambas mujeres. "Es linda y vive en un palacio... seguramente es una niña mimada", pensó, su mente maquinando posibilidades mientras se encaminaba de regreso a su puesto.
"Bien, Julián, ahora explícame por qué necesitas más cemento aquí", dijo con determinación, su voz firme y decidida mientras se preparaba para abordar la siguiente tarea en su lista.
Justo a las 3 de la tarde, cuando llegó la hora del almuerzo, Rae decidió ir en su motocicleta por una coca. No era la motocicleta más cara del mundo; por el contrario, era una Italika RT200 que había logrado sacar de Coppel a crédito por 800 pesos mensuales era el tesoro de Rae era su princesa.
Encendió la motocicleta y, al girar la cabeza, notó que por el balcón estaba la rubia observándola con enojo. Comenzó a acelerar, haciendo rugir la motocicleta mientras veía a la rubia con una sonrisa descarada. Si lo que le molestaba era el ruido, ella se lo daría. Así que continuó acelerando mientras reía.
La rubia solo apretó los dientes y, cuando el rugir de la motocicleta se detuvo, solo pudo gritar: "La gasolina es cara y con tu miserable sueldo no te alcanzará", declaró mientras mostraba una sonrisa orgullosa. Rae solo tuvo que darle la razón. Pese a ser la hija del dueño de la constructora, su sueldo no era alto; apenas recibía el salario mínimo, el cual se iba entre almuerzos, videojuegos y mangas.
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¡Qué chalana tan descarada !
FanfictionRae estudiante de ingeniería civil y Claire estudiante de Marketing se encuentran de alguna manera esta historia está ambientada en mi bello México