Imperfecto Amor [PAUSADA TEMPORALMENTE]

CAPITULO 6

CAPITULO 6
EL ODIO HACIA ELLA
┈━ ◇ ━┈
Diamante
┈━ ◇ ━┈

Carajo eso dolía como una jodida mierda.

—¿Qué…que haces aquí?

Sabía muy bien que esto era un jodido error. Debí dejarla avanzar sola, era lo que se merecía pero no sabía porque mierda tuve que dar la media vuelta y seguirla.
¿Para que? ¿Para asegurarme de que ella estuviera a salvo? Pero ¿A salvo de quien? Si ella pudo defenderse perfectamente sola a pesar que me esté sangrando la jodida nariz.

—¿Así es como agradeces por tratar de vigilarte? —exclamé—. Esperaba de todo pero jamás dos puñetazos

La mujer enfrente de mi seguía con su mano alzada pero noté que en sus ojos había bastante sorpresa además de su rostro pálido.
¿La asusté? ¿Ella estaba asustada? ¿Por eso su reacción al defenderse?
Por un instante sentí compasión por ella pero se esfumó en cuanto recobró la compostura.

—¿Cómo carajos iba a saber que eras tú quien me estaba siguiendo? No te pedí tu vigilancia

Ja. Es así como esa maldita mujer me hace perder la cabeza.
Por una jodida vez en mi patética vida me compadezco de una mujer tratando de ayudarla a llegar a casa sana y salva, pero esta mujer, esta jodida mujer me hace enfadar demasiado.

—¿Qué mierda te pasa en la cabeza? ¿Crees que cruzar este callejón ya eres la mujer maravilla para creerte valiente? —me reí.

—Siempre paso por aquí, y no me creo nada ni nadie.

—Entonces de seguro eres consiente del peligro, dime una cosa, Bonita. ¿Qué esperas que te suceda aquí? Existen muchas personas peligrosas que solo piensan estupideces al ver a una mujer cruzar terreno peligroso. Ahora me pregunto ¿Eres lo suficientemente inteligente o solo eres tonta?

Otro puñetazo.
Sonreí justo al atrapar su puño.
Una mujer de armas tomar, me gusta.

—Pues la verdad soy lo suficientemente fuerte e inteligente para defenderme yo misma —alzó su mentón queriendo ser una mujer fuerte y no dejarse caer—. Además de que nunca te pedí que me acompañaras. Se en donde estoy, estoy consciente de las consecuencias, y he vivido en estos barrios por tres años, se perfectamente con quien debo o no encontrarme. Así que para ser honesta, te mereces eso y más.

Joder.
Debía odiarla, ella no es nadie para decirme esas cosas, pero dentro de mi le aplaudía y se ponía en pie por respeto y admiración a su valentía.
Ella era una mujer que no perdía el tiempo en encontrar las palabras adecuadas, decía lo que pensaba y no se molestaba en ver la reacción de la otra persona.
Debía ser una molestia para mí. Ese tipo de mujeres no eran de mi tipo, soy más de mujeres sumisas que hacen lo que yo ordene pero ahora al tener otro tipo de persona me hacia sentirme jodidamente extraño. Y que claro, a mi maldito amigo pene le encantaba lo que esta mujer sinvergüenza estaba haciendo.

—Merezco una jodida disculpa —Ataqué

—¿Por golpearte? —se rió—. Al contrario señor Black, yo le agradezco a usted por poner a prueba mi defensa personal. Hace mucho tiempo que no practicaba mis golpes.

Con una mirada llena de diversión, sonrió de lado. Tan solo me bastaron pocos segundos para leer sus movimientos, alzando su mano tratando de golpearme de nuevo.
Ahora fui yo quien sonrió deteniendo su mano, darle la vuelta y colocar ambas manos sobre su espalda, así mi pecho se pegaba a su espalda.
Su forcejeo me hizo sonreír más.

—Alguien necesita un poco más de práctica, Bonita —susurré—. Procura no ser fácil de leer en tu rostro, expresas demasiado.

Sus dedos intentaron tomarme de la camisa.