El Diario de Una Lectora

CAPÍTULO 9

Ethan

Nervioso observo por a todos lados la llegada de Leslie.

He llegado media hora antes para poder estar a tiempo, ella siempre supo que soy impuntual, pero por ella, haría lo que fuera.

La vi en el colegio, pero no pude hablarle por que tenía clases de natación, se veía tan hermosa con el uniforme.

Ahora me encuentro en el parque sentado esperando que su llegada, observo el ramo de girasoles y siento como si nuevamente estoy conquistándola.

Los minutos pasan y las horas también, siento un nudo en la garganta al saber que ella no vendrá, seis con diez y tuve la esperanza de verla llegar.

Voy hacia el bote de basura y quisiera tirar los girasoles hasta que una risa hace que voltee.

Es Annie.

Ella está bajo un árbol y varios libros la acompañan, tiene un vestido veraniego de color amarillo, sus tenis de color blanco y su cabello caoba la hace ver súper tierna.

-¡Serás capullo!-chilla emocionada con el libro en manos.

Camino hacia ella y trato de darle mi mejor sonrisa.

-Ya vi que estás espiándome, una foto dura más-menciona con la vista en el libro

-Sigo creyendo que eres una odiosa-la molesto

-Y yo sigo pensando que eres un poste de luz insoportable.-se acomoda el cabello.

Ella cierra el libro mientras observo su portada

Nosotros en la luna

Le doy una sonrisa mas y ella me observa su cabello caoba resalta con el atardecer, sus labios mordisqueados, sus mejillas teñidas de un color rosado.

Se levanta mientras se acomoda el vestido, sonrió al verla.

-¿Así que estás en un parque leyendo sobre chicos que nunca existirán?-mi pregunta la desestabiliza por unos segundos hasta que me sonríe.

-¿Y tú pasas las tardes vigilando a las chicas?-comenta picara.

-¿amas mucho leer cierto?-digo con sinceridad

- Amo más mirar los libros por horas y horas tratando de decir cual voy a leer-ríe- hacer eso es igual de divertido que leer.

Seguimos así y de un momento a otro hablo.

-Oye Annie-digo con nervios-Cierra los ojos.

-¿Acaso me quieres secuestrar?-bromea.

-No secuestraría a una odiosa-ella cierra los ojos lentamente.

Tomo el ramo de veinticuatro girasoles, envuelto en papel de color rosado. Se que debo de darle.

-Puedes abrir los ojos Annie-le comento.

Ella entreabre los ojos y de un momento para otro chilla emocionada al ver lo que tengo en manos

-¡Oh mi dios!-da saltitos-¿Como lo supiste? Estás espiándome ¿cierto? Amo los girasoles

Su emoción es grande al ver el ramo se lo extiendo y ella lo toma rápidamente.

-Gracias-dice con las mejillas más rojas que antes.

-Sabía que te gustaría-le digo.

Empezamos a caminar mientras ayudó a Annie con su bolsa de libros, no se porque el afán de siempre cargar esos libros con ella.

Así que caminamos mientras hablamos de cosas sin sentido.

Veo la emoción en sus ojos.

Y me siento culpable porque realmente esos girasoles eran para otra persona.