"Puedo arreglarte (De verdad puedo)" panafresco x papulince

#6 Navajas

Era la salida del colegio después de un dia bastante agotador, en lo que Luis le dice a su compañero, el cual estaba parado mirando a la nada:

-Oye Miguel, ¿Tienes algo que hacer esta tarde?-

-Em, no, ¿Por qué lo dices?- Respondió el pelinegro, sin darle mucha importancia.

-Ah, bueno, te quería preguntar si podias venir a mi casa.

-Eso estaria genial, cuck-Dijo con humor

Ambos caminaron hacia la casa del chico alto, intercambiando palabras cada cierto rato.
Al llegar, Miguel fue rápido al cuarto de su compañero apenas entró para cerrar la puerta, y su contrario lo siguió.

-Mas despacio velocista.jpg :Vv- Exclamó el chico pacman.

-Ya cállate estúpido momero- Respondió el chico de lentes de mala gana

-Y bien, ¿Que te gustaría que hagamos?- Cambió de tema el chico esta vez
-Podríamos jugar videojuegos- Sugirió.

-¿Y cuales tienes?- Preguntó Pañal fresco.

Papulince sacó del mueble de su tele una valijita de tela la cual al abrirla contenia unos mandos de switch, y varias mini tarjetas con los juegos en físico.
El chico de cabellos negros vió uno que le llamó completamente su atencion: Animal crossing. El recordaba que en la cuarentena habia estado mirando videos de gameplays de tal juego, le interesaba muchísimo todo el tema de la isla y las misiones, hasta habia podido descargarlo en su laptop del gobierno con un apk de dudosa procedencia, pero solo le duró unos pocos meses ya que estuvo cerca de que su computadora se rompa por un virus.
En cambio su compañero de al lado habia usado muy poco este videojuego ya que lo compró luego de ver el video de "Ankha zone" el cual habian mandado por su grupo de la grasa, es decir, compró el juego pensando que seria de otras cosas.

Ambos conectaron el juego y empezaron a jugar, sentándose en el piso, pero el chico pacman parecía entender muy poco como era, asi que el niño basado empezó a explicarle como se usaban los controles y todo lo demás, le contaba la historia detrás de este videojuego mientras tanto.

-¿Para que lo tienes si ni lo jugaste antes?- Le preguntó un poco molesto de repente

-Es que...em- Respondió el chico inexperto, mientras se sonrojaba tratando de pensar una respuesta. -No me lo compré, me lo regalaron unos tios para navidad- Mintió sonriendo, para parecer mas creible.

-Ah- Solo le dijo su contrario -Bueno ahora gracias a mi vas a aprender, 😎- Se limitó a decir el pelinegro.

Siguieron jugando un buen rato hasta que Papulince dejó el juego de lado y fue a sentarse en su cama a leer un rato, su amigo todavia jugaba muy emocionado, jamas habia podido jugar esta versión del juego antes ya que durante toda su vida le habia faltado mucho en su casa, muy raramente recibia regalos de cumpleaños o navidad de pequeño, y hasta ahora habian pasado 3 años desde su última vez que le regalaron algo debido a la situación económica en su casa.
Ciertamente Panafresco entendia a su madre, a pesar de que estuviera ausente, consumida por su trabajo de cajera en el supermercado, alcoholica y trayendo hombres distintos a su casa, el la comprendía. Su padre los habia dejado abandonados a ambos cuando ella tenia apenas 17 años de edad, su madre tuvo que buscarse la vida sola y aquel chico creció viendo todo eso, algunas veces no alcanzaba para comer y tenia que ver a su madre diciéndole que no tenia hambre para que este pudiera comer bien.
El amaba a su mama, sentía en el fondo una gran admiración por ella y por lo mucho que trabaja, a pesar de que esté teniendo sus recaidas y lo tratara muy mal de vez en cuando, ya que después de todo, el sabia que cuando su mamá no estaba asi, era una persona muy dulce con él.
Miguel recordó que cuando tenia once años su madre le gritó luego de volver de un largo turno de trabajo en el supermercado, ya era de noche y el pequeño niño no la habia visto en todo el dia.