La traición se vuelve un grave delito cuando quién amas sale lastimado, entonces, ¿estás dispuesto a correr ese riesgo?
Jeongin, no tenía nada y cuando lo tuvo todo solo bastaron unas cuantas palabras para que lo que había construido se desmoronara...
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"LOS RECUERDOS SON SOLO ESO, NO INTENTES DARLE MÁS SIGNIFICADO DEL QUE MERECEN"
Continua intentando darle más significado a lo que vivimos tú y yo, pero ambos sabemos que en realidad nunca fuimos nada más que dos personas destinadas a estar separadas.
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Con el pasar de los años la mente, nuestra memoria tiende a fallar, creemos que por vivir tanto tiempo nuestro almacén de recuerdos se inclina a eliminar las vivencias menos relevantes y a quedarse con las importantes. El no recordar situaciones o experiencias suele ser tomado como algo normal, algo típico en la vida de cada persona. No obstante, lo que nadie a logrado entender es que nada se a borrado, nada a desaparecido, cuando realmente necesites ese recuerdo, la película correrá frente a tus ojos y ten pon seguro que no la podrás detener. Y Jeongin lo sabía como nadie, porque cuando lo único que deseaba era olvidar, todo comenzó a suceder nuevamente tras sus iris.
—¡Mami! ¡Mami!—La voz del pequeño rompió el silencio aquella madrugada. Las pisadas resonaban tiernamente mientras el niño avanzaba con velocidad hasta llegar a la habitación.
—¿Jeongin? ¿Bebito?—Cuestionó asustada Emma mientras limpiaba sus manos salpicadas en pintura sobre su ropa—¿Porque...?
—¡Mami!—Sin esperar más alzó al niño detallando su cuerpo en busca de lo que andaba mal—¡No, mami! ¡La panza de Hyun no quiso más dulces! ¡Huele mal!
—Oh, bebé. Creo que tienes algo en tu pijama.—Indico la omega mientras entendía la situación, el pequeño infante bajo la mirada hasta su ropa y encontró una extraña sustancia adherida al estampado de animalitos.
—¡Mami, yo también huelo feo!—Los rasgados ojos del menor miraron a Emma con tristeza, solo le basto unos segundos para que se vieran inundados en lágrimas, luego vino el llanto.
—Oh bebito, esta bien, no hueles mal.—La omega arrullo al niño mientras caminaba hasta la habitación de los niños—Hueles como uno de mis tesoros, tranquilo.
—¿Si, mami?
—Siempre, Jeongin.—La mano reconfortante de la mujer se movió sobre la espalda del infante, aspiro profundamente y todo lo que obtuvo fue el dulce y familiar aroma de su pequeño hijo.
—Bien, pero Hyun huele muy mal.—Reiteró bajando de los brazos de Emma. Ya era de madrugada y la tranquila noche de los niños se vio interrumpida cuando Hyunjin no tomo en cuenta las consecuencias de comer dulces a escondidas, por lo que el vomito se presento como una promesa.
Emma luchaba cada día por ser una buena madre, por convencer al resto sobre su papel dentro de la crianza del hijo ilegítimo del jefe del clan. A pesar de que ella vivía alejada en su mayoría del clan, los rumores se esparcían, en especial cuando se trataba de aquellos que se encontraban en la cima. La omega recuerda constantemente el miedo que sintió cuando salió de la casa principal con Hyunjin y un bebé que no era suyo. No tenia una razón en concreto para haber hecho lo que hizo, las palabras solo salieron de su boca y la mirada de MinJoon le dieron a entender que tal vez se había vuelto loca.
