23. Encuentros Inesperados

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LALI:

Busqué, rápidamente, alguna salida posible hasta que encontré una en la parte derecha, en medio de las dos tribunas. Sin nada que pensar, bajé corriendo los escalones de la tribuna, hasta llegar a la salida o, mejor dicho, la entrada al campo. Estaba a punto de entrar al campo de juego cuando un seguridad, me frenó.

No puede ingresar, señorita - me dijo, sosteniendo esa especie de portón, impidiendo mi paso.

Por favor, déjeme pasar, soy la novia del chico al que acaban de golpear, por favor - le suplicaba con mi respiración agitada por la corrida que me acababa de mandar. En ese preciso momento, llegaron Nati y su papá.

Somos los familiares del chico - dijo Juan Pablo, el padre de Pitt y Nati. Nati solo asintió con su cabeza, reafirmando las palabras de su padre.

Yo... - el seguridad no me dejó a hablar y simplemente le contestó a Juan Pablo.

Ustedes si pueden pasar - forro, pensé. Les abrió ese portón y ellos entraron, apurados. Pensé alguna excusa posible.

Mire don...

Carlos - me contestó.

Ay, Carlos, como mi papá - le dije animada pero él seguía con la misma cara de roca. - Mira Carlos, yo se que vos sos un copado - guiñé uno de mis ojos y le pegué suavemente con mi puño cerrado en su brazo. Me miró mal y mi sonrisa desapareció por completo. Me quedé en silencio, mirando hacia el campo y luego voltee mi vista hacia la tribuna buscando alguna escapatoria. Pensé por unos instantes hasta que se me cayó una idea. Espere un momento y dije, mirando a la tribuna- ¡SE CAYÓ! - el seguridad miró hacia la tribuna y yo aproveché ese momento de distracción para entrar. Carlos, al darse cuenta, me miró, pero ya era tarde, estaba llegando junto a Peter. Le hice una morisqueta, burlandome de el y seguí corriendo hasta llegar a donde estaba mi novio. - Mi amor - me arrodillé a su lado. Me miró con los ojitos chinos, tan lindo como siempre - ¿te duele mucho?

Más o menos - se rió quejosamente, mientras le revisaban su pierna derecha.

Entrenador, si Peter no puede seguir, yo...no tengo problema de tomar su puesto - dijo un rubio de ojos celestes, al cual no había visto hasta ese momento. Fijó sus ojos en mí; una mirada...intimidante. Volví mi mirada a Peter que lo miraba con un odio innegable.

Peter, ¿podes seguir? - le preguntó, el que supuse, debía ser su entrenador.

Si, si, estoy perfecto - sonrió y, con ayuda, se puso en pie.

Mi amor, ¿seguro que podes? - pregunté.

Obvio, tranquila mi amor - me sonrió y dejó un beso en mi frente.

Peter, no hagas pavadas, por favor te lo pido - le decía Nati, igual de preocupada que todos.

Hey, tranquilas, estoy bien - aseguró. Todos nos retiramos del campo y el juego continuó.

¡Vamos Pitt, vos podes! - escuché esa voz que me resultaba irritante pero conocida, tan conocida. Dirigí mi mirada hacia el sonido y efectivamente la conocía. La hueca de Martina estaba unas gradas más abajo, alentando a MI novio. Le lancé miles de misiles a través de mi mirada, los cuales pareció sentir porque se giró y cruzamos miradas por un pequeño y diminuto instante hasta que volví mi vista al frente.

¡Dale mi amooooor! - grité con ambas manos al costado de mi boca, haciendo que se escuchara con mayor claridad. Miré a Martina y ella, inmediatamente volvió su vista al frente, bastante molesta. Sonreí victoriosa

El juego estuvo bastante peleado, pero finalmente AA, ganó gracias a mi amor que anotó EL punto, que le dio la victoria al equipo.

Yo no puedo creer la garra que tiene Peter - decía Pablo mientras salíamos del lugar para esperar a Peter, en lo que parecía ser el bar del club. Un toque más lujoso de lo que había visto en mi vida, claro está, pero un bar en fin.

No Estoy Sola [HISTORIA SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora