–Comencemos de nuevo señor Black.
Escuché un bufido molesto de su parte. No lo culpo, si yo tuviera a dos enfermeros tomándome de los brazos con fuerza listos actuar si vuelve a hacer una escena idéntica a la anterior, también estaría apunto de estallar del coraje. En cambio yo solo le sonreí de manera tranquilizadora tratando de transmitirle un mensaje claro: Tienes que calmarte.
—No volveré a tomar esa pastilla. ¡DIJISTE QUE SERÍA DIFERENTE!.
Volvió a forcejear con los enfermeros mientras ellos a duras penas sacaban una jeringa con un liquido tranquilizante dentro de ella. Me acerque a ellos negando varias veces sin decirles ni una palabra.
Suspiré bajo tomando su rostro entre mis manos logrando tener su atención pero su mirada es como un rifle de francotirador, listo para disparar en cualquier momento. Temblé un poco por esos ojos hielo, siempre lo hago al verlo fijamente.
–Ethan, necesitas calmarte. Por favor, solo será por una semana, aún no la cumples. Confía en mí.
°Novela Originalmente Mía
°Queda prohibida sin autorización escrita por parte del autor, bajo las sanciones establecidas por las leyes la reproducción total, adaptación, distribución, en cualquier medio impreso y/o digital de esta obra por cualquier medio o procedimiento.
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Ayúdame Miller
RandomDicen que nadie se encuentra por coincidencia ni por suerte, pero, ¿a beneficio propio?. Una profesional que solo quiere cumplir su trabajo pero un pequeño obstáculo o mejor dicho, una persona no la dejará hacerlo...