Savannah Miller2 años atrás.
Mi cuerpo me duele, me siento completamente rota y lastimada por la persona que juro me protegería de todo y todos. No puedo moverme del colchón de mi cama y hace dos horas dejé de llorar y suplicar que se detuviera, de nada sirvió, aún así lo hizo.
—Espero y te sirva de lección, cariño. No sabes cuánto me dolió hacerlo, pero solo así entenderás completamente lo que te digo.
Siento la palma de su mano en mi espalda baja provocando un escalofrío en mi columna, lloriqueo bajo intentando que se aparte de mi. Su mano sigue subiendo hasta encontrar mi rostro y girarlo de manera brusca hacia él. Por miedo lo veo a sus ojos marrones, ya sé de qué tanto es capaz si lo desobedezco.
—¿Entendiste, Savannah?.
Asiento leve bajando la mirada, aunque alcance a ver una sonrisa satisfecha de su parte antes de soltarme.
—Debo regresar al trabajo, amor mío. Volveré en la noche y… oh espera, hoy me toca hacer guardia toda la noche. Nos vemos mañana.
Terminado de decirlo intenta darme un beso en los labios en cambio yo solo me muevo evitando su contacto, el beso terminó en mi sien y él salió molesto de la habitación sin darme tiempo de hablar. Suspiro agotada y un tanto temerosa aún escuchando sus pasos en la planta de abajo. Escuchó un último grito de su parte al cual no le presté atención pero lo que sí la atrajo de más fue escuchar el motor de su automóvil indicando que ya se había marchado.
Me levanto con sumo cuidado y bastante dolor en todo mi cuerpo hasta llegar casi arrastrándome al cuarto de baño, abro la llave de la regadera y sin más entro, comenzando a sollozar por todo. Ni una maldita cosa puede ir bien hasta que llega un nuevo bache.
Golpeó la pared con mis pocas fuerzas aún bajo el agua de la regadera.
Maldito, maldito sea. Lo odio, lo aborrezco y maldigo cada momento vivido con él, maldigo cuando nos conocimos y acepté casarme y formar vida a su lado.
<…>
Ethan Black
21 años atrás
Hace unos días estoy escuchando voces, voces en mi cabeza y tengo pesadillas, cada vez más fuertes y a veces me ocurren aún estando despierto.
Trato de hablarlo con mi padre pero siempre me dice lo mismo “Ethan, es solo tu estrés de la escuela. Necesitas descansar.” Yo no creo que sea eso, tiene algo más que ver o tenía, acabo de describir que no es mi estrés de la escuela.
Hoy desperté igual que todas las mañanas, con una pesadilla pero esta vez más vivida. Las voces son más fuertes, taladran en mi cabeza tanto que me hacen tener migraña y mareos.
Esto no es bueno, nunca me había ocurrido algo así. Quizás sea por la sensación que me dejó la pesadilla. Ignorando eso me levanté de la cama yendo al baño para vestirme y arreglarme, hoy es el último día de clases en la semana y no puedo perdermelo.
Hago la misma rutina de siempre, bajó a la cocina, ordenó mi mochila, tomo mi desayuno y platicó unos minutos con mis padres antes de levantarme a cepillar mis dientes, aunque está vez cambió algo.
Al tomar el rumbo hacia el baño las voces siguen aumentando en volúmen pero ahora con una clara orden, logrando detenerme a medio pasillo.
Mátalos, a todos. No dejes a nadie vivo.
Ethan, ellos no te comprenden, solo se preocupan por sus propios problemas, tu ya no estás en ellos. Demuéstrales que eres capaz de más cosas que solo estudiar y que yo existo.
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Ayúdame Miller
AléatoireDicen que nadie se encuentra por coincidencia ni por suerte, pero, ¿a beneficio propio?. Una profesional que solo quiere cumplir su trabajo pero un pequeño obstáculo o mejor dicho, una persona no la dejará hacerlo...