CAPÍTULO 14: UN CORAZÓN DE ORO

136 7 4
                                    

En el capítulo anterior:

M: “Peach… Daisy te está lavando el cerebro.”

P: “¿¡Perdona!? ¡Retira eso!”

M: “¡Ajá, lo suponía! ¡Sabía que pensarías igual que ella!”

P: “Bueno sí… En verdad fue un mini experimento lo de ir a la playa nudista… Pero yo no quise…”

M: “¡Tal vez Luigi os parezca infantil, pero esa personalidad tan dulce e inocente lo hace único! ¡Nadie va a contaminar a mi hermano!” El pulso se le aceleraba. “Mirad… Será mejor que cuelgue. Sé que no puedo en verdad cambiar vuestra visión de Luigi, pero él es perfecto así. No puedo imaginarme un mundo si Luigi no forma parte de él. Lo siento también por explotar.”


Y continuamos:

D: Justo cuando Peach iba a decir que le perdonaba y pedirle disculpas, Daisy irrumpió. “¡Vale! ¡Cuida del bebé!” Y colgó.

Esas últimas palabras fueron la gota que colmó el vaso para Mario. El mayor gritó y le dio un puñetazo a la pared, logrando crear un pequeño agujero en ésta. Entonces…

L: “¡MARIO!” Fue a socorrer a Mario al ser testigo de cómo este último dio aquel golpe. Estaba mojado y desnudo, usando únicamente una toalla que le tapaba sus intimidades. “¿¡Por qué lo has hecho!?” 

M: “Luigi…” Envolvió su mano dañada con la otra mano para esconder las heridas. “N-no te preocupes. Solo estaba…”

L: “¡No me mientas ahora! ¡Ven!” Le tomó del brazo. “¡Ven a que te cure!”


Luigi tomó el botiquín del baño y empezó a sanarle las heridas a Mario. Le costó mucho trabajo no ponerse a llorar al tener que ver a su hermano herido y mucho menos el desmallarse ante la sangre que salía, pero su amor fraternal fue lo suficientemente fuerte como para poder contra la tristeza y el miedo.

M: Luigi le puso la última tirita/bandita. “Gracias hermanito.”

L: “De nada Mario. Ahora dime, ¿por qué lo hiciste? Quiero la verdad.”

M: “Ok, ok. Aunque no sé cómo lo supiste.”

L: “Y-yo solo te oí gritar y-y me asusté. Cuando empecé a bajar las escaleras alcancé a oírte decir que yo no era un retrasado mental y que yo soy inocente… No sé por qué lo crees… P-pero q-que eso me hacía… único.”

M: Otra vez se sentía como lo peor. “Lamento mucho que hayas tenido que oír todo eso.” 

L: “¿Con quién hablabas?”

M: “Con Peach y Daisy. Me llamaron para saber cómo estábamos y para echarme en cara que te ven demasiado infantil. Me enfadó tanto que comencé a gritar ante los insultos hacia ti.”

L: “¡Oh no!” Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. “¡E-entonces sí que creen que soy estúpido!” El llanto fue inevitable, comenzando a llorar más fuerte que nunca. Abrazó a Mario y escondió su cara en el hombro izquierdo de éste, mojando su camisa del agua y de sus lágrimas. 

M: solo pudo abrazarlo de vuelta mientras le daba ligeras palmaditas a Luigi en su espalda y le susurraba en un tono dulce: “Lo sé bro. No te mereces todo esto.” Luego de cinco minutos llorando, Luigi se tranquilizó. “¿Te sientes mejor?”

L: “Sí, mucho mejor. Gracias bro.” Se separaron del abrazo. “O-oye, ¿te puedo pedir un favor?” Preguntó teniendo su carita súper roja.

M: “Claro, dime.”

L: “Y-yo… Quisiera t-tocar tu culo.”

M: Se sonrojó a más no poder. “¿¡Q-QUÉ!? ¡P-pero Luigi, y-yo…!”

L: “L-lo siento. No sé por qué te pido semejante cosa. Sí que soy un estúpido.”

M: “Hey, yo no te he dicho que no. Pero, ¿quieres ahora? Lo digo por la cena.”

L: “Aprovecha que ahora estoy desnudo porfa.” 

M: No podía negar que Luigi tenía razón. “Ok. Entonces voy a desnudarme yo también. *¿Luigi me va a tocar el culo? Que atrevido es mi hermanito. Atrevido y muy valiente. Lo adoro.*” Se desnudó delante de Luigi y cuando ya estaba completamente en bolas, Luigi se retiró la toalla. “Bueno, ¿cómo lo quieres? ¿Me pongo boca arriba o boca abajo?”

L: “Boca abajo. Seguro que son muy suaves.” Dijo con ternura y timidez. 



Uy, uy, uy!

Esto va a volver a ponerse interesante 🌚

Aunque tristemente el próximo capítulo es el final 😭, pero tendrá mini lemon bien rico 🌚🌚🌚

Nos vemos 💕

Juntos para siempre (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora