Lies And More Lies.

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La comuna de Cerro Navia no es más que un terreno muerto como una planta seca, un estúpido vertedero donde las personas que fracasan se ven obligadas a desechar su sueños y dejarlos en el olvido. La iluminación acogedora que una vez me entregaron sus calles han perdido por completo su brillo, y esa sensación de una hermosa naturalidad que una vez se impregnó en el aire de la comuna, había sido borrado de mis lindos recuerdos y ahora se habían convertido en una parte más de mis pesadillas. Cada persona que alguna vez consideré como un amigo o amiga ahora no es más que una simple persona más en este absurdo mundo lleno de gente de mierda, y la palabra lealtad se había borrado por completo de mi vocabulario. Mi nombre y reputación estaban completamente dañadas por una estúpida cuenta de chismes donde salen a la luz todo los secretos, después de leer tanta mierda dicha por tal persona que comentaba idioteces de mi, sabiendo que alguna vez llame "amigo" o "amiga" decidí desaparecer y que esa sería la última noche que pasaría en esa comuna. Mis padres estaban completamente de acuerdo sin saber todo lo ocurrido, también querían largarse de ese estúpido país corrupto y lleno de delincuencia, sabían que no tenía ningún futuro allí así que no dudaron en comprar lo boletos solo de ida a su querido país.

Al llegar a mi nuevo destino, la Ciudad de Chocope no dude y no resistí en quedarme profundamente dormida. Al despertar mi madre me llamo para que la acompañará a matricularme a mi nuevo colegio, era jodidamente tonto que vaya yo pero no podía decirle que no. Desayuné me cambié y salimos despues de haberme echado bloqueador hasta parecer un muñeco de nieve. Al llegar no fue emocionante así que me aburrí pedí las llaves de la casa y me largué. Solo quedaba 1 semana para entrar a clases pero yo realmente no quería, era una estupidez más en mi vida que haría que me estrese fácilmente y estaría por dicho que terminaría odiando a todos.

Llego el odioso día, todos bajaban del salón al patio solo para cantar el himno, todo a mi alrededor era totalmente aburrido además de que el uniforme era realmente incómodo y verme en shorts sería muy nuevo para mí porque siempre usaba pantalones. Estaba totalmente rodeada de gente hasta que llegó un grupo de niñas que me miraron fijamente y me gritaron.

--¡¿Cómo te llamas?!

Al principio no quería responderles todas hablaron al mismo tiempo, era molesto pero de igual manera contesté.

Se pusieron a hablar en su mismo grupo por 15 minutos. Yo realmente no le tome importancia, total ni serían parte de mi vida, volteé para ver si habia alguien que me llame la atención pero me disguste por completo al ver esos fenómenos llamados "hombres", ellas siguieron haciéndome preguntas y yo seguí respondiendo seriamente, por un segundo sentí que por fín alguien me tomaba en serio, pero sabía que este sentimiento no duraría por mucho tiempo nunca nada ni nadie se queda y eso lo tenía que aceptar como siempre, y en menos de una semana me tendría yo que adaptar a cada uno de esos seres llamados
"compañeros".

Mientras ellas siguieron preguntándome yo solo pensaba en la hora de salida, quería irme lo más pronto posible, mi pensamiento se fue en un segundo cuando una de ellas me preguntó.

--¡¿ Y de dónde eres, eh?!

--"¡¿Y de dónde eres, eh?!"

Esa pregunta me dolió bastante pero no dude en contestar.

--soy de Perú, pero vivo en Chile bueno vivía. -dije-

--asi que eres chilena, que bueno y. ¿que hablan allá? -me preguntó una de ellas-

--es lo mismo de aquí, un poco ordinario el vocabulario así que no es nada fuera de lo normal. -respondí-

The Problem Is Never Solved.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora