Octavo

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— No es así mamá, te lo juro — se acercó — Escúchame y te lo puedo explicar.

— ¿Qué vas a explicar? — preguntó Hermione enojada.

— Vamos a calmarnos. Ginny dice que no es lo que ustedes creen y yo le creo — respondió Molly ante su hijo y su nuera.

Ron y Hermione se miraron en silencio.

— Si ella dice que tiene una explicación para lo que sea que hayan visto, entonces debemos escucharla — hizo un gesto para que todos se sentaran.

Hermione  apretó el frasco en su bolsillo, en el cual guardó los recuerdos del pensadero antes de salir de la otra habitación.

— Bien, vamos a estar tranquilos  y conversemos de lo que acaba de pasar— sentenció finalmente Molly.

Todos esperaron en silencio a que Ginny estuviera lista para hablar.

— Bien, Ginny — dijo al cabo de un par de minutos — todos estamos esperando que nos cuentes qué fue lo que pasó entre Harry y tú — finalizó, notando que la espera tenía a todos los presentes expectantes.

— Bien, sé que todo lo que vieron haría pensar a cualquiera que la relación que teníamos era sospechosa, pero les juro que no hacíamos nada malo...

— Ya lo veremos — sentenció Ron.

Ginny se acomodó en el sillón, miró a Hermione a los ojos y comenzó a hablar.

○●○

Cuando Harry llegó a casa aquella noche, notó algo diferente. Las luces eran tenues, el aroma en el aire daba presagio de una comida deliciosa y la silueta que notaba en el sofá, anunciaba una noche gloriosa. Vio con sorpresa, que Draco tenía la mesa preparada elegantemente para dos personas, había puesto espumante a helar y una cena caliente en el horno lista para ser servida.

Se acercó un poco al sofá y pudo distinguir con claridad a Draco.

Harry se sonrió y tragó saliva cuando vio su actitud seductora, mirándolo con intensidad. Sus cabellos largos y perlados estaban perfectamente peinados, caían con gracia por sobre sus hombros desde cada lado de su rostro, estaba cruzado de piernas, con un brazo extendido y el otro apoyado suavemente en su mejilla. Usaba un traje oscuro, con la chaqueta abierta y la camisa sin corbata. El pantalón era ajustado a sus piernas y zapatos brillantes.

Harry boqueó unos segundos, antes de poder decir algo.

— ¿Y esto? — sonrió — ¿Qué celebramos? — preguntó mientras dejaba sus cosas y caminaba hacia él.

Draco sonrió.

— ¿Acaso debemos celebrar algo para preparar algo especial o arreglarme un poco? — preguntó mientras se puso de pie y caminó a su encuentro.

— Por supuesto que no — respondió mientras acercaba su cintura hacia él y juntaba sus rostros.

Draco le rodeó el cuello y sonrió.

— Entonces es solo una cena, por el simple hecho de estar juntos — lo abrazó.

El aroma de Draco era embriagador para Harry, esa mezcla de perfume y el olor natural de su cuerpo provocaba en él sensaciones exquisitas, y Draco lo sabía, sabía lo que provocaba en él, sabía cuanto lo deseaba, entonces tal vez, si aun podía provocarle eso, tal vez existía la posibilidad de que no se separase de él.

— Vamos a cenar antes que se enfríe — dijo de pronto en un susurro.

— En este preciso momento no se me antoja cenar. Tengo en mente algo mucho más exquisito.

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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