Estaba más enoja que la cresta, ¿Cómo hace esa wea? ¿Con qué derecho? hace sólo un par de minutos estaba a punto de culiar con una mina y yo no me puedo dar un par de besos con un weon, conchetumare. Seguí caminando más enoja que la cresta, hasta que una voz varonil me detuvo.
-Oye, oye.-me tomó del brazo. Me di vuelta asustada, era un loquito un poco más alto que yo, moreno, ojitos oscuro. Estaba ahí.- se te quedó esto.-mostró mi mochila, abrí mis ojos.
-Chucha verda.-lo tomé y le sonreí un poco.
-No te preocupi.-me sonrió un poco.- cresta, me llamo Naiko osea me dicen Naiko. Soy amigo de los cabros, andaban algo curaos y como te vi entrar con esta mochila pensé que era tuyo.-rascó su nuca.
-Me llamo __, gracias por traerme la mochila.-me la coloqué en los hombros.- bueno yo, ya me tengo que ir.-apunté con mis pulgares detrás de mí.
-¿Te acompaño? ya es tarde, y te pueden violaten.-asentí con la cabeza mientras le sonreía un poco.
Al principio caminamos sin decir nada, con un silencioso e incómodo silencio hasta que él empezó a hacerme preguntas, como hace cuanto conocía a los cabros y cosas.
-¿Qué onda teni con él Jaime? -preguntó mirando el camino. Lo miré de reojo y suspiré.
-Larga historia.-murmuré.
-Tengo toda la noche.-me sonrió de lado. Ya habíamos llegado a mi casa, miré mi casa y suspiré.
-Bien.-me senté en la vereda. Repitió mi acción y lo miré.- teníamos una relación algo extraña..
[...]
Al final le quedé contando todo, me dio algunos 'consejos' o así los hacía llamar él. Eran los consejos más asquerosos que había escuchado pero me había echo reír con cada estupidez que decía, al final quedamos mañana pa' ir a comernos una pizzas a su casa, también así aprovechaba de ver como grababan con los cabros, hace tiempo no veía como echaban chuchas entre sí.
En la mañana me desperté tarde, mi pieza tenía olor a leche, miré a la cuna de la Camila y había vomitado leche, me levanté de la cama y la tomé. ¿Dónde chucha está mi tía weon? siempre que le da la leche se queda con ella hasta que se quede raja y no pase esto. Le cambié la ropa a la Camila y salí de mi pieza con ella en brazos, la casa estaba en total silencio, no se escuchaban los partidos de mi tío, o la radio de mi tía. Revisé la pieza de ellos y la cama estaba desarmada, bajé las escaleras lento, aún estaba media dormía' cuando llegué abajo miré la cocina y habían platos sucios, caminé hasta el living y habían un par de latas de cerveza en la mesa.
-¿Qué wea? -murmuré.
Subí las escaleras hasta mi pieza, busqué mi mochila y saqué mi teléfono marcando el número de mi tía. Dejé a la Camila en mi cama mientras buscaba un poco de ropa para cambiarme, no me pescó ni en baja y me mandó a buzón. Dejé el teléfono en mi mesita y puse a la Camila en la cuna.
-Te quedas allí, iré a bañarme. Juega con esto.-le pasé un par de sus peluches y me metí al baño.
Me bañé rápido, tampoco podía dejar a la Camila sola tanto tiempo, me puse mi ropa interior y salí, la Camila estaba feliz de la vida jugando con sus peluches, me vestí como siempre, me puse a limpiar un poco ya que la casa estaba pa' la caga, hice las camas, la cuna de la Camila, limpie la cocina, el living hasta que terminé de hacer todo.
La Camila lloraba a todo pulmón en el primer piso, subí las escaleras corriendo hasta entrar a mi pieza. La tome en brazos y le empecé a hacer caras para que dejara de llorar. Después de un rato empezó a jugar con mi pelo, estábamos sentadas en la cama cuando mi teléfono empezó a sonar. Lo contesté sin mirar.
-¿Halo? -pregunté
-¿__? Soy el Naiko, ¿Vas a venir? -escuchaba como se movía en su silla.
-Oh verdad, ya voy al tiro. Oye, esos sí ando con mi hermana chica ¿No te molesta? -me levanté de la cama.
-Traela nomás, a mi mamá le encantan los niños chicos así que no pasa na'.-sonreí un poco.
-Ya, nos vemos en un rato.-colgué el teléfono y caminé hasta mi mueble.
Ayer cuando me dijo que fuese a su casa pa comer un par de pizzas me dio la dirección, así que estamos bien. Vacié mi mochila en la cama y guardé las cosas de la Camila, una chalequitian, leche, pañales que por cierto, debería empezar a enseñarle a avisar, ya está empezando a caminar, parece pingüino cuando la ves caminar. Me colgué la mochila en mis hombros, guardé mis cositian en mis bolsillos y tomé a la Camila.
-Nos fuimos a la casitian del Naiko.- se rio con su dulce voz y nos fuimos.
En el camino logré venirme sentada en el metro, hasta que una señora me atacó y me aplastó. Ocupaba dos asientos la vieja culiá, toqué con mis nudillos la puerta del Naiko, o la cual supongo que es.
-¡Sí se weon! -gritó para adentro, cuando me vio me sonrió de oreja a oreja.- wena, pasa.-me hizo un gesto con su mano, caminé hasta dentro de su casa. Era bonita la casa, las paredes estaban pintadas con un color suave, el piso brillaba al igual que los muebles, me recordaba cuando mi mamá limpiaba así la casa. Mi mamá...
-¡Hola cariño! -se acercó una señora, su voz era tan dulce.- soy Amanda
-__ .-le sonreí.- ella es Camila, salúdala.-la Camila abrió y cerró su mano un par de veces.
-Que hermosa, ¿La puedo tomar? -preguntó mirándola. Asentí con la cabeza, la tomó y empezó a hacerle caras haciendo que ella riera a carcajadas.
-¿No te molesta quedarte con ella un rato, mamá? es que con la __ vamos a hacer un par de weas arriba.-preguntó el Naiko.
-No, Naiko quizá le mol..-me interrumpió.
-Con gusto me quedo con esta presiosura.-sonrió.
-¿Vamos? -me miró.
-Cual quiero cosa me la lleva para arriba.-le sonreí, ella asintió repetitivamente mientras se la llevaba a la cocina. El Naiko me tomó del brazo y me tironeó para arriba.
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¿Sólo amigos? (Jaime y tú)#2 [TERMINADA]
RomantikLas cosas cambian tan fácilmente, de ya no saber como odiarlo más a querer sentirlo junto a mí el mayor tiempo posible. En un abrir y cerrar de ojos, todo cambió. ||Portada por mayrapinto90||