Más terco no se puede. i¿Pero aun no entiende que no tenemos su dinero?!
Aprieto los puños, intentando no contestar. Jefnier me echa un vistazo rapido, haciéndome entender que él controla. Me calmo un poco.
Si dice que todo está bajo control debe de ser verdad. Al menos, eso espero.
—Jefnier: "Lo hemos entendido, Giorgio. Pero por mucho miedo que les metas no vas a recuperar antes el dinero."—
—Mancini: "¡Me estás tocando los cojones, Osorio! ¡Para ya con eso!"—
Jefnier se calla de inmediato. En cuanto a Mancini, camina un poco por la sala antes de desafiarnos con mala cara. Estoy alucinada por la capacidad de este hombre para reírse de la gente, y decido que ya es hora de hacer preguntas de verdad.
—Jessica: "Si lo entiendo bien, ¿dejar en paz a mi hermano no está en sus planes?"—
Jefnier se gira para regañarme con la mirada, pero me da igual. Al constatar que yo sigo erre que erre, se viene rápido hacia mí y me dice entre dientes.
—Jefnier: "¡Pero coño Jessica, cállate!"—
—Mancini: "¡Haz que se calle tu muñequita!"—
¿"Muñequita"? Este apelativo me es insoportable. Avanzo con paso firme hacia Mancini, dispuesta a hacerle frente. Jefnier intenta retenerme cogiéndome el brazo, pero me suelto. Mi mente está tan confusa que ya ni pienso.
—Jessica: "Usted es cruel y despiadado. ¿Como hace para seguir mirandose al espejo?"—
—Jefnier: "¡Jessica!"—
—Jessica: "¿Qué?"—
—Jefnier: "¡Cállate!"—
Exploto ante la orden que Jefnier me da. Tiene cara seria, parece que no le hace mucha gracia. Viendo el espectáculo de hace un rato, lo puedo entender. Pero esto, Mancini se está burlando abiertamente de mí y me cuesta soportarlo sin decir nada.
—Jessica: "Jefnier, se está..."—
—Mancini: "¡CÁLLATE, IDIOTA!"—
La voz del mafioso resuena en la sala. Jefnier pone violentamente su mano en mi boca para que me calle. Lucho con rabia.
En circunstancias normales, me habría gustado esta mordaza improvisada. Pero ahora, no es ni el lugar ni el momento.
Cuando oigo un extraño ruido, me quedo inmóvil antes de girarme hacia atrás. Dos hombres de Mancini acaban de apuntarnos con sus armas.
Jefnier me coge fuerte de la cintura y se acerca a mi oído.—Jefnier: "¡Te dije que te callaras, coño!"—
Luego, me suelta brutalmente y da un paso al frente con las manos casi en alto.
—Jefnier: "Uy, calmaos chicas. No estamos aquí para ensuciar nuestros trajes."—
Le hace una mirada insistente a su jefe antes de encogerse de hombros.
—Jefnier: "Venga, ya hemos andado demasiado con rodeos. ¿Y si fuéramos a discutir esto entre hombres, Giorgio? Me lo debes."—
Mancini le mira con atención, y luego asiente con la cabeza. Veo como las pistolas se desvían de pronto hacia mí. No me atrevo ni a respirar.
Miro desesperadamente a Jefnier quien sigue alejándose de mí para ir hacia el mafioso.
—Jefnier: "Tú, ni te mueves. Y sobre todo: CIERRA EL PICO."—
Jefnier y Mancini se alejan, mientras que yo me quedo sin decir ni mu delante de los cañones de revólver que me están apuntando. No sé qué me ha dado, pero en ese momento mi cerebro como que se desconectó del mundo real. La situación de mi hermano me vuelve inestable a más no poder.
Tendría que haber tomado en cuenta la recomendación de Jefnier y no decir nada. Pero ya ves, soy como soy. E incluso si a veces me odio, no puedo ir en contra de mi naturaleza. Y sin embargo sé que esta actitud no me lleva a ninguna parte, ¡no tengo más que mirar a mi alrededor!
Suspiro largo y tendido y me cruzo de brazos. Ya me imaginaba que era una mala idea venir aquí. No entiendo por qué Jefnier me pidió que le acompañara. Distraer a Mancini... ¡esa sí que es buena! ve el resultado...
Les paso revista a los matones que me están observando tranquilamente. Sus armas siguen apuntándome, pero algo ha cambiado. Es como si no fuera más que una formalidad ahora. Probablemente debo considerarlo como un progreso.
Oigo a Mancini pegar una exclamación ahogada, y me giro para examinar la negociación. Jefnier y él aún siguen apartados a un lado, me están dando la espalda. Giorgio es el más grande de los dos.
Aun así, tanto uno como otro emanan un aura de poder y de peligrosidad palpable. Muy a mi pesar, un escalofrío de excitación recorre mis venas. Sé que está mal, que son peligrosos y que tendría que mantenerme alejada de ese tipo de "chicos malos".
Pero, desde hace poco, encuentro que me atrae de pronto el peligro. (Extraño...)
Se me empieza a hacer el tiempo eterno. La negociación pinta mal. Esos dos no paran de darle al palique y yo estoy empezando a perder la paciencia. Tampoco es como si no tuviera que ir al trabajo mañana y que nos estuviéramos acercando poco a poco al alba.
¿Y si les digo que se espabilen un poco? No. Jefnier me ha pedido que me calle.
No tengo otra elección, tengo que armarme de paciencia. Las espaldas de esos dos hombres atraen mi mirada como un imán. Grandes, musculosos, poderosos... masculinos. Viriles. En la oscuridad se parecen.
Sacudo la cabeza para concentrarme. Esta historia me está volviendo loca y no sé ni lo que hago. Dicho esto, me pregunto si Mancini es tan frío como parece. ¿O es solo fachada, como pasa con Jefnier?
Y en cuanto a Jefnier, ¿cuál es su verdadero yo? ¿Cómo se lo tomaría Jeimax si supiera lo de esta noche?
En el peor de los casos, si oye algo, se lo explico y punto. Lo entenderá. Con un movimiento más bien sincronizado, los dos hombres se giran y vienen hacia mí. (¡Aleluya! ¡Ya me estaban saliendo raíces!) Miro atentamente a Mancini para intentar adivinar por su cara por donde van los tiros. ¿De qué han estado hablando? ¿Qué han decidido? Es una pérdida de tiempo. Su cara es indescifrable.
Jefnier me gratifica con una mirada torva mientras se me acerca. Yo levanto una ceja inquisitiva, pero no hay respuesta.
—Mancini: "Bueno. No te acompaño. Ya conoces el camino. En cuanto a tu amiga, más le valdría mantenerse a raya la próxima vez si quiere seguir con vida."—
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𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔 (lunay-Jefnier Osorio )
РазноеJefnier Osorio - cuando estes encima de mi mátame, no tengas clemencia. ⚠️⚠️⚠️⚠️ La historia se empezó Domingo, 4 de julio, 2021 Actualizo rápido! Si te gusta por favor apoyar.