3 𖠗 muerte en vida.

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Virgo observaban completamente callado la escena que lo rodeaba preguntándose cómo había pasado de estar en un ambiente completamente desconfiado a ser el centro directo de teorías e hipótesis para derrocar al Estado.

La actitud precavida que el chico llamado Piscis había adoptado ante él aludiendo a una lista aparentemente sin final sobre todos los peligros que significaba siquiera hablar con él se habían esfumado con una rapidez increíble. Ahora mismo le daba la impresión que lo había aceptado como uno más de los suyos sin necesidad de hacer nada a cambio.

Una personalidad interesante” pensó mientras observaba su figura. Observó que de a ratos el del lunar sonreía con grandilocuencia y siempre dejaba entre sus palabras espacio suficiente para alguna broma o comentario irónico.

En cambio Sagitario se le presentó algo más difícil de leer. Su figura encorvada, de a ratos nerviosa y permitiéndose decir lo justo y necesario no acababan de brindarle la información necesaria. Sin embargo supo que debería ser instintivamente más confiable que Piscis, al menos ante sus ojos de ángel lo era.

En cuanto a Tauro, se trataba de un chico al que la palabra difícil se le quedaba demasiado corta. A pesar de ser un simple desconocido ya lo había acogido entre su grupo más íntimo sin pensarlo dos veces, seguramente con una idea en su cabeza, pero al fin y al cabo no era algo normal hacer algo así.

El aura de líder que lo rodeaba le sentaba tan bien que podría lucirlo como un accesorio de tratarse de un objeto tangible, pero no lo necesitaba en absoluto para demostrar de lo que era capaz.
Ahora mismo se limitaba a escuchar todo en silencio y con una atención respetuosa.

—Según las historias, son tres los ángeles —señaló Sagitario.

—Oh, alguien estuvo leyendo —comentó Piscis.

—Y deben reunirse una tarde de marzo —continuó Tauro sin prestarle atención al pez. —Tenemos a uno. Debemos encontrar a los otros antes de que caigan en las manos equivocadas.

Lo cierto era que Virgo no sabía absolutamente nada de la existencia de otras personas con su misma “condición”. En primer lugar había tenido un trago difícil intentando lidiar él mismo consigo como para adentrarse en los confines de lo que significaba.

—Y hacer una obra caritativa gratis porque somos ésa clase de personas desinteresadas y para nada lideradas por la avaricia —siguió Piscis.

Tauro rodó sus ojos hacia él. Sagitario suspiró escondiendo su rostro entre sus rodillas como si se tratara de un niño pequeño que intenta disfrazar su frustración.

—Anda. Exprésate —lo animó finalmente Tauro.

Piscis se inclinó dibujando una cómica reverencia con su grácil silueta, agradecido por tener un pase libre para hablar y ser escuchado en esta ocasión.

—¿Qué es lo que nos diferencia exactamente de los miembros de la iglesia? —comenzó. —Seguro, somos inferiores en números, pero seguimos siendo viles humanos guiados únicamente por la codicia. ¿O me vas a decir que no pretendes obtener nada a cambio de refugiar ángeles en tu casa?

Esto último lo dijo específicamente dirigiéndose hacia Tauro, quien ya suponía desde hacía rato el rumbo que tomaría aquella conversación, conociendo de memoria el mecanismo de pensamiento tan certero que seguía Piscis desde que tuvo uso de razón.

—Estás en lo cierto —torció Tauro sin cambiar la expresión en su rostro. —Cuando se trata de codicia soy el peor de entre todos. Así que eres libre de irte, Virgo, si así lo deseas. Créeme que no encontrarás otra oportunidad de abandonar la partida una vez te encuentre la iglesia de Gaia.

𖠗 angel by the wings | zodiaco BL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora