En el nido de las serpientes

Piensa rápido

La casa de Evan se ha convertido en una especie de cuartel secreto, nadie dice nada a paesar de las muchas preguntas al aire que todavía los aquejan. Pandora se ha recuperado en su totalidad y Barty se siente aliviado al respecto. Nadie pregunta sobre la desaperición del hijo del Jefe del departamento de seguridad ni de la muerte de la familia de ese hombre squib que buscaba educación mágica para aquellos niños sin magia nacidos de magos. Es  como si no hubiera pasado nada. Tampoco están buscando a Regulus. Nadie los está buscando.

Con cada día que pasa, la cuenta regresiva para volver a Hogwarts se vuelve más corta y nadie sabe que hacer. Por lo general están acompañados por un silencio solemne que los hace tener tics nerviosos, especialmente Barty, porque por alguna razón le recuerda el sonido de las noches cuando su papá... Bueno, ya no quiere recordarlo, especialmente después de ver como afectó a Evan el haber matado a su propio padre.

Están acurrucados en el sillón, Evan lo abraza y su mejilla se presiona contra su pecho, Jordan está en el suelo dormido, Regulus está mirando la chimenea y Pandora está en su estudio. En ese momento no hay forma de explicar lo que siente, tal vez es paz. Tener a sus amigos lo reconforta, están juntos y en silencio y vivos y Barty se siente agradecido. Tal vez es pánico, porque todo parece que está bien pero en el fondo sabe que es solo por un momento y luego todo se vendrá a bajo; volver a Hogwarts parece irrelevante con todo lo que está sucediendo al rededor... Si pudiera volver el tiempo...

Una bombilla iluminada se posa en su cabeza y no puede evitar incorporarse, porque...

Si puede. Él puede volver en el tiempo. 

Su respiración se estremece mientras los recuerdos lo golpean, se arremolinan sobre él y los pasa a través de un filtro de lupa. 

¿Qué tendría que hacer primero? Cuando leyó el panfleto informativo, decía que para tomar las clases, tendría que volver a dónde todo comenzó. No hay una regla general del tiempo, probablemente pueda regresar un mes. Tal vez un año. Pero su prioridad ¿Cuál es su prioridad? Tal vez que no maten a los padres de Jordan, tal vez eviten la explosión.

¿Dónde comenzó todo?

-¿Bart? Barty ¿Estás bien?- Evan acaricia su mejilla y lo regresa a la realidad, no se ha dado cuenta de que se puso de pie y estuvo dándole vueltas al salón principal- Oye ¿qué pasa?

Barty no dice nada, su cerebro comienza a ronronear. Regulus aparta la mirada del fuego y lo mira como si también hubiera estado pensando en un plan, como si pudieran comunicar la ferviente necesidad de hacer algo de una vez por todas. 

Hace caso omiso a las súplicas de Evan y sigue maquinando. De acuerdo ¿Qué tengo que hacer? Lo primero es conseguir el giratiempo, está en Hogwarts porque le prohiben llevarlo consigo. Tienen unas 100 formas diferentes de entrar por el castillo sin ser vistos, pero ¿está realmente en la escuela? Intenta recordar si regresan los giratiempos al ministerio una vez que el ocupante se ausenta, él solo sabe que un día antes de partir, tiene que dejarlo en la oficina del profesor Flitwick. Tal vez pueda esperar a regresar al castillo. Si, no es tan arriesgado.

De repente Hogwarts ya no es tan irrelevante. Tiene que hacerlo una vez que lo tenga en sus manos.

Con eso en mente, sus pies lo dirigen a su dormitorio y busca en el escritorio una pluma y un trozo de pergamino. Regulus lo sigue, pero no le presta atención.

En el pergamino comienza a trazar pequeños hilos de información sobre el plan. A su lado, Evan se inclina sobre la mesa inspeccionando su trabajo, no se inmuta ante los "¿Qué es eso?"

-Será inútil. El giratiempo tiene un límite de diez días.- Barty se giró en su dirección con gesto confundido- Evan me lo dijo, los diez días se cumplen pasado mañana. Una vez que estemos en Hogwarts no tendrá sentido utilizarlo.

La mirada de Evan saltaba entre los dos chicos -¿De qué hablas, Reg? No entiendo...- Regulus tragó pesado, pero Barty captó el mensaje; no debía hacer alboroto por eso, Evan y Reg son cercanos, evidentemente compartiría el secreto.

-¿No le contaron a Jordan, verdad?- Sus amigos negaron sacudiendo la cabeza. Barty soltó un suspiro exasperado. Después de haber dado por muerto a su amigo ya nada se sentía igual. En su corazón Evan estaba dado por sentado, la relación con Regulus estaba tensa por lo que no tenía muchas ganas de pensar en ello, pero una vez que vió el rostro de su madre horrorizado al enterarse de la masacre de los Miller, su mundo se vino abajo. Estaba cargado de culpa e ira, pero cuando lo vió vivo también tuvo la sensación que querer hacer bien las cosas que había estado haciendo mal con sus amigos, la única familia que le quedaba.

A pesar de eso, no quería decirle a Jordan sobre el tema del giratiempo. No era desconfianza pero sentía que si el plan que estaba tomando forma en su cabeza era complicado con Evan y Regulus, seguro se volvería imposible con Jordan, que de los cinco había sido el más afectado.

Hubo un silencio extraño en el cuarto, no miedo sino confusión... Todos pensaban en silencio una forma de darle sentido a la idea que ni siquiera había Sido sanjada en voz alta.

Evan suspiró.

-¿Me están queriendo decir...-Barty y Regulus lo miraron con expectación- que quieren viajar en el tiempo, usando el giratiempo para evitar la explosión?

Barty negó, Regulus asintió.

-No tiene sentido, chicos. La explosión la provocaron los seguidores de Voldemort. ¿Cómo podríamos detenerlo?

Barty desvío la mirada hacia Regulus, un atisbo de melancolía se instaló en su semblante. Todo el rollo esto de viajar en el tiempo era un tema delicado.

-De todas formas- Dijo Regulus- Si tuviéramos un plan infalible, todavía tenemos que encontrar una forma de hacernos con el aparato en las próximas 24 horas.

Todos suspiraron. Tal vez la única opción era escapar, tal vez lo único que les quedaba opción era experimentar los efectos de la marca tenebrosa en el brazo de Regulus y esperar que no tuviera un efecto de rastreo para poder largarse. Nunca lo admiraría en voz alta, Pero ya había pensado en ello antes. Tenía muchas ganas de marcharse con sus amigos, cumplir 17 años, deshacerse del radar del ministerio y vivir en Francia, o en Italia, tal vez. Había hecho minuciosos planes sobre ello, incluso tenía en un calendario el momento en el que comenzaría a tantear terreno (de eso hace seis meses, a través de mensajes subliminales como: ¿No te gustaría vivir en Francia? ¿Qué tan importante es terminar de estudiar en Hogwarts si no tenemos intenciones de trabajar en el ministerio?) Y el día en el que se los plantearía de cara: Me iré en cuanto cumpla 17, ¿se van conmigo o sin mi?

Ahora ya nada de eso importaba, todo se vino a bajo en cuanto la guerra explotó. Incluso si evitaban un comienzo tan intenso como el que había ocurrido, todavía sabrían contra quien tendrían que luchar. Pandora tenía razón, ¿En qué mundo podrían vivir si ya no había un mundo? Debía intentarlo.

Todos los pensamientos se amontonaron y de repente tuvo esa sensación de querer acurrucarse en el pecho de Evan y dormir hasta que todos los males del mundo desaparezcan. Buscó sus ojos con desesperación. Esos ojos preciosos que limpiaban su interior. Evan extendió una mano y acarició su rodilla, el tacto lo estremeció y se sintió aliviado. Se recordó a si mismo para quien estaba luchando. No estaba luchando por las vidas que no conocía, el mundo no merecía una oportunidad por existir, merecía una oportunidad porque Barty todavía no le regalaba el mundo a Evan Rosier. Evitar la guerra era escencial por eso, por su amor y sus hermanos. Regulus estaba allí en con él, no sabía si estaba enamorado de James, pero sabía que James estaba dispuesto (mínimamente) a venderse como esclavo solo para pasar más tiempo con él.

James tal vez lucharía cara a cara contra Voldemort en venganza por marcar a Reg. ¿Por qué de repente James se instaló en su mente?

Mientras ve a Regulus junto a él, los recuerdos le comienzan a brindar la información que necesita. La capa.

La capa de James.