Misión de padres | FREDDWAY | Finalizada

Capítulo 14

Después de ese altercado, no volvió a meterse en problemas, había sido todo lo contrario, después de que pasará a ser la burla de todos, se había convertido en el chico más popular del colegio, nunca tuvo un amigo en específico, solo tíos que lo seguían porque querían acercarse a él, las chicas lo perseguían para intentar hablar con el, pero el pasaba de largo y las ignoraba, entendían porque, rubio, ojos azules, mirada perdida y atractiva, Gustabo había pasado de ser un niño tierno a un joven guapo e inalcanzable; incluso sus padres estaban sorprendidos por ese cambio, ¿Cómo había sucedió? Hace tiempo era un niño que se asustaba por la obscuridad y ahora, era un joven con una personalidad única.

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Y así curso toda su escolaridad secundaria, relativamente tranquila, termino por graduarse con unas calificaciones impecables y esa sonrisa presumida lo decía todo, aquel día de graduación, había recibido una visita bastante inesperada, estaba con sus padres, ya había alcanzado a ambos en estatura, pero seguía siendo más bajo que ellos. Mientras conversaba tranquilo con ellos, a lo lejos un rostro familiar se acercaba hacia el.

—¡Gustabooooo!

—No me jodas. . . ¡Isidoro hijoputa'!

Ambos amigos se abalanzaron sobre si mismos y se unieron en un amistoso abrazo, Freddy y Conway estaban asombrados por el cambio de aquel niño feo que había conocido hace años, era más alto que su hijo, su musculatura era prominente, su vestimenta no era para nada conservadora o algo que vistiera su padre, parecía un vago a sus ojos.

—¿Este tío en serio es hijo de Gonzalo? Parece un puto cani de mierda.

—Y retrasado, míralo como va con los pantalones.

Mientras la pareja criticaba al contrario, Gustabo estaba sumamente contento con la llegada de su viejo amigo, quien le presumía a detalle el lugar donde había ido a vivir y su popularidad con las chicas y chicos.

—Hombre, pero tú volviste siendo un puto bestia.

—Claro tete, pero tú no te quedas atrás desgraciao' estás guapísimo tío. Gustabo, que yo por ti me hago gae.

—¿Qué cojones dices, tío? Si yo soy asexual, a mi no me atrae nada.

—Que desperdicio de belleza Gustabo, que te tengo que contar muchos chismes, ¿Has visto mis orejas?

Gustabo observo y noto los pendientes, inmediatamente llamaron su atención y la idea de hacerse lo mismo en sus orejas no estaba demasiado lejos. Tenía 16 años, por supuesto que sus padres tenían que darle permiso; pero lo que no sabían es que tanto Freddy como Conway entrarían en la etapa de negación y con eso, significaba que la etapa rebelde de Gustabo, estaba por comenzar.

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La primera semana de preparatoria había sido excelente, Gustabo e Isidoro irían a la misma, ambos eran ya los chicos más populares del instituto, dónde iba Isidoro, también iba Gustabo, el pelinegro siempre pasaba en su coche por el rubio y fue ahí cuando los celos de cierta persona empezaron.

—¡Ja! ¿Puedes creerlo? Llevo casi toda mi puta vida llevando a ese mocoso al colegio y ahora, me manda a tomar por culo porque prefiere a su amiguito de mierda.

—Neno. . .

—¿Qué se piensa? No puede hacerme esto, ¡Que yo soy su padre!

—¡Conway! Discutamos esto en casa, que llevamos a dos detenidos desagrandose.

—S-Si, por favor. . . Después escuchamos la historia de su hijo y su novio.

—¡No es su novio! Es un chaval de mierda con complejo de cani, es que voy a reventarle la puta cabeza cuando lo vea.

Freddy suspiro y espero a que llegarán al hospital, tenían demasiado trabajo y este iba en aumento, por lo que Gustabo estaba con menor vigilancia. Cuando todos llegaron a casa después de una jordana de trabajo y escuela, solo querían una cena tranquila, pero eso no fue posible, pues Jack estalló cuando vio a Gustabo con una perforación en la ceja y ambas orejas con pendientes.

—¡No me toques los cojones anormal! Todo esto es por el inodoro de mierda.

—¡Tu no me toques los cojones viejo! Es un puto pendiente de mierda.

Freddy al escuchar ese "viejo" también se unió a la conversación. —¿Cómo que "viejo" pavo? Nunca le has hablado mal a tu padre, ¿Qué te hace pensar que puedes hacerlo ahora?

—¿Ahora tu también? ¡El me llama anormal! Defiendeme a mi.

—No, no. Esto no se trata de defender a alguien, es que eres un mocoso de mierda aún, no puedes venir y hacer lo que te salga de las pelotas sin nuestra autorización, ¿Me entiendes?

—¡Ni siquiera es mi padre! No sé porque debería importarle como le hablo.

Esas palabras habían sido lo más horrible que había escuchado Jack, quien solo lo miro en silencio, Gustabo se dió cuenta de sus palabras y no sabía cómo evadir esa mirada de decepción, se levantó y se fue a su habitación, la pareja escucho el estruendo de la puerta cerrarse y soltaron un largo suspiro, Jack se levantó también y se fue a su habitación sin decir una palabra, Freddy entendía, no debía estarla pasando bien. Se puso de pie y subió a la segunda planta, irrumpió en la habitación de Gustabo y lo miro con los brazos cruzados.

—No digas nada, solo quiero que sepas que le acabas de dar un golpe muy duro a tu padre, ese hombre tiene un gran corazón y gran parte de él, te lo entrego a ti cuando te tomo en brazos y te protegió. Haz lo que creas que es mejor, neno.

Freddy lo miro por última vez y se retiró de la habitación. Gustabo soltó un suspiro, había sido lo peor que pudo haber hecho en toda su vida, su padre tenía razón, nunca pregunto cómo es que esos dos hombres se habían vuelto su familia, pero si sabía que debía ser agradecido con ellos, porque hasta donde el tenía memoria, nunca había sufrido en su vida y siempre, fue feliz a su lado; se recostó en la cama y sintió sus ojos azules húmedos, hace mucho que no lloraba y no podía creer que la situación era porque peleó con sus padres, se abrazo de su almohada y pensó en una buena disculpa, no quería volver a pasar por algo así.

Remin