1 | El chico de ojos azules.
Janeth
Camino a pasos lentos hacia la pequeña cafetería que se ubica en la esquina. Mi casa no está muy lejos de ahí, solo necesito caminar unos cuantos kilómetros para llegar.
Abro la puerta y la campanilla que se ubica en la entrada, anuncia mi llegada. Me siento en una de las mesas vacías, mientras espero ser atendida por algún mesero o mesera. Tengo la mirada perdida en la mesa cómo mirándola pudiera descubrir algo interesante.
Mi mente está completamente en blanco y siento la necesidad de pensar en algo. Pero me es imposible hacerlo.
—Buenos días —me saluda una chica alta.
—Buenos dias —sonrió.
—¿Qué le ofrecemos?
—Un café Latte.
—Enseguida se lo traigo —la chica se retira.
Mi sonrisa muere en cuanto ella se va, tengo la extraña sensación que la vida se me pasa más lento que a los demás.
«Tal vez sea porque su vida no es tan aburrida» pienso.
La chica vuelve con mi café, se lo pago para poder disfrutar de mi café en paz, mi mesa esta junto a la ventana, por lo tanto veo a las personas pasar.
Por ella veo a un chico alto, medio delgado cabello castaño y unos ojos azules, que cualquiera diría que enamoran. Su mirada está perdida y me causa cierta curiosidad. Lo observo entrar a la cafetería su mesa esta cerca de la mía. Así que escucho su pedido.
«Un Azteca» tomo nota mental, para algún día probarlo.
Mira la mesa cómo si fuera a descubrir algo maravilloso en ella. Su mirada parece perdida, la curiosidad invade cada parte de mi cuerpo. Miró atentamente sus movimientos, traza líneas invisibles en la mesa.
Levanta la mirada y choca con la mía, pero no me la sostiene por mucho tiempo, porque al cabo de unos segundos cambia la mirada indiferentemente.
No sé que es lo que esperaba ni siquiera me conoce, ni yo a él. Intento mirar a cualquier lugar que no sea él, pero me es imposible.
Más cuando llega su gran pedido, es una pequeña copa de vidrio con una mezcla de café, leche, espuma y helado.
Paga su café y la mesera intenta coquetear con él pero parece no estar interesado en nada. Miro mi reloj y me doy cuenta que si me quedo más tiempo se me hará tarde para ir a trabajar.
Me levanto de la mesa dejo la propina debajo de la taza, en la que tome mi café, apresar que ya había dejado una buena cantidad de propina, cuando pague mi café.
Camino hacia la salida. No sin antes echar una mirada al chico de ojos azules. Él sigue en la misma posición.
Salgo de la cafetería "On the moon". Camino hacia el trabajo, queda a muy pocas cuadras de mí casa, así que no será un problema llegar temprano. Echo un vistazo a la cafetería pero no logro ver al chico.
Me siento tan ridícula al darme cuenta lo que estoy haciendo. Ni que fuera una adolescente.
«Comportate Janeth tienes veinticuatro»
Llego a la editorial, mí pequeña y acogedora oficina me recibe cómo todos los días. Durante mucho tiempo he trabajado en este lugar, desde pequeña siempre me ha gustado leer. Y es por eso que en cuanto termine la universidad decidí estudiar Filología.
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Una Última Vez
RomantikMuchos dicen que la vida es lo más preciado que uno puedo tener, pero ¿Qué pasa cuando ya no tiene sentido? ¿Que pasa cuando ya no tienes una razón para seguir? *** La vida para Janeth, no significa mucho. Gabriel luego de una desilución cree que...