Era un sábado, Amélia era una chica dulce, de pelo corto castaño claro y vestimenta masculina, lo que más llamaba la atención eran sus hermosos ojos... Quién no se fijaría en esos ojos con heterocromía, azul claro y marrón avellana... Ella estaba con su mejor amigo Omar y su mejor amiga Nora. Ellos tres fueron invitados a una fiesta, en la que amigos invitaban a amigos, ahí pasaron una gran diversión, charlando, bailando, riendo. Sin duda esa era la mejor fiesta.Después de un buen rato la chica de ojos hermosos, Amélia, se fijó en una chica de pelo largo castaño oscuro con partes del pelo por debajo teñido de rojo, parecía una chica ruda y muy seria, lo que más caracterizaba a esta chica era su marcado abdomen musculoso y sus brazos musculosos, Amélia se quedó un poco embobada observándola, Omar se percató de a quién observaba nuestra chica de ojos hermosos, Omar le dijo algo por lo bajo a Nora, Nora se río y ambos sé acercaron a Amélia y cada uno por cada lado le tocaron cada hombro y nuestra chica quedó confusa... ¿Le habían visto? Varios pensamientos similares se le vino a su cabeza.
Omar y Nora. Estos dos tenían un plan entre manos... Amélia se dejó llevar por ellos, ya que estaban yendo más cerca de la chica musculosa, pero cuando estaban apunto de estar casi literalmente al lado de la chica musculosa Amélia detuvo el paso.
- ¿Qué creen que hacen? -preguntó Amélia con confusión en su rostro-.
Omar y Nora se miraron, parecía que se hablaron con la mirada, se rieron y volvieron la mirada hacia nuestra amiga de pelo corto.
- Es tu tipo,¿ o no? -preguntó Nora con una sonrisa bromista-.
Amélia se ruborizada un poco, pero mira a la chica de vuelta y se percata que la chica musculosa la observava con interés, cruzaron miradas, ambas disimuladamente volvieron su vista a otro lugar.
- Nora, ¿cómo crees que me va a atraer? -Amélia observa a sus amigos disimulando su nerviosismo por el cruce de miradas, eso aceleró su corazón -.
Omar mira a la chica musculosa y luego a Amélia.
- Entonces, ¿yo tu tipo? -preguntó Nora bromeando-.
Amélia frunció el ceño.
De pronto se escucha una risa cerca de ellos, era esa chica musculosa, Amélia se ruborizó un poco y sonrío mientras observaba a la chica.
Omar al ver la situación se acerca a Amélia y le pasa el brazo por encima a Amélia y le hace un gesto burlón con la cara en broma, haciendo referencia a que a nuestra chica de pelo corto le gustaba la chica musculosa.
- ¡Déjame en paz! -dice Amélia mientras se quita el brazo de Omar de encima y se va al baño directamente, molesta con su amigo. -
Estando en el baño, Amélia se retoca un poco el pelo, se frota la cara con agua para resfrescarse. Y estuvo ahí enfrente del espejo aclarando sus ideas. Después de unos 10 minutos entra la chica musculosa a uno de los cubículos, Amélia la observa entrar y su corazón acelera un poco más rápido de lo habitual, ¿se enamoraró a primera vista?.
Cuando pasó un rato después, salió la chica del cubículo y se empezó a lavar las manos, esta, observó a Amélia que aún seguía ahí y cuando se secó las manos decidió hablarle a nuestra amiga de pelo corto.
- Hola, me llamo Marceline, te he visto por aquí y he notado que has estado un buen rato aquí. Te sientes bien? -preguntó con curiosidad. -
- Ah- amm, sí, sí, estoy bien, me siento bien, solo que estaba relajándome un poco por la multitud que hay y... Eso... -respondió Amélia un poco nerviosa. - por cierto me llamo Amélia, encangada.
Amélia se tornaba un poco nerviosa, ¿esta chica va a ser su futuro amor? O ¿Sólo será una persona pasajera? Sin duda nuestra chica de ojos lindos sentía algo por Marceline.
-Marceline se encontraba sonriente y se le iluminó un poco los ojos cuando Amélia dijo su nombre- oh, así que te llamas Amélia... Bonito nombre. -hizo una breve pausa fijándose en los ojos de Amélia- tienes unos ojos muy hermosos... No dejaría de mirarlos ni por mil años, a eso se le llama heterocromia, no?
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¿¡ESTO ES UN AMOR OBSESIVO!?
General FictionEstas dos chicas se conocieron en una fiesta, ambas chicas cuando cruzaron miradas sintieron una conexión, pero ninguna de las dos esperaba lo que estaba por venir