María José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida:
1- Está locamente enamorada de su mejor amiga.
2- Ella no le corresponde.
¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz?
¿Daniela le corresponderá?
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Mientras la noche empezaba a acercarse, los nervios de Poché iban en aumento. El momento esperado se encontraba ya a la vuelta de la esquina, lo que provocaba que la morena mirara su reloj cada 10 micro-segundos.
-Gordi ¿Que pasa? ¿Esperas algo?- Poché tuvo que enfrentarse a la mirada de desconcierto de Calle. Decidió solo sonreír para restarle importancia al asunto, la castaña la miró algo confusa pero resignada a la respuesta.
-Bueno... ¿Están preparadas para el final del Tour?- Mari intentó cambiar de tema lo más rápido posible.
-¿Preparada? ¡Estoy deseándolo!- Espetó Abi con entusiasmo, Mari chocó los cinco con ella en señal de apoyo.
A los pocos instantes, el móvil de Poché vibró en su bolsillo, la morena bostezó antes de prestarle atención.
Abi💕 activo ahora ¿Cuando tienes pensado llevarla? ¡Son las 22:30!
Poché asintió hacía Abi con una sonrisa nerviosa.
-Calle, ¿Me puedes dejar tus planchas del pelo? Se me estropearon las que compre en Singapure- Abi empezó a interpretar el papel indicado.
-¿Volviste a romperlas? No tenían ni un mes- Alegó Calle sonriendo.
-Ya sabes como soy- la castaña asintió dándole la razón, las cuatro rieron, Calle le dio un corto beso a Poché antes de alejarse junto a Abi.
-Primera parte del plan... completada- Mari lo tomaba en broma.
-Calla- Exigió Poché entre risas. Se levantaron de la mesa para encaminarse hacía la habitación de Mari.
Calle nunca sospechó nada, por esa razón, se llevó una agradable sorpresa al abrir la puerta de la habitación y encontrarse con el primero de una cadena de eventos que la conduciría a una de las mejores noches de su vida.
Sobre la cama King Size descansaba un delicado vestido ajustado color crema... muy de su estilo... Accesorios, zapatos, incluso el bolso a juego. Alguien se había tomado la molestia de buscarlo todo a su gusto. Junto a las almohadas se encontraba una pequeña tarjeta de color verde, esta resaltaba por su color enfrentado al blanco de las sábanas. Calle la recogió emocuonada, quería conocer al autor de aquella dulce sorpresa.
Amor, Te espero en donde menos te lo esperas, por favor sigue los pasos hasta encontrarme. Te estaré esperando, MJG.
Calle estrujó la nota sobre su pecho. Sabía perfectamente que solo Poché podía haber planeado todo aquello.
Poché logró prepararse a duras penas, pues los nervios empezaban a hacerle perder el control sobre sus manos.
-Tranquila pitufo, todo saldrá a la perfección- Alegaba Mari mientras su amiga entraba al taxi que la esperaba con impaciencia en la puerta del hotel.
