María José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida:
1- Está locamente enamorada de su mejor amiga.
2- Ella no le corresponde.
¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz?
¿Daniela le corresponderá?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Tour terminó a finales de Agosto.
Calle y Poché habían mantenido el contacto estrictamente necesario, pero ahora, la castaña sentía que no volvería a ver a su amada. Su cabeza le decía que eso era prácticamente imposible, pues el canal necesitaba la presencia de sus cuatro integrantes.
El último país del Tour fue Brasil, donde tuvieron una exitosa quedada.
Calle intentaba disfrutar al máximo cada segundo que le restaba junto a Poché. Intentaba estar cerca de ella sin invadir su espacio, procuraba que no pareciera que la vigilaba a pesar de que no la perdía de vista. Abi y Mari empezaban a preocuparse un poco por ella.
Aterrizaron en Bogotá a mediodía, Poché se despidió rápidamente de Abi y Mari, no quería quedarse y ver marchar a Calle, se sabía poco fuerte para soportar verla marchar por primera vez en años en la dirección contraria a la suya.
Poché había decidido quedarse en su anterior casa y dejarle a Calle la que compartían. La morena ni siquiera tenía intención de ir a buscar sus cosas, seguramente iría en algún momento en que la casa estuviera sola.
Calle no soportaba la idea de volver sola a casa después de tanto tiempo sin hacerlo, pero no le quedaba más remedio, pues Poché no deseaba acompañarla.
Todas decidieron pasar la semana de descanso en familia antes de embarcarse en una de esas aventuras que te dejan huella.
Un par de semanas atrás, los managers les habían dado la noticia sobre un viaje que harían tras finalizar El Tour por América.
Se trataba de una visita de una semana a Kibera, un asentamiento informal en los suburbios de Nairobi, capital de Kenya, que constituye la mayor barriada pobre del país; con la finalidad de ayudar en la campaña para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Al principio, las chicas tuvieron algunas dudas, al recordar sus experiencias pasadas en estos viajes, pero, tras darle un par de vueltas, decidieron aceptar, pues sabían que los habitantes necesitarían tanta ayuda como fuera necesaria.
A principios de Septiembre, las cuatro se prepararon para el viaje.
Abi se sentía emocionada al volver a ver a Mari después de toda una semana sin estar junto a ella, mientras que Mari no podía con los nervios de volver a ver a esa chica que la traía loca.
Poché no estaba muy alegre con la idea de ver a Calle, había pasado una semana realmente mala, siempre echándola de menos, por suerte, su familia estuvo siempre para hacerla sonreír.
Por otro lado, Calle si parecía muy emocionada con la idea del viaje, con la idea de volver a ver a Poché y pasar junto a ella una semana completa tras una llena de soledad. La semana de Calle no había sido más que horrible, encerrada en una casa llena de recuerdos que la torturaban cada instante del día, pero parecía haber clareado su vida con este nuevo viaje que compartiría junto a su futura ex-esposa.
