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Era otro día común en el cielo, cada angel veía aquellas almas que entraban al paraíso y las guiaba a su camino otros ángeles ayudaban algunas a llegar a reencarnar, en el cielo no solo eran ángeles si no también serafines, los cuales llegaban tener un roll muy importante en el cielo entre muchos más había uno que resaltaba por su carisma y nobleza y ese era Sam un bello ángel, lo veían volando de un lado a otro ayudando a sus hermanos. Sam era todavía un aprendiz del serafin Shaira una ángel que simboliza la bondad pues ella veía mucha potencial en él como su mano derecha.
-Sam, sam! Donde te has metido escurridizo?- dijo Shai entrando en una habitación la cual estaba llena de libros que portaban información del reino en unos cuantos pasos se encontraba sam sentado en la esquina leyendo uno de los cuantos libros que había alrededor, tenía sus ojos en cada palabra que estaba leyendo, pues el libro que tenía entre sus manos era sobre información del infierno le daba curiosidad ya que tanto Los Ángeles como los serafines ninguno iba ni sabía como era realmente ese lugar pues desde el accidente que tuvieron con un ángel ellos mismo se prohibieron viajar abajo
-sabes que no debes esconderte de esa forma-
- perdone mi ángel, pero de tanto trabajo quería distraerme con algo más-  le dio aquel libro que tenía en sus manos shaira lo agarró y con voz delicada le pidió a sam que fuera con sus hermanos ya que lo necesitaban, sam accedió y voló directo con ellos mientras se retiraba shaira miro el libro que este estaba leyendo le sorprendió pero también le disgustó no le gustaba la idea que su aprendiz le interesara la vida de los pecadores almas que no sintieron culpa de sus pecados en vida, tomó valor y escondió ese libro, era sorprendente que de una biblioteca tan grande con tanta información tanto sobre el cielo y el mundo humano solo tuvieran un libro que hablaba sobre la vida en el infierno.

Sam estaba afuera de aquel palacio del cielo y fue volando a ver los demás ángeles que estaban ayudando a las almas en su recarno, las almas en el cielo deciden si están listas para reencarnar y Los Ángeles encantados les ayudan los guían a la luz, su otra vida.
-hey sam y ese milagro que te encuentras antes nosotros? Creí que estabas con shaira- dijo una linda ángel de cabello castaño y largo piel pálida y unos lindos ojos cafés
- Solo estaba pasando por aquí a ver y tal vez ayudar un poco ¿acaso no puedo estar con mi gente?
-no es eso, pero desde que eres aprendiz de shai estás muy distante, entiendo que ser el remplazo de alguien importante debe ser "agotador" sin ofender-
Los dos ángeles se quedaron charlando después de un rato tanto así que el sol ya estaba ocultando

Si en el cielo también anochece.

Sam era un ángel rubio, pálido pero siempre amigable ante todos, un ángel que pronto representaría la felicidad y generosidad ante su pueblo, pero esa bondad que tenía el ángel no solo la veía en las almas que abarcaban el cielo si no también las almas del infiernos, pecadores que con un acto atroz están abajo y no tienen perdón, que raramente reencarnan pero cuando llegan hacerlo su castigo sigue estando con esa persona al menos hasta que aprendan la lección.

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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