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Film se encuentra en la azotea de un planetario temprano en la mañana. Come un sándwich mientras deja las piernas colgar bajo el barandal. Se siente mágico tener el cuerpo en la tierra y los pies flotando. Es un descanso de la realidad. Y así desayuna todos los días. Recordando cómo su papá la llevaba a comer ahí y luego observaban el cielo a través del telescopio a su lado. Porque antes del accidente que acabó con su vida él trabajaba aquí y llevaba a su niña a ver las estrellas poco visibles en las mañanas.

La paz acaba cuando la puerta de la azotea es abierta y una mujer arrastra a un hombre por su corbata hasta azotarlo contra las barandas y agarrarlo de un hombro. —¡¿No vas a pagar?!

—¡P--Pero el contrato no decía nada sobre pagarte mensualmente después del pago inicial!

—Estaba en letras pequeñas. Necesitas mejores espejuelos. — La hostigadora es Namtan, y el hombre un escuálido tembloroso.

—¡Detente! No puedes empujar a ese hombre. — Film se pone en pie y los apunta con el arma. El sándwich cae al suelo.

—¿Eh? Una policía aquí. No estoy empujando a nadie, solo discuto negocios. ¿Es eso un crimen?

—¿De qué tamaño puso las letras que el señor no vio al leer? — Film tienta, entre cerrando los ojos.

—Del tamaño de una hormiga, oficial. Pero incluso las hormigas son visibles. — Namtan sonríe triunfante porque sin evidencias no puede ser detenida. Film chista sin saber qué más decirle para que caiga en la trampa. El hombre llora.

—Señor, pague lo que le debe. — Film guarda el arma en un bolsillo y se acerca a ellos. —Pero al menos dele tiempo para acoplarse. — Ahora se dirige a Nam. Nam se le queda viendo intrigada, porque la detective es tenaz. Le gusta eso en una mujer. La policía se aleja y Namtan la sigue con la mirada.

—Te doy tres semanas. — Nam lo suelta del hombro entonces él cae sobre su trasero repitiendo «Gracias» como un disco rayado mientras sorbe por la nariz. Sin embargo, Nam se retira sin mirarlo. Baja las escaleras y sale del planetario con destino a encontrar a la detective. La encuentra recién marchando del lugar.

—¡Oye tú! — Nam trota. Film voltea con un rostro de pocos amigos y las manos sobre sus caderas. —Eres rápida. Parece que las escaleras no te cansan. Seguro que haces cardio. — Nam respira.

—Qué quieres. — Exige la detective.

—Escucha. No quiero que me sigas molestando entonces, — Nam saca efectivo de su bolsillo y le ofrece unos quinientos, guardando otros cien. —esto no pasó, ¿sí?

Film abofetea la mano con dinero y este llueve alrededor de ellas. Namtan se impacta mientras que Film ni se inmuta. —Yo no acepto sobornos. ¿Qué clase de policía crees que soy, eh? Nadie puede comprarme. Piensa esto cuando le des dinero a otro policía: No tienen respeto e integridad. ¿Soy igual o peor que ellos?

Tras decir eso, Nam traga grueso. La policía debe cruzar la calle entonces la señal cambia a verde para transeúntes. Film cruza la carretera junto a un puñado de personas, cuando un auto viola la ley y corre a alta velocidad. Nam se da cuenta y les avisa a las personas que corran mientras alcanza a Film. Ella agarra a Film de la muñeca, la adhiere a su pecho, y ruedan por el suelo hasta la acera contraria.

Film abre los ojos. Sintiendo la parte posterior de la cabeza protegida. Al contrario de su cuerpo que siente el pavimento pedregoso. Al mirar arriba puede escuchar los latidos de su corazón en su oído. Nam la mira desde arriba y ha protegido su cabeza con una mano, sin importar los golpes que recibiría. Ambas se miran durante segundos.

—¿Estás bien? — Nam pregunta.

Film toma asiento y por inercia, Nam también. La policía busca al hombre del vehículo, pero ha desaparecido. Los transeúntes respiran aliviados de no ser golpeados por el auto. Nam se pone en pie y sujeta su mano herida. Tiene raspones y golpes. Film la mira y no puede evitar preocuparse.

✔|UPEA• FreenBecky, NamtanFilm, MilkLoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora