Capítulo 5: relájate.

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⚠️warning: violencia, lesiones , enfermedades mentales y amenazas de muerte...⚠️ (oemege)



Tras algunas semanas desde que Chester y Charlie se conocieran todo cambio para el chico, no de manera drástica pero si lo suficiente como para calmar su mal estado mental, ahora sabía sabía quien hablar y desahogarse cada que sentía que sus emociones explotarian, tenía una amiga de verdad.

Charlie hacia que los días del bufón fueran más coloridos, más divertidos, siempre después del trabajo salían juntos, salían a parques simplemente a jugar, a las atrapadas o a las escondidas como niños pequeños, aveces Charlie ayudaba a Chester con sus bromas a otros Brawlers.

En una ocasión ambos fueron por la ayuda de la abeja reina, Bea, con tal de hacer una broma, los tres, sobre todo con la ayuda de Bea, metieron abejas en la caja de sorpresas de chester, obviamente dejando un pequeño espacio para dejarlas respirar, esa broma terminó con un cine infectado de abejas y dejando a Fang lleno de picaduras al intentar alejar a esas criaturas voladoras, Bea se encargo de sacar toda abeja de ahí, aun así los tres rieron al final del día.

🐝

Ya con acontecimientos más recientes, Mandy había notado a Chester mucho más relajado, más alegre, volvió a hacerle bromas al personal, pero muchas más a ella, obviamente lo hacía por demostrar su amor hacia ella, era su atípica forma de amar, eso la molesto, mucho, por mas cruel que pareciese, prefería al Chester deprimido y tranquilo, sospechaba que tal vez estaba medicado, o que seguía en contacto con Nita, pero buscaría poder regañarlo y hacerlo sufrir por mínima cosa en la que se equivoque, todo por dejar de tenerlo encima, odiaba sus sentimientos, lo odiaba a él...

La princesa trabajo en un plan, en donde forzaba a Chester a equivocarse para tener una razón y en que culparlo, hacerlo sentir culpable para que baje el perfil y que la deje en paz un rato, tal vez otras mujeres darían lo que sea por que un hombre les rogara de alguna manera corresponder a sus sentimientos, pero sentía a Chester muy molesto, era insoportable y quería hacérselo saber de la manera más cruel posible....

Un nuevo día en la dulceria, el personal llegaba, Chester no tardo en aparecer, pero Mandy ya se había adelantado para abrir cortinas y puertas, preparar todo antes que Chester, esto confundió al bufón, puesto que el siempre lo hacía.

—Hey...¿Caramelito? ¿Por qué abriste tu el lugar? Se supone que yo hago eso, no debías de molestarte...— preguntó el bufón tomando la mano de su reina, ella la aparto rápidamente y empezó su plan

—ugh... es que tu, llegaste jodidamente tarde, eres un flojo...— dijo Mandy alejándose, Chester con eso se sintió ¿mal? Y también confundido, llego a la misma hora de siempre ¿habrá cambiado el horario sin decírselo? Debía averiguarlo para no equivocarse más...

En todo el día y la tarde Mandy se encargo de hacer que Chester se equivocara una y otra vez, el sabía que se estaba equivocado con todo, o limpiando, o atendiendo, tal vez entreteniendo y así todo el día, Chester se daba cuenta de los errores que cometía y se sentía cada vez más mal, Mandy a cada error respondía cosas como " esta bien, supongo..." "ugh... no importa..." "más cuidado..." y así mostrando en su tono su molestia, el bufón trataba de hacer lo mejor, todo lo posible para satisfacer a su reina y dejar de ser un "idiota..."

Una de las fases del plan de Mandy era derramar miel en el piso y culparlo por no limpiar eso...

—¡¡CHESTER!!— grito Mandy para hacer saber al bufón que lo necesitaba...

Chester al no querer defraudarla más, al escucharla comenzó a correr hacia ella, sin percatarse de la sustancia en el piso hasta que fue muy tarde, chester terminó resbalando, esto Mandy no se lo esperaba, menos que Chester al resbalar chocaria con los dispensadores de vidrio con bolas de goma de mascar, estas se terminaron rompiendo con el impacto, lo que causo un gran desastre en la tienda, puesto que los dulces salieron disparados hacia el piso, haciendo tropezar a los que caminaban, o que niños comenzarán a agarrar los dulces y llevárselos, las alarmas de la tienda sonaron, al igual que las alarmas mentales en la cabeza de Chester, Mandy lo vio, ella sabía que debía equivocarse pero no asi, estaba molesta por eso, pero feliz al por fin tener con qué destrozarlo mentalmente...



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