Capitulo 42

13 1 0
                                    

Cuando menos te lo esperas más rápido pasan las cosas y los días claramente, en un momento estaba disfrutando de la playa y en cuestión de poco tiempo preparando las uvas para comernoslas, no tenemos la conciencia de que el tiempo pasa tan rápido. Y que cuando mejor te lo pasas más rápido pasa ese momento.

Cuando la familia se une en la festividad navideña, ves a tus padres tus hermano y tú familia reunida sientes un poco la noción del tiempo, te das cuenta que hiciste lo mismo hace un año y que te queda poco para volver a atragantarte con las uvas, y darte el primer baño del año.

Ya puedes decir las típicas frases que se suelen decir en año nuevo:

"No me ducho desde el año pasado"

"No te veo desde el año pasado"

Y muchas más que suele decirte tu primo pequeño en año nuevo.

—Estoy feliz —me dijo Levana.

—¿Estás feliz cariño?

—Si, mucho.

—¿Por qué?

—Porqué estamos juntos estas navidades , y es bonito, muy bonito.

La abracé y le dí un beso en el pelo rubio con una sonrisa.

—Estás muy guapa.

—Pero si no estoy maquillada, no tengo el pelo bien y tengo el delantal de Iker puesto.

—¿Y? Siempre eres guapa no te hace falta maquillaje para ser guapa, con que me sonrías un poco ya eres preciosa.

A ella le salió una sonrisa tonta en el abrazo, se puso de puntillas y me dio un beso. Rocky ya estaba más grande, pero eso no significa que él no reciba cariño, así que mi chica le dio algo de mimos, realmente estoy celoso de ese bicho con patas.
Lo habíamos recogido de casa de Levana, para que no se quedará solo y para nuestras madres (bueno mi madre y mi futura suegra, yo confío).

Al poco tiempo llegaron nuestros familiares mi piso se empezó a llenar y yo y Levana dejabamos comida en la mesa cada dos por tres, todos los saludos desde el principio, viendo como cada persona dejaba más y comida encima de la mesa, la música se subia y los más pequeños correteaban y se hacían amigos.

Levana sonreía y me dijo varias veces que le encantaba celebrar las fiestas conmigo, el perro ladraba y jugaba con los niños, en un entorno que estaba vacío, se llenó de alegría y de felicidad, el color verde y rojo navideño inundaba la casa, mientras que cantábamos canciones navideñas reunidos.

—Chicos ir pelando las uvas que cada vez queda menos —dijo mi madre.

—Las mías ya están peladas en la copa de la derecha, Edgar ¿necesitas ayuda? —Respondió Levana.

—¿Yo? Nah no te preocupes, estoy trayendo los lacasitos para los más pequeños.

—¿Quien come lacasitos? —preguntó Levana.

—Yo —contestó mi prima pequeña Maria.

—¿A si? ¿Te quieres venir a comer lacasitos conmigo o con mamá?.

—Contigo —Balbuceó

Yo no sé que tenía Levana, pero conquistaba a los niños en cuestión de segundos, les sonreía y tanto ella como los niños se lo pasaban genial, ella se había ganado el corazón de todos los pequeños y han hecho un grupo entre todos sus primos y los míos, pero sobre todo se había ganado el corazón de mi prima Maria, con tan solo cuatro años de edad se le notaba el acento canario que tiene por vivir en esas tierras. Mientras que ella se lo pasaba tan bien con los pequeños, a mí me iba a dar un paro cardíaco, hasta se me dificulta la hora de pelar las uvas.

—¿Te pasa algo cariño? —me preguntó Levana.

—Nada, no te preocupes.

—Mamá, ella le ha dicho cariño a el primo —soltó mi prima.

—Esas son las palabras que utilizan para dar amor a la gente que quieres, mi niña —le dijo mi tía.

—Te quiero cariño —le dijo mi prima pequeña a Levana.

—Me muero de amor —dijo Levana.

Todos nos reímos y empezaron a tocar los cuartos de las campanadas, poco después empezaron las campanadas entre risas mientras nos ahogabamos comiendo.

—Que no me da tiempo —dijo María.

—Corre, corre —dijo Levana.

Después de comer las uvas me puse debajo del muérdago.

—Levana ven.

—Voy.

Sé acercó y me miró.

—¿Qué pasa?

Me arrodilló y sacó una pequeña caja de color negro y la abro, se vio un anillo plateado con un corazón azul radiante, ella me miraba sonrrojada y yo sonrrio de una manera increíble.

—¿Quieres ser mi primer beso del año? Y espero que sea el último.

—Si, claro que sí —Me beso.

En el fondo, te gustaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora