Capítulo uno.

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Desde la muerte del tío Di, hubo muchos cambios en su vida, incluso sus pocas relaciones se habían visto afectadas.

Ayan siempre fue un chico introvertido que pasaba casi todo el día con la nariz metida en un libro. Le gusta aprender y a veces, eso es razón suficiente para que no consiga amigos. Nunca le afecto realmente, tiene a Ray pegado a su cadera todo el tiempo y su hermano es lo suficientemente molesto como para que Ayan no crea necesitar más dolores de cabeza.

Ray es mucho más extrovertido, impulsivo y hasta algo cruel a veces, pero siempre ha sido bueno con Ayan. Tienen puntos diferentes de ver muchas cosas, pero todavía tienen muchas otras en común y llevaban una relación fraternal bastante estable. Siempre jugaban videojuegos los viernes por las noches y salían con el tío Di juntos sin excepciones.

Hasta que el tío Di ya no estaba. Ayan comenzó a expresarse mucho y se la pasaba llorando todas las noches. Cayó en depresión por un tiempo e incluso un año después del fallecimiento de su tío, todavía necesita pastillas y tiene pesadillas.

Ray, tuvo un cambio muy diferente. Su hermano había comenzado a tomar siempre que podía. Era trabajo de Ayan arrastrar el culo borracho de Ray a casa desde un bar a las dos de la mañana. Su madre no sabe nada, ella viaja mucho por su trabajo y casi no está en casa, pero llama todos los días sin excepciones.

Ayan comenzaba a cansarse. Ray a veces se mete en peleas estúpidas que pierde de forma patética, e incluso Ayan lo ha visto fumar varias veces. A pesar de que intenta que Ray se detenga, no logra conseguirlo.

Por supuesto intento decirle a su madre, pero Ray tenía una habilidad especial para interrumpir el momento.

Las calificaciones de Ray bajaron a una velocidad increíble, pero no parece importarle en lo más mínimo, está más concentrado en ir de fiesta o emborracharse.

Mamá y Ray pelearon varias veces por sus calificaciones o salidas nocturnas, pero a esta altura su hermano peleaba con tanta gente, incluido él mismo, que casi no le importa.

Así que Ayan pasa tres semanas del nuevo año escolar en Parot antes de tomar una decisión precipitada. En los diarios del tío Di, había leído algo que llamo mucho su atención.

¿Su tío murió por culpa de la escuela Suppalo?

Ayan no lo piensa mucho antes de pedirle a su madre transferirse a Suppalo. Ray no quiso acompañarlo, pero lo había visto con una ceja levantada cuando discutió sobre esto con su madre durante la cena.

Si había alguien podía leer bien sus intenciones, entonces ese es Ray, pero su hermano nunca lo enfrenta al respecto y Ayan está agradecido por ello.

Ahora es trabajo de Ayan dejar a Ray en la escuela, ya que es el único que tiene auto. Ray había puesto los ojos en blanco, porque no es un niño pequeño que necesita que mamá lo lleva a la escuela. Ayan nunca comparte sus pensamientos respecto al hecho de saber que Ray no irá sino lo obliga, era demasiado temprano para pelar por tonterías.

Mientras Ray regresa a casa para buscar su teléfono que olvidó, Ayan no pierde el tiempo revisando la mochila de su hermano en caso de que no piense llevar alcohol a la escuela. Últimamente, Ray casi no se despega de las botellas de alcohol.

Su hermano mayor es realmente irresponsable e idiota en el menor de los casos, llevar alcohol a la escuela es un movimiento estúpido, pero Ayan sabe de lo que Ray es capaz de hacer. Ayan no se decepciona tanto cuando encuentra la petaca por la mitad.

Ray regresa unos minutos más tarde y se van. El camino es silencioso y algo incómodo. Ray nunca le habla cuando van juntos en el auto.

Cuando llegan, Ray baja del auto y solo saluda con un movimiento de mano bastante vago.

Rises the moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora