Tán solo faltan unos pocos minutos para que sean las doce de la medianoche, fue un dia como todos; Mi madre quejándose por el desorden de la casa, frustrada por los gastos, deudas económicas, y por la poca ayuda que nos brinda mi padre al ya no vivir en casa con nosotros...
jueves, 31 de diciembre del 2009
Era un día perfecto, pues como de costumbre mi familia se reúne y celebra año nuevo, siendo de una clase media-alta se podría decir que nuestras reuniones eran muy exclusivas, de esas típicas familias finas ó "Pitucos" como se dicen en mi País.
Mi hogar consistía de 6 miembros, mi padre y mi madre, Paula, Mariana y Adrían mis hermanos, mi padre y mi madre estaban separados ya desde hace unos años, mas no divorciados.
-"¿Ya están listos?, estoy bajando... los espero en el auto "- dijo mi padre pues vivimos en un departamento.
Claro, como siempre yo ya estaba listo desde la mañana pues siempre he sido muy ansioso y que mejor satisfacción propia que tener todo listo y no tener ningún tipo de retrasos de parte mía. Yo ya estaba en el auto junto a mi padre; pasó unos minutos y bajó mi madre acompañada de mis hermanos menores, Mariana y Adrían.
-"Carajo, como es que se puede demorar Tanto Paula"- mi Padre.
-"Paula no irá"- mi Madre
-"¿Por qué?, ¡Es una reunión familiar!"- Mi Padre
-"Ya está grande y no la puedo obligar si no quiere"- Mi Madre
Siempre iba a lado de mi padre cada vez que salíamos en el auto, mi madre y mis hermanos atrás. En el camino nos distraíamos y nos olvidábamos del mal humor que siempre teníamos al salir de casa ya sea por la tardanza de Paula al cambiarse o por que no encontrábamos la llave de la casa, esta véz fue una salida tranquila y sin nada de molestias. (recordar esto aún me causa mucha gracia).
El trayecto era muy largo pero con un poco de musica "no se sentía el viaje"; Siempre con un poco de dificultades en la ubicación de la casa en donde nos íbamos a reunir al fin llegamos, se podía escuchar las voces de algunos familiares, los niños jugando y riendo .
.-"Holaaaaaaaaa"- dijó una Tía.
Todos nos recibieron muy alegres, nos acomodamos muy bien en grupos que se dividían; Uno era de adultos, otro de adultos mayores, de jóvenes y pues por último un pequeño grupo de niños.
Siempre me infiltraba en todos los grupos junto a mi primo Ignacio ó como todo le decimos "Nacho", a pesar que era menor que yo unos 2 años siempre hemos buscado que hacer en las reuniones familiares, ya sea jugando en la computadora o haciendo cualquier otra cosa que se nos antojase.
-"Hooooouulaa Antoniooon"- Dijó Valentina, una media prima que había llegado junto a sus Padres.
-"Valeee"- Dijimos en coro, Nacho y yo.
Pasaron unas pocas horas para que toda la familia este completa en aquella casa lujosa ubicada en uno de los distritos exclusivos de Lima.
Al comenzar la fiesta y ver que los adultos empezaban a bailar y beber algunos tragos, sabíamos que era el momento de apartarnos de la fiesta e irnos a un lugar en el que el sonido y las personas sean escasas, y que mejor lugar que el cuarto de visitas. Una vez allí, nos aburríamos y sacábamos nuestros teléfonos, ahí me dí cuenta que teníamos aparatos muy costosos, y ni hablar de las consolas portátiles.
Todos mis primos grandes y pequeños,se reunían ante a mi para ver los juegos que tenía y sobre todo los entretenía mucho al ver que era casi un experto en aquel sano vicio.
-Sonó mi teléfono y ví que era Paula.
-"Aló"- dije frescamente
-"Anto, no te olvides de avisarme a la hora que regresan porfa"- dijo Paula
-"No te preocupes, yo te avisaré pero... se consciente y haz que ese "tono" no dure mucho, uno nunca sabe, talvéz me quede dormido"- Dije en un tono burlón.
-"Ya loco, chau chau"- Terminó colgándome el teléfono
Salí a ver la fiesta y ví que aún seguían riendo, bailando y bebiendo, pues no era ni cerca de las once de la noche.
Me dió mucho sueño y decidí tomar una pequeña "cerradera de ojos" en el sillón de el cuarto del tio dueño de la casa.
Desperté, mi madre me decía que me despidiera de todo y que ya había acabado la reuníon que había resultado una fiesta.
Tres de la mañana y desesperado llamando a Paula para que no descubriesen su plan, y finalmente para que no acabe castigada.
¡La maldita llamada no entraba!, por ser Año nuevo las redes telefónicas eran sacadas de servicio por acumulación de llamadas.
Me rendí y dije -"¡YA! A LO QUE VENGA"-
Comenzó el largo trayecto de nuevo, de vuelta a casa me quedé nuevamente dormido. Desperté para bajar del auto y ví que había gente sentada en las escaleras hasta nuestro departamento que queda en el cuarto piso.
Subí rápidamente y ví a mi Madre llegar con una cara de molestia a 100%, me imaginaba lo que le esperaba a mi hermana, pero decidí dormir...
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La vida de un Peruano desconocido
Teen FictionAntonio, nos relata su historia normal y tranquila en un diario, pero nadie se espera el giro de 180° que dará su vida. Temores y riesgos que nunca habia vivido se hará parte de su intrépida curiosidad...