Capitulo XV | La ultima

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Detuve el auto en mi estacionamiento personal, y me quede unos minutos observando, solo observando hacia la nada a través del cristal.

Esto es algo fuera de todo. Quien sabe donde vive ojitos mar, es alguien que nos esta haciendo creer que el sospechoso es alguien que obviamente sabe la ubicación de mar. 

Ley de la mafia: hacer una cortina de humo, así que quien sabe la ubicación de mar, es alguien que desconocemos, o eso creemos.

Suspire pesado y baje del auto para ponerle el seguro con el control mientras caminaba hacia mi casa.

-Joven Jeon.-Los custodios en la puerta me hicieron sus respectivas y protocolarias reverencias, asentí neutro y entre a la mansión.

-El hijo prodigo.-Revire los ojos con cansancio.-¿Sabes que tu padre ha estado en eventos importantes todo el día?, lo mínimo que deberías de hacer es.....

-Avery. No me digas lo que tengo que hacer.

-Soy tu m....

-¡No eres mi madre! ¡En realidad no eres nadie para mi!-Sonrei ladino luego de sobresaltarla.-Ni siquiera lo eres para mi padre, porque si lo sabes ¿No?, eres la primera dama gracias al mero protocolo, una vez termine su candidatura mi padre, tu volverás a ser la nadie que siempre has sido.

-¡No me hables así!-Me levanto la mano, pero la detuve sujetando su extremidad.

-Mantente fuera de mi vida.-Hable neutro intimidándola, trago duro al no poder con mi mirada.

-¡Suéltame!, esto lo va a saber tu padre.-Me reí con amargura y continúe caminando ignorándola.-Dove estuvo aquí hoy.-Me detuve tensándome.-Te espero por horas.-Que molestia. Seguí caminando sin prestarle la mas minina atención.

Lamentablemente lo peor que le paso al pais luego de la inflación y los impuestos, fue tener una primera dama tan superficial y básica como Avery.

Camine por el pasillo directo a mi habitación, pero fruncí el ceño al ver el despacho de mi padre abierto, camine con el semblante tenso hasta encontrarlo fumándose un puro.

-¿El presidente tiene tiempo de fumarse un puro mientras la violencia, el precio del petróleo, y los impuestos suben?-Lo hice reír.

-La violencia bajo, ahora mueren dos personas menos al día que el estimado.

-¿Por suicidio o asesinato?

-Basta, siento que he hecho mi mejor esfuerzo.-Sonrei ladino y me acerque hasta recargarme del respaldo del sofá frente a él.-Dime que te vas a casar por fin.-Solté una risa nasal.

-Tal vez.-Sonrió.

-¿Por fin me dejaras conocerla?

-Ya la conoces.

-No seas aguafiestas, sabes de lo que hablo.

-¿Por que tanta urgencia?-Mi padre miro sus manos.

-Jungkook.....hay algo que quiero decirte.-Fruncí el ceño.

-¡Ya viniste ha perturbarlo!-Cerré los ojos cansado.

-Mi hijo jamás haría eso, Avery, ¿Que necesitas?

-¿No iras conmigo a la cama hoy tampoco?-Hablo con ese maldito tono de voz mimado tan exasperante.

-Aun tengo cosas que hacer, pero ve a descansar.

-¡Bien!-Dijo la mujer, se acerco a mi padre lo tomo de las mejillas y unió sus labios con los de él tensándome y haciéndome enfurecer, decidí observar hacia otra parte, pero no evite ver por el rabillo de mi ojo la sonrisa de victoria que lanzo la miserable.-Descansa, cielo.-Y asi salio del despacho contoneando las caderas.

Mía | Jeon Jungkook [ + 18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora