𝙏𝙝𝙚 𝘿𝙞𝙨𝙡𝙤𝙮𝙖𝙡𝙩𝙮 𖥉 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘼𝙧𝙘𝙩𝙪𝙧𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠

𝑰𝑿

Ni bien estuvo libre y en realidad sin saber mucho del por que lo hizo, en cuanto Regulus llego a Grimmauld Place le ordeno a Kreacher que fuera por Hermione a Hogwarts y que le avisara a Dumbledore que había logrado la primera fase de su misión. Necesitaba a alguien que lo curara pero no podía ir a San Mungo o llamar a un medico pues harían muchas preguntas y hasta donde recordaba haber visto en la memoria de la chica esta poseía conocimientos suficientes para tratar sus heridas y eso le ahorraría mas explicaciones y mentiras siendo que la joven ya sabia que habría pasado, además algo le decía que de igual forma su elfo se lo diría a la castaña; Kreacher cada tanto iba a visitar a Hermione y lo descubrió llevándole algunas cosas lo cual en su momento le hizo cuestionar la lealtad del elfo pero finalmente comprendió que Kreacher le estaba agradeciendo por salvarle la vida y bueno eso de cierta forma le era fácil de entender además de que en sus entregas siempre llevaba ingredientes inofensivos para pociones o grandes dosis de caramelos.

Para cuando la castaña apareció el ya se encontraba tumbado en el sillón de la sala, estaba boca abajo, lo único que no quería que la chica mirara era su cuello así que desde antes se lo había cubierto torpemente con unas vendas pero su espalda era su mayor suplicio, seguía sangrando y no sabia si aun sentía dolor por los golpes o solo por el viento golpeando los músculos expuestos, escucho unos pasos y como la voz inconfundible de su elfo murmuraba por lo bajo, solo esperaba que la chica no hiciera preguntas o de lo contrario acabaría echándola fuera e intentaría curarse el solo.

－No preguntes por favor.

－No iba a hacerlo, solo me alegra que volvieras con vida.

Sin perder tiempo la bruja saco un diminuto bolso del cual había aprendido un hechizo que le permitía guardar cosas en el como si no tuviera fondo, no importaba que fuera, no sabia mucho de medicina mágica pero sabia un poco de la muggle que era la que sus padres conocían mas al ser uno dentista y una doctora. Primero tuvo que evaluar la condición en la piel del muchacho concluyendo que lo que sea que le habían hecho en la espalda había dejado varias líneas sangrantes y no solo eso si no que la mayoría de líneas caían por los mismos puntos dejando en estos la carne expuesta y hecha pedazos, con su ayuda de Kreacher conjuro un hechizo desinfectante que se encargo de remover gran parte de la sangre y de dejar la herida lista para ser tratada, entonces soltó un jadeo horrorizada al ver que las cientos y cientos de líneas formaban dos números "01". La castaña sintió ganas de vomitar pues Regulus a penas y se movía o quejaba a pesar de lo terrible de su espalda, del bolso saco un mortero y comenzó a moler con prisa algunas hierbas con un poco de esencia de díctamo para logar una pasta color negra que era algo inconsistente por las fibras de las hierbas frescas. Le había indicado a Kreacher que le diera a beber dos pociones a Regulus por si acaso esencia de multrap para ayudar a sus heridas a sanar mas rápido y poción reabastecedora de sangre por si acaso.

－Dolerá.

Advirtió antes de comenzar a esparcir la pasta por sobre la piel del pelinegro que a penas y se inmuto, sus músculos se tensaron mientras de vez en vez la chica podía sentir con sus yemas la carne caliente y gelatinosa que carecía de piel, primero cubrió ambos números con la pasta pero a su vez había muchas líneas que no habían acertado el camino de las demás así que en ellas puso una capa mínima hasta que termino y entonces saco un par de gasas y vendas (las pociones terminarían el trabajo). Con ellas y cuando el chico de cabello obscuro se sentó en el sillón pudo acomodar las gasas sobre los lugares donde estaba el ungüento para seguido vendarlo con cuidado temiendo lastimarlo pero fue mas preocupante la falta de reacción de su parte; finalmente vio la venda cubierta de sangre en su cuello, sus ojos marrones se clavaron con intensidad en el lugar como si estuviera pensando en las miles de cosas que le habrían hecho, cuando entro el chico a penas y había hablado y cuando lo hizo su voz era rasposa, temió lo peor.

－Déjame curarte aquí también, la venda esta horrible...

－No digas nada. －Ordeno.

Finalmente Regulus comenzó a quitarse la venda dejando ver como la escritura seguía al rojo vivo, con su carne expuesta en finas líneas que tenían una caligrafía horrorosa gracias a los espasmos de su cuerpo cuando la hicieron, la castaña tuvo ganas de llorar sin embargo se limito una vez mas a limpiar y desinfectar la herida, esta vez al ver que la herida parecía estar cauterizada con algo caliente únicamente saco una pasta blanca que coloco con sus dedos en las finas líneas obteniendo por primera vez una mueca del muchacho y entre cada trazo finalmente supo lo que esta horrible marca decía, finalmente puso la nueva venda de forma correcta y se detuvo a ver a Black mientras estaba de rodillas frente a el, su mirada había cambiado, el había cambiado. Si bien nunca tuvieron una relación especialmente cercana y menos con la discusión de aquel día siempre había visto un vació en el que era imposible de ignorar; sin embargo ahora no solo tenia un gran vació en su mirada, sus ojos habían perdido el poco brillo que recordaba y en verdad daba miedo el como su expresión no dejaba ver nada aun si tenia heridas horribles en zonas dolorosas, Regulus ya no parecía humano.

－En una semana, si Kreacher sigue las curaciones como lo acabo de hacer... se supone que estas cicatricen. Las pociones van a cerrar las heridas poco a poco y el ungüento ayudara a que la cicatriz no sea tan notable. Pero en el cuello, creo que la cicatriz será muy visible...

－Gracias.

El ni siquiera la miro, supuso que seguía molesto por la discusión que tuvieron y aunque aun no se arrepentía, ni lo haría, de haberse negado a que fuera de vuelta a Voldemort el azabache no estaría así de mal; había visto esos días que efectivamente no eran buenos o malos, Umbridge era una perra pero siguiendo sus reglas nada malo te ocurría, Snape era odioso pero enseñaba perfectamente lo que debía e incluso de mas, eso podría catalogarlo como alguien bueno, Hagrid tenia secretos pero no mataría ni a un ratón a pesar de que incluso escondió un dragón lo cual era ilegal. Simplemente era difícil aceptar que no podía catalogar a alguien como bueno o malo pues esto la hacia dudar mucho mas de sus convicciones. Ahora estaba arriesgándose a un castigo horrible con tal de ayudar a un tipo que hace no mucho le dijo que era una hipócrita pero extrañamente quería hacer esto por el.

Kreacher y ella habían desarrollado una extraña pero satisfactoria amistad, mas de una vez el elfo le había dicho que le preocupaba la salud física y mental de su amo, era tal vez a través de este que ella comenzó a sentir empatía por el. Kreacher siempre hablo bien del muchacho de rulos y no solo eso si no que se notaba el gran cariño que sentía para con el; se pregunto a si misma si Regulus en verdad estaba bien con todo eso o por el contrario estaba tan roto que ya nada le era relevante si no obtener redención y expiación de sus pecados.

－Sabes, en el tiempo que estuviste fuera, nosotros seguimos las clases con los miembros de ED pero siento que no vamos hacia ningún lado...

－Lo que vi en tu memoria no eran mas que hechizos que solo les ayudarían a que no los mataran rápido, es obvio que no progresen la gran cosa, tu amigo solo sabe defenderse, no atacar.

Hermione tenia miedo de preguntar que tanto sabia ahora el muchacho, sabia que no iba a traicionarlos por el juramento inquebrantable pero viendo esto estaba claro que sabia mucho mas de lo que debiera aun a su edad, había sido un mortífago desde muy joven y a través de sus investigaciones en los viejos diarios supo que Regulus había sido uno de los mejores en las filas de Voldemort, aunque el menos sádico; así pudo deducir que si en algún momento este quisiera traicionarlos lo haría, aun con el juramento ya que era muy ambiguo y era preocupante lo que este avance significaba, la mirada frívola que tenia y el como había identificado tan rápido que Harry solo sabia hechizos precisamente para darle tiempo y no morir, ¿también lo sabían los demás mortífagos? ¿así de inofensivos y vulnerables eran? ¿es que sus esfuerzos no servían en nada?

Si ponía en una balanza lo que Regulus le dijo, tenia razón y a su pesar tanto el como ella iban a terminar haciendo cosas que no deberían por algo que era mas grande que ellos dos o que todo el mundo mágico, miro directamente al muchacho que desde que había comenzado con la herida en su cuello no le había quitado la vista de encima como si estuviera a la expectativa de lo que ella fuera a decir.

－¿Podrías enseñarnos? A defendernos...

－Tal vez, un favor por un favor.

Y así fue como las cosas terminaron con Regulus en Hogwarts viendo como un montón de adolescentes parecían ensayar sin descanso el expelliarmus, pero no veía que supieran hacer otra cosa y algunos tenían una postura horrible, no pudo evitar pensar que en el campo de batalla no iban a durar nada de seguir así además de que Harry el torpe amigo de la castaña sobrevivía por mera suerte, es como si en los momentos críticos se hubiera tomado un frasco entero de felix felicis y por esa simple razón saliera vivo. Para mayor comodidad había utilizado la poción multijugos así que no se preocupaba por su apariencia, solo los vio un rato mas hasta que decidió que les enseñaría, lo mas esencial al saber que los dementores estaban bajo la orden del ministerio, mismo que nunca fue sorpresa que fuera corrupto y un simple ejemplo era Umbridge.

－Deben aprender a conjurar un patronus, no se como Potter aun no se los ha enseñado. Pero en caso de desastre es mejor aprender a lanzarlos con una forma corpórea, un dementor no es igual a un boggart que puedes vencer con un ridikulus.

Fue una sesión tras otra y tras otra en que la mayoría no lograba por lo menos darle un cuerpo a sus patronus, entonces supo que desde ahí ya había tomado marcha el plan del señor tenebroso para con la escuela, no les estaban enseñando nada mas que lo teórico pero las posturas y conjurar era lo mas esencial en caso de peligro, una mala practica podía costarte la vida y eso era lo que el señor tenebroso les estaba quitando. Así que debió ayudarlos desde enseñarles como mover exactamente la muñeca hasta como sostener firmemente la varita y pronto comenzó a ver algunos patronus mas corpóreos, un caballo para una chica Weasley, un conejo para Luna Lovegood, quien por cierto le agradaba mucho por toda la sabiduría que tenia a pesar de que la llamaran loca y el que mas le gusto la nutria de Hermione.

Pero hizo una nota mental, Hermione había invocado su patronus alrededor de unas cinco veces solamente, como si temiera conjurar y eso era suficientemente sospechoso para el mas tomando en cuenta que su patronus en primera instancia era muy brillante y la pequeña nutria incluso había danzado entre los demás patronus pero ahora el pequeño animal tenia un tono mas opaco y era menos enérgica.

Su patronus en cambio era algo un poco mas complicado ya que era un pez Koi, el cual era curioso de ver, la primera vez que los adolescentes vieron su patronus quedaron maravillados con la forma tan elegante y tranquila de el pececillo al moverse, era curioso que su patronus fuera un animal que representaba la perseverancia y buena fortuna ya que hasta donde tenia entendido era un pez que siempre luchaba contra la corriente de las aguas siendo perseverante, audaz y constante, según la mitología china esto fue motivo de que los dioses convirtieran al final a este pez en un dragón dorado.

Finalmente no pudo enseñarles demasiado ya que sus actividades como mortífago se atravesaban en el camino pues hasta donde tenia entendido era parte de un nuevo experimento que dirigía Bellatrix para obtener a los sirvientes perfectos para Voldemort, hasta ahora le habían encargado cosas sencillas como cobrar algunas deudas con mortífagos desertores, cerrar tratos con algunas criaturas mágicas como las arpías, vampiros, algunas manadas de hombres lobo y efectivamente, volvió con los gigantes para tratar de convencerlos. Aun así creía que esto no era precisamente el propósito para el cual lo necesitaban si no era una forma de ver que tan eficiente y digno de confianza era para que cuando le asignaran algo con verdadera relevancia estuvieran seguros de que no iba a fallar; prácticamente seguía a prueba y era seguro que iban a esperar a que cometiera algún error.

Lo cual era bastante molesto y hacia que una rabia inexplicable surgiera dentro de el pues no solo eso, si no que Dumbledore lo estaba presionando para obtener resultados de estar ahí sin embargo por mas que le dijera hasta el cansancio que era arriesgado comenzar desde ahora este no se callaba la puta boca y en mas de una ocasión casi lo descubrían por sus estúpidos caprichos además de ello estaban estos niños que buscaban al igual información sin cesar presionándolo de mas y no entendía si todos eran una sarta de idiotas o solo querían molestarlo pero si era lo segundo, lo estaban logrando completamente. Las personas tendían a creen que sus opiniones eran ley y que estas debían regir a otros , hacían amenazas sutiles y esperaban que solo agacharas la cabeza y callaras, así eran sus padres, su madre en especial.

Amaba a su madre, mas por ser su madre que por verdadera elección, la mujer nunca estuvo satisfecha con el hiciera lo que hiciera, tanto que no podía darse tiempo de dedicarse a alguna de sus pasiones porque para ella eran una basura, no importaba si incluso le conseguía a su madre alguna rara joya de la cual nadie sabia su existencia y fuera muy costosa aun así a los cinco minutos diría que era basura. Y su padre, bueno, el eras un caso muy similar pero dado mas a lo físico, cualquier mínimo error era suficiente para que estuviera bajo la maldición cruciatus o para que amenazara con sacarlo de la línea y vaya que lo haría pues mas de una vez ya lo había echado a la calle diciendo que no era digno ni suficiente. Esto le provocaba un dolor de cabeza enorme, por un lado Dumbledore no lo dejaba en paz, por otro debía ayudar a un montón de niños que no sostenían bien sus varitas y finalmente tenia a Voldemort respirándole en el cuello incluso en sueños, iba a volverse loco a este paso.

La cuestión principal y dejando de lado su inevitable irritabilidad, era que hasta donde se le había informado Umbridge debía descubrir a los chicos de ED por orden directa de Voldemort, lo haría con ayuda de unos simplones de entre los cuales estaba el vástago de Lucius y con Snape; no podía involucrarse ya que esto era necesario para los planes del señor tenebroso y ya había informado a Dumbledore tanto de ED como de que próximamente iban a dar con ellos pero como era de esperarse el viejo dijo que ya lo sabia y que debía dejar que pasara. Se preguntaba como era que Snape tenia tanta paciencia como para aguantar los planes sin sentido de Albus, era demasiado confiado y dependiente de sus visiones lo cual, para él, era un gran fallo pues sus visiones podrían equivocarse y en consecuencia por confiar demasiado sus planes iban a venirse a bajo no solo con el si no con todos los demás ya que no solo caería Dumbledore si no la orden, Snape, el trio problemático, Hogwarts, el mundo mágico e incluso él.

Por su parte pecaba de paranoico, se había mantenido vigilando a su prima que parecía estar en busca de un nuevo prospecto además de que desde que salió de la mansión de su prima cada tanto ella le traía pociones extrañas para beber que ni Snape sabia de que eran, solo sabia que estas lo mantenían en un estado bastante neutral donde no lograba sentir casi nada pero al terminar su efecto lo dejaban con un dolor de cabeza horrible; Bellatrix parecía esperar algo de su parte y estaba siendo bastante entrometida así que a la larga ella seria un problema, debía matarla. La sangre no era motivo suficiente como para no hacerlo, no podía arriesgarse a ser descubierto o todo habría sido en vano así que en silencio debía planear su próximo movimiento.

Mientras tanto sonrió al ver como Hermione fue capaz de derribar a el chico Weasley casi como una tecleada, al menos no debía preocuparse de que ella no se supiera defender, después de todo ella seria una pieza clave para mantener a raya al mocoso de su mejor amigo quien, para este punto, ya sabia que por la razón que fuera Albus lo quería vivo hasta el final.