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Louis era un poco... caprichoso. Tan caprichoso como cualquier niño de 2 años puede llegar a ser.

Mucho. Louis es muy caprichoso.

Pero no es su culpa, él ha sido el único hijo en su familia desde que nació y al no tener a quien más que mimar, todos sus familiares siempre lo consienten.

Hoy será el primer día de Louis en preescolar y no está muy feliz al respecto. Ha pasado de lloriquear y golpear con sus puñitos y regordetas piernas a todo aquel que intente sacarlo de su nido a lanzar cosas hasta el otro lado de la habitación o bien, hacia la cara de las personas que ahora considera amenazas.

"Lou, el preescolar es muy divertido." Dice su madre con un tono empalagoso y suave; pero logra llamar la atención de Louis, así que sigue hablando. "Hay juguetes que tú no tienes aquí, y juegos tan altos como tu padre, ¿no quieres ir a verlos?"

Louis asiente rápidamente y permite que lo bañen, lo vistan y lo alimenten. en menos de una hora se encuentra frente a las puertas del preescolar con sus manitas entre las de sus padres, su padre del lado izquierdo y su madre del restante.

Junto a ellos hay una mujer con dos pequeños a sus lados. Un niño y una niña con cabello rizado y ojos esmeralda brillantes. La niña se encuentra haciendo un berrinche para no dejar ir a su madre, y el niño está olisqueando el aire, intentando buscar la fuente de un agradable aroma.

Él, dispuesto a seguir con su búsqueda se suelta de la mano de su madre, caminando con sus ojitos cerrados y su naricita fruncida, acercándose cada vez más al origen del olor hasta que choca con las piernas de un alfa grande y de hombros anchos.

El hombre, que anteriormente se encontraba con el ceño fruncido, relaja su rostro al encontrarse con el pequeño, y se voltea completamente dejando mano izquierda de su hijo para estar frente a frente con quien lo utilizó como muro de contención.

"Hola pequeño, ¿estás perdido?" Pero el niño sacude su cabeza, el padre de Louis asiente. "¿Qué haces por aquí solo?" El niño sólo señala su nariz y levanta los hombros.

Antes de que el alfa pueda preguntar por los padres del cachorro, una preocupada omega se encarga de levantar al rizado en brazos.

"Harry, te he dicho que no puedes soltarte o irte solo, te puedes perder" regaña al niño, pero éste solo se concentra en que el olor se ha intensificado. La omega, molesta y avergonzada, se voltea hacia el alfa frente a ella. "Lo siento mucho. No volverá a pasar."

"No te disculpes, no es nada." Dice una voz nueva, la madre de Louis que ahora se encuentra junto a su alfa con su cachorro también en brazos. "Saluda, Lou."

Louis, quien ya había percibido el aroma de Harry pero que no se había atrevido a dejar el lado de su madre, se suelta de la omega para correr hacia el otro niño, abrazándolo tímidamente.

Los adultos se pierden en el gesto, enternecidos por el de los ojos azules; mientras que Harry sonríe, satisfecho por haber encontrado a la fuente del olor que tanto le ha encantado.

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hola holaaa

aunque nadie lea esta fic me parece pertinente editarla (unos 3 años después)

es mejor tarde que nunca, creo yo

mucho, mucho amor

-Mar 

A lovely friend [l.s.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora