I: Cada Jueves...

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Advertencias: Smut, engaño explícito, prostitución, mención de abuso de menores y trata de personas. Temas maduros.  Final abierto.

N/A: personalmente creo que el smut que escribo es malo, sinceramente esto comenzó queriendo ser algo sin trama, o tener muy poca trama, pero terminó siendo un three-shot más completo.

Debi haberlo publicado hace mucho, pero mi estado de ánimo lleva meses decaído y creo que por eso, esto es algo oscuro (¿) Este fic es más angst y drama que Smut pero igual espero lo disfruten.

Nunca digas…

I: Cada jueves

Cada jueves…

Ken Ryuuguji mira su celular debatiéndose sobre lo que está haciendo, mientras duda sobre llamar a su esposa o simplemente darse media vuelta y regresar a casa para arropar a su hijo y contarle una historia antes de dormir.

Pero termina cediendo y marca el número, cada timbre se siente eterno.

Finalmente puede escuchar la voz de su esposa, le inventa excusas sobre la cantidad de trabajo atrasado que tiene y las horas extras que necesita cubrir.

Puede escuchar la decepción en su voz, y lo que más le preocupa es que sinceramente no siente remordimiento, al menos no el suficiente.

-Emma…-susurra con consternación-Lo siento…-dice con sinceridad.

-Esta bien, es tu trabajo lo entiendo…-y desearía que no le dijera eso, que simplemente ella le rogara que regresará a casa o que sonará más molesta por no tenerlo junto a él.

Pero en su voz no hay más que resignación, esa con la que siempre parece cargar, sabiendo que Draken no le dará más.

Se despiden un poco fríamente y luego cuelga el teléfono para arrancar el coche, mientras de su mente la culpa es empañada por algo más.

Está jodido, piensa, jodido desde que se cruzó con esos ojos tan profundos como la oscuridad mirándolo  través de esa enorme habitación llena de personas y le había dado esa sonrisa que lo incito cómo ninguna otra persona pudo.

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Cada jueves…

Abre la puerta tratando de fingir serenidad para luego cerrarla antes de voltear la mirada a la habitación.

Es un hotel lujoso sin duda, la tenue luz da un aspecto un tanto sombrío a la habitación, y la gran cama abarca una buena parte.

Pero su atención no está en ninguno de esos detalles, si no más bien en la persona que se encuentra en el centro de esa enorme cama.
Iluminado por las lámparas parece destacar de entre todo el ambiente que le rodea.

Ropa interior de encaje y un leve maquillaje que hace resaltar sus facciones haciéndolo más apetecible a la vista.

Ver a Mikey siempre es como ver un riachuelo de agua fresca y clara en medio del desierto más árido que puede existir y Draken se siente como un hombre sediento que ha caminado durante días sin ver una sola gota de agua bajo el inclemente sol.

Se ha convertido de una tentación a una necesidad en su vida, cree que puede verlo incluso cuando cierra los ojos.

La piel blanca libre de cualquier imperfección y su cuerpo tonificado y fuerte lo hacen babear de solo verlo pero lo que más ama son sus fuertes piernas en las que se apoya para montarlo y darle el mejor sexo de su vida.

-Kenchin-lo escucha murmurar provocador-Llegas tarde-le dice haciendo un puchero adorable.

Draken no puede evitar suspirar, porque solo Mikey puede darle toda esta cantidad de emociones, y es ahí donde entra el conflicto de su vida.

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⏰ Última actualización: Mar 06 ⏰

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