Mujeres De Negocios

Capítulo I

1-Atrapada

Asia Kozolov

-¡La policía!-gritan desesperadamente.

Rápidamente subo a mi moto, agarro a Diana de la mano para ayudarla a subir.

Cuando ya estamos por salir del asentamiento, se nos atraviesa en frente una maquinita de policía, interfiriendo así con nuestro camino.

- ¡Mierda!-le doy un golpe a la moto-¡Si que estamos jodidos!.

-Lo siento mucho-miro a Diana.

-No te preocupes-responde-yo también estoy metida en todo este lío-me sonríe.

En ese instante somos interrumpidas por un oficial.

-Señoritas, creo que deberían acompañarnos-dice el mismo.

Un oficial un poco más colosal que el otro, se acerca a mí, y me toma bruscamente colocándome contra el auto, me agarra de las muñecas y me pone las esposas.

"Que por cierto dan pena"

-¡Hey!.No hay que ser tan tosco bestia-lo miro-¿es que eres ciego?.No ves que soy una señorita-me burlo-tu madre no te enseñó a respetar a las mujeres y tratarlas como corresponde-sonrío.

-Callate de una vez perra-dice el oficial a punto de perder la poquita paciencia que le queda.

-Por favor, con ese carácter de mierda, con razón no tienes novia, realmente te hace falta hechar un buen polvo-me burlo.

-¿Si?.¿Quién me lo dará, tú?.

-Mm-lo miro a los ojos-No creo, no estoy tan necesitada, además, no quiero que se me pegue la amargura.

Me agarra por el cabello y me lanza dentro del coche junto con Diana, la cuál se ha hechado todo en primera plana.

-Que brusco.¿Serás así en la cama?-río

Cansado de escucharme hablar el oficial se marcha hacia el otro auto, dejándome riendo.

-Es que ni por que estás arrestada y te van a detener, dejas de hacer bromas-me mira Diana.

-Que te puedo decir Diana, soy muy bromista, en especial con hombres tan amargados como él, un poquito de diversión no le hace mal a nadie, aunque él si se lo tomó a pecho.

-refunfuña-ya que, si siempre te estoy regañando y como quiera haces lo que quieres-suspira Diana.

-río.

Al llegar a la comisaría, nos quitan las esposas.

-siganme-dice el oficial, haciendo seña con la mano para que lo sigamos.

Este abre una celda.

-pasaran la noche aquí, no es una suite, pero es mejor que estar rodeados de malandros.

Al entrar observo el lugar, tiene un olor fuerte a humedad y las paredes están repletas de moho en la parte de abajo, pero es mejor que estar con los malandros, no estoy para buscarme más problemas de los que ya tengo.

-estarán aquí hasta que algún familiar o amigo las saque y pueda pagar por ustedes-responde este, para así marcharse del lugar y dejarnos solas.

-Bueno, esto está mejor que estar aguantando los sermones de mi padre, insultos de mi hermanastra y madrastra y las burlas de mi querido mellizo -suspiro cansada.

Me dirijo hacia la litera y me acuesto en la de abajo.

-En serio Asia, tienes una familia bien rara-me mira -¿Quién se burla de los problemas de su hermana?-funce el seño.

-Facil-sonrío-mi querido y amado mellizo Sergei Kozolov.

-Sabes Diana-la miro-algunas veces te envidio-suspiro-envidio esa libertad que tienes, algún día desearía ser tan libre como lo eres tú ahora.

-Pués al contrario de tí, te envidio por la familia que tienes, a pesar de las burlas de tus hermanos ellos te quieren y darían todo por tí.

-No quisieras tener la familia que tengo -se sienta en la cama -desde la muerte de mi madre la palabra familia no tiene significado, es una simple palabra la cuál, no tiene ningún valor para mí-la miro a los ojos -a esa familia que tú dices desear, solo le importa la opinión de los demás, el estatus social y el dinero, solo pocos Kozolov tienen principios y valores.

-¿Y tú Asia?. Tú tienes principios y valores-pregunta sentándose a mi lado.

-No-respondo-cuando mi madre falleció, mi padre me obligó a dejar a un lado esos principios y valores-suspiro-solo deseo que mis hermanos no sean igual que yo, y que por lo menos, no los obligen a ser alguién que ellos no quieran ser-mi mirada se tornó borrosa, debido a las lágrimas que estoy reteniendo para que no salgan-no es fácil fingir que todo está bien y que nada te duele ni te lastime, lo único que quise cuando mi madre nos dejó, fue el amor de mi padre, pero fui ignorante, porque al parecer pedía mucho- numerosas lagrimas caían de mis ojos, rodando hacia mis mejillas-me dejó de lado, y el amor que yo necesitaba se lo dió a otra mujer y a otra hija, se distanció de mí y de su familia, tomando como única responsabilidad la empresa familiar, esa es su vida la empresa, lo mismo que pase en mi infancia, es lo mismo que están pasando mis hermanos menores-miro a Diana-no siempre estoy bien, aunque lo aparento, detrás de mi sonrisa hay un corazón roto, que solo anhela el amor de mi padre, desearía que algún día se acercara a mí, me apretara del hombre y dijera, estoy orgulloso de tí Asia, pero sé que eso nunca pasará, en su mundo eso se ve como debilidad-cansada de aguantar rompo a llorar desconsoladamente.

-No te preocupes Asia-Diana se acerca a mí y me abraza-verás como superarás eso, con mi ayuda y la de tus hermanos, no necesitas la opinión de tu padre para ser una gran mujer, si él no te quiere ni te valora ese es su problema, él es el que se está perdiéndose de la gran hija que tiene.-alza mi mentón y me seca las lágrima-recuerda Asia, tú eres fuerte, hermosa, y brillante, no dejes que esa luz se apague por personas que no te saben valorar-sonríe.

-gracias Diana, realmente necesitaba el abrazo de una amiga y poder desahogarme.

En ese momento las rejas de las celdas las tocan, un oficial se acerca y abre la puerta dejándonos salir.

-Son libres, ya pagaron la fianza.

Al salir está mi hermano y padre, este se acerca a mí, su mano impacta contra mi mejilla ocasionando que yo caiga al suelo abruptamente.

-¡Eres una desgraciada!

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