La noche era abrumadora, el viento frío rozaba su rostro pero poco le importaba al rubio de ojos celestes, se dirigía a comisaría donde seguramente sería regañado por el viejo de los cojones; dió un suspiro largo dónde dejó salir su frustración de solo imaginar a su padre dándole el sermón de su vida. Había olvidado sus pastillas en la taquilla de los vestidores, no lo había hecho a proposito, Gustabo sabía perfectamente que debía tomarlas, pero hoy estuvo despistado por cierto pelinegro, su oficial James Gordon.
Una vez llegando a comisaría vio a Conway con los brazos cruzados platicando con Freddy, quería pasar desapercibido y no un sermón del viejo, se dió media vuelta para entrar por detrás pero se freno al escuchar su nombre.
- ¡GUSTABIÑO! ¿que haces aquí, hombre? - Habló Freddy desde la puerta y Gustabo maldijo internamente por su intento fallido de evitar al viejo, pero no tuvo otra opción que acercarse al par que lo había nombrado.
- Buenas, me olvidé unas cosas en la taquilla, nada importante - El rubio sonreía nervioso y eso parecía no cerrarle al super-intendente.
- ¿Que fue eso "no importante" que te olvidaste, gustabin? - Preguntó el mayor, con su ceño fruncido, sacando un cigarro de su bolsillo.
- que preguntones estamos eh, venga ya, hombre - Gustabo no estaba para sermones hoy, era muy tarde y tenía la cabeza en otra parte o más bien en alguien - nos vemos, viejo.
...
Ahí estaba, con un frasco de pastillas, frasco que abrió y sacó una de las tantas pildoras para tomarsela sin agua, volvió a cerrarlo y las guardo en el bolsillo de su abrigo dando un resoplo, ya era hora de irse, estaba cansado y necesitaba dormir, si era que lo llegaba a conseguir; ya por salir de los vestidores chocó con un agente cayendo de espaldas al piso quejándose de su dolor en la cadera, maldiciendo al sujeto.
- Gilipollas, ¿es que no te fijas? Joder, mi cadera - Gustabo desde el suelo se masajeo dónde se había propagado el golpe, con una mueca de dolor y dando otro de sus largos suspiros con frustración.
- Perdóname, corazón - El rubio reconoció el dueño de esa voz al instante, levantando la mirada para conectar sus ojos celestes con los del pelinegro en frente suyo, Gustabo quedó estático aún estando en el suelo mientras un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar ese apodo joder, bendito hombre pensó el rubio - ¿te hiciste daño, García? - El nombrado nego con la cabeza - Venga, déjame ayudarte, esos problemas de cadera no son normales eh - James ayudó al contrario a levantarse y sentarlo en algunas de las bancas del vestuario.
- menudo golpe, gordis - Gustabo por fin habló, estaba avergonzado por haber chocado con alguien y peor aún que ese alguien haya sido Gordon - estoy bien, ya sabes, soy de cadera floja.
- Hostia tú, debes cuidarte bien, Gustabo, no me hagas preocupar, gilipollas - James le hizo burla al rubio por haberlo insultado anteriormente, pero Gustabo no le prestó atención a su broma si no a qué ese pelinegro se estaba preocupando por el, era algo nuevo en su vida y se sintió feliz por esa preocupación del menor, tanto fue la emoción del momento que empezó a embozar una sonrisa idiota que adornaba su rostro, iluminandose por completo, cosa que no pasó desapercibida por el moreno, que lo miraba atentamente a esos ojos celestes opacos y perdidos, pero para el era como ver un hermoso cielo despejado.
Mierda pensó Gordon mientras se golpeaba internamente, desviando la mirada al suelo, el sabía de su atracción hacia el mayor pero era la primera vez que le pasaba con alguien de distinto género, estaba jodido y ese rubio de ojos celestes sería su perdición.
pero para Gustabo, tal vez sea su salvación.
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Sentimientos cruzados - gortabo
Fanfictiondespués de la rehabilitación, Gustabo tiene otra oportunidad de vida.