Cap IV: En camino a San Francisco

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Sonic, Tom y Lightning volvieron a la carretera. Para el oficial es algo simple: Llevar a los hermanos a San Francisco y que ellos recuperen sus anillos. Pan comido ¿No? Aunque para Sonic iba a ser una aventura, mientras que Lightning pensaba un poco lo mismo.

—Habrá reglas en este viaje. La primera, hagan justo lo que yo diga, todo el tiempo. ¿Entendido?— Anunció Tom.

—Claro.— Dijo con una sonrisa.

—¡Lo entendemos, Lord Dona!— Exclamó Sonic.

—¡Deja de decirme "Lord Dona"! Tengo un nombre, es Tom.

—Y el mío es Sonic.

—Y yo soy Lightning Artz. Sonic y yo somos hermanos. No de sangre, pero somos como unos.

—Sonic, y Lightning... Entonces ustedes nos han estado espiado todos estos años.

—Bueno, yo no diría que es espiar, todos estábamos conviviendo en familia, excepto que Lightning y yo no fuimos invitados y nadie sabía que estábamos ahí.

—Literalmente acabas de decir la definición de "espiar".— Susurró la felina al cobalto.

—Es increíble que Carl el loco tuviera razón todo este tiempo.

—Sí, y deberían apodarlo "El súper observador". ¡No puede ser, detén el auto ahora mismo!— Gritó el oji esmeralda asomándose por la ventana.

—¡¿Qué?! ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!— Exclamaron Tom y Lightning al unísono.

—¿¡La pelota más grande del mundo!? ¡Hay que ir a verla!— Lightning suspiró pesado.

—Sonic, por mucho que me encantaría verlo, no es un buen momento para ir de tour.— Comentó la felina blanca.

—Tu hermana tiene razón, este no es un viaje familiar por carretera para divertirse. El gobierno quiere disecarlos y arrestarme. Esto es serio.

Sonic no les hizo caso, y fue a donde estaba "La pelota más grande del mundo". Y regresó inmediatamente después con varias bolas de estambre en su mano, una gorra, un mousepad, un peluche de un pony morado (Twilight Sparkle) y una paleta la cual tenía una pequeña pelota atada.

—Meh, tenían razón. Fue aburrido. ¡Pero la tienda de regalos no! Te traje un mousepad,— Le dio el objeto a Tom.— Y también traje algo para ti hermanita.— Y entonces le dio el peluche.

—Sé lo mucho que te gustan los ponys. Así que decidí traerte uno.

—Gracias Sonic. Me encanta, siempre quise tener uno.— Dijo ella acariciando su mejilla contra la del pony.

—Entonces...- Dijo Sonic girando hacia a Tom. —¿A qué hora vamos a llegar?- Y se puso a rebotar la pelota con su paleta a gran velocidad.

—Llegaremos cuando lleguemos.— Respondió Tom concentrándose en el camino de la carretera, mientras que Sonic seguía golpeando la pelota con una sonrisa divertida.

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En la noche, llegaron cerca de una pequeña gasolinera y afuera estaba un teléfono público. Tom se estacionó y se bajó de la camioneta mientras se ponía una gorra y se bajaba de la camioneta. Cuando se bajó, se acercó a la ventana del asiento del copiloto para informarles algo a Sonic y a Lightning.

—Bien, voy a reportarme con Wade a ver si sabe que sucede.

—¿Vas a ver a Wade en esa cosa de vidrio? ¿Es una caja teletransportadora?— Preguntó con una ceja levantada.

Sonic y Lightning (Oc): La película (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora