¿Quién?

871 123 29
                                    


―Pensé que habías venido para ayudar.

― ¿Acaso no lo estoy haciendo? ―Echidna preguntó con los brazos cruzados.

― ¿Me pasarías entonces la carne que dejé marinando? Está en el refrigerador ―Emiya pidió sin voltearse.

Ambos estaban en la cocina. Era algo usual para Emiya quien normalmente pasaba su tiempo ahí, pero de la nada la suma de Echidna siguiéndolo significaba que la mujer había hecho algo y se estaba ocultando de alguien.

―No serías capaz de hacer que una doncella tan pura se manche las manos, ¿verdad? ―Echidna sonrió cuando escuchó el suspiro de Emiya―. Por supuesto, terminaré primero este libro y luego ayudaré.

―No lo harás ―Emiya replicó.

―No lo haré ―Echidna confirmó.

Las puertas se abrieron dejando que una mujer de pelo naranja y ropas blancas entrase. Echidna vio la sonrisa con la cual había entrado pero al momento de verla, esta se había esfumado.

Boudica si mal no recordaba, Echidna manejaba bien los nombres solo cuando eran de su interés. Era una de las mujeres que pasaba tiempo con Emiya en la cocina, dada la forma en la que actuaba a su alrededor y como estaba alrededor de Emiya, ¿acaso no significaba que había interés?

Entretenido.

―No hagas nada innecesario.

Echidna entrecerró los ojos y frunció el ceño cuando Emiya le comentó aquello sin la necesidad siquiera de voltear a verla o ver que estaba haciendo realmente, fue como si leyera sus pensamientos.

― ¿Acaso el amor es capaz de mostrar los pensamientos de cada uno de manera tan libre? ―Echidna se abrazó a sí misma con el libro en su pecho e hizo un rostro que mostraba emoción.

―Pásame la carne.

―Eh, pero una doncella-

El libro que tenía en mano desapareció.

Echidna parpadeó.

―Si estás en la cocina al menos deberías ayudar.

―Vamos, no puedes obligarme ¿Verdad? ―Echidna se preocupó por el solo hecho de mover cosas pesadas.

―En el tercer estante, lo notarás al instante ―Echidna suspiró antes de ponerse de pie e ir a donde le fue indicado. Al abrir el refrigerador vio un montón de comida, buscó en el estante que le dijo Emiya y al instante en que vio el tamaño del recipiente con la carne solo pudo arrugar el rostro.

― ¡Oye no podré llevar esto! ―Emiya sabía de su constitución o fuerza física patética, no había forma en la que no le hubiera dicho que llevara esto sin más, era obvio que solo quería burlarse.

Lo que no esperó ver fue a Boudica ir a su lado y tomar el recipiente con una mano para caminar hacia Emiya quien le sonrió y agradeció el gesto.

Echidna se quedó quieta delante del refrigerador.

¿Acababa Boudica de hacer algo como eso para burlarse de ella?

...

― ¿No la mimas demasiado? ―Cú comentó viendo como Echidna no había corrido en lo absoluto―, pensé que siendo un mago al menos podría moverse por sí misma.

―Es mejor así ―Emiya no mintió en eso, cargaba a Echidna porque la mujer era lenta, a un nivel que un niño probablemente le ganaría en una carrera.

Y eso incluso como servant.

―Déjalo, está bien que se preocupe ―Echidna comentó haciendo que Emiya levantara una ceja, pero antes que soltara a la mujer y la dejara caer―. Un perro por supuesto que se preocupa por su dueño.

Sabiduría De ImpostorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora