De camino a la guardería, Heil no deja de parlotear con Alek sobre cuál es su color favorito e insistiéndole en que le responda donde vive pero este casi no le entiende y solo me mira suplicante en necesidad de un traductor, pero yo por mi parte solo me río por su mirada de tragedia al ser regañado por una niña de dos añitos por no responderle sus preguntas y solo asentir a cada cosa que le dice sin entender nada.
Nos despedimos de una enojada Heil al dejarle en la guardería y emprendemos camino a mi trabajo. De camino al lugar no evito mirarle de reojo, aunque lleva puesta la misma ropa de ayer, lleva el pelo mojado y aroma a jabón corporal de frutillas, esto no le detiene de mirarme enojado y yo solo reír por mis adentros ya que el no traducirle
lo hice adrede para poder burlarme un rato de él y aborchornarlo con la pequeña. De pronto siento su calidez aún más cerca de mi y veo que se ha movido un poco de su lugar para estar un poco más pegado a mi hombro y en un solo movimiento le tengo sosteniendo mi cuello con delicadeza para tener mi cara frente a él mirando sus labios entreabiertos. Aprieto las piernas por puro instinto, acción que no le pasa desapercibida porque siento como sus orbes grises se oscurecen y me toma por el pelo para acarearme más a él. Entreabro mis labios con anticipación a lo que va a venir en vez de alejarme pero cuando nuestros labios están por tocarse voltea mi cara para luego sentir la calidez que tanto quería sobre mis labios, sentirla sobre mi mejilla.Es un suave rose, tibio, pero aún así logra encenderme queriendo que se olvide de esta faceta tierna que tiene y olvide el espacio que le he estado pidiendo todos estos días atrás y simplemente me haga suya en el vehículo. Dudo mucho que sea psíquico o tenga súper poderes pero me debato en dudarlo cuando parece haber leído mis pensamientos y me ofrece un pequeño rose de labios en los míos. La caricia es igual a la que ofreció en mi mejilla, pero la puedo sentir aún más intensa que la anterior , es como si esa sola caricia enviara ondas eléctricas por todo mi cuerpo.
Me siento caliente.
Toma mi cara entre la palma de sus manos y echándole un vistazo al conductor para asegurarse de que no nos está observando, me ofrece otro beso pero esta vez más extenso y delicioso. Chupa mi labio inferior con suavidad, paseando su lengua sobre ellos y llevo mis manos a su cabello húmedo entrelazándolas ahí mientras me recuesto un poco sobre el asiento y el se monta sobre mi sin dejar caer todo su peso. Poso una de mis manos sobre su cuello mientras que la otra la paseo por sus pectorales, así como el desprende una de mi cabello y la pases por mis pechos, apretándolos. Nos separamos unos segundos para tomar aire pero cuando nos volvemos a besar su celular comienza a vibrar aunque la única atención que le presta es para rechazar la llamada sin tomar en cuenta quién le está llamando aunque segundos después volver a llamarle y esta vez si contesta su teléfono. Es mi turno mirar por el retrovisor al conductor y es cuando nuestras miradas chocan y ambos apartamos las miradas avergonzados.
—no me importa lo que tengas que hacer, te dije exactamente qué es lo que quiero. —reclama por el teléfono a quien le está llamando, con voz grave.
Me acomodo en el asiento aumentando un poco la distancia entre nosotros pero este aún hablando por su celular y la llamada no sea de su agrado, me sostiene por la pierna evitando que me aleje aún más. El resto del camino se la pasa peleando por su teléfono pero con la mirada fija en mi, se le escucha enojado y aunque lleva el ceño fruncido cada que me mira intenta suavizar la mirada a pesar de que poco le sale por la concentración. Al llegar a mi trabajo bajo rápido sin esperar que me abran la puerta y me despido con la mano pero el baja aún más rápido por el otro lado y me detiene antes de acercarme más de tres pasos hasta el local, dice que le llamará luego a quien le está hablando por teléfono y cuelga.
—No te me vas a escapar tan rápido. ¿Así te vas a despedir? —pregunta sosteniendo mi mano. Mis mejillas se calientan porque se que quizás mi compañera ya esté dentro y pueda vernos.
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Nuestro amigo (+18) parte ll
RomanceSegunda parte de "el amigo de un amigo". Llegamos a casa encontrándonos con todos esos sentimientos que creímos o que, mejor dicho, creí haber dejado atrás. Pero es que nunca se deja todo atrás, siempre habrá espacio para que te atrape la oscuridad.