Juntos en un nuevo mundo

Capítulo 04 - el Documental de Orario-el Origen, Primera parte.

Amanecía en Japón, listo para que la producción siguiera su curso y en la mansión Himekawa, todos se preparaban para un día especial, porque ahora tenían un nuevo miembro, solo que harían muchos cambios en su historia para que nadie del mundo supiera que el peliblanco era de un mundo diferente al que todos conocen, la pareja dormía tranquilamente hasta que escucharon llamar a la puerta de la habitación.

Sebastián: señorita Ais, joven Bell, es hora de levantarse.

Ais: despierta Bell, tenemos que ir a desayunar.

Bell: cinco minutos más Kami-sama.

Ais: Bell, vamos a ser padres.

Un método poco convencional pero efectivo, solo con haberle dicho eso, Bell se puso muy nervioso, tanto que empezó a decir cosas como si los miembros de su Familia lo convertirían en trofeo, que Bete se lo comería y sus huesos serian adornos, pero Ais lo calmo y le dijo que era para que despertara de su sueño.

Bell: entonces ¿fue para despertarme?

Ais: si, aun no me siento preparada para ser madre, mas aun, tratando de adaptarme a este nuevo mundo que las personas llaman presente.

Bell: pero Ais, tú has estado mas de un mes aquí y yo apenas conozco este mundo.

Sebastián: señorita Ais ¿está todo bien?

Ais: saldremos en un momento Sebastián.

Sebastián: me gustaría informarle que el señor Himekawa se va a tomar el día libre porque quiere pasar con su familia y porque le tiene algo que mostrarles a todos.

Ais: bueno, dile a padre que saldremos pronto.

Sebastian: tómese el tiempo que desee señorita.

Ais: gracias, Sebastián.

Sebastián: con su permiso.

Sebastián se retiro del lugar, dejando a la pareja solos, tanto Bell como Ais decidieron tomar un baño por turno, solo que Ais le indicaba a Bell como era que funcionaban esas duchas, ya que para el peliblanco todo era nuevo, luego de eso, se puso su antigua ropa, ya que era lo único que tenia para ponerse, ya que no tendría que usar su armadura y en este mundo ya no existían los monstruos.

La siguiente en bañarse fue Ais, quien tenía unas ropas a la medida, Bell no podía dejar de pensar que ahora estaba viviendo con la chica de sus sueños en una misma casa y habitación, pero ya no era en su tierra natal, aunque se sonrojo una vez que la vio desnuda en el rio del calabozo y también temía que lo mataran por verla sin nada de ropa con una cascada de fondo.

Bell: (debo calmarme y no pensar en eso, te maldigo abuelo por convertirme en esto)

Ais: Bell ¿te sientes bien?

Bell imaginando que Ais solo tendría una toalla y que estaba detrás de él, toda húmeda y con la toalla cubriendo su cuerpo, solo tenia que taparse los ojos y no hacer enojar a su novia, ya que no la había vuelto a ver desnuda desde ese incidente en el cual casi lo matan por verla sin nada de ropa.

Ais: ¿Por qué te tapas los ojos?

Bell: no quiero que te enojes conmigo por verte desnuda de nuevo.

Ais: no te preocupes por eso Bell, ya tengo ropa puesta.

Bell: que alivio.

Ais: además, a mí no me molestaría que me vieras desnuda, ya que somos novios, lo olvidas.

Bell: es verdad, lo lamento mucho.

Ais: a parte no me molesto que me vieras desnuda, pero que huyeras de mi me hizo ponerme muy preocupada en ese momento.