Deseo nupcial PARTE 3

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Taylor al hacerse atrás, por accidente activó la alarma del auto, eso era algo que sin duda iba a despertar a sus suegros y sobre todo a sus bebés, no le importaba mucho que todo el mundo despertara, si no que los atraparan en una situación indecorosa y eso podría estar a punto de suceder.

—¡Travis! Apaga esa cosa— se asustó al oír el estruendo.

—Mierda— estaba riendo. —Espera— buscó con desesperación el modo de apagarlo, logrando hacerlo al minuto, quedando con su corazón acelerado por el susto.

—¿Qué es lo que te da risa?, nos va a atrapar, ¿Dónde está mi ropa interior? — se devolvió al lado del asiento de copiloto.

—No sé, creo que la aventé atrás— señaló.

—Travis, por el amor de Dios, seguro ahora viene tu madre bajando espantada a ver qué pasa—

—Ella no se va a dar cuenta si no tienes puestas las bragas, Tay—

—No, no, nunca he estado sin ropa interior bajo un vestido y no planeo que sea hoy mismo— se deslizó a la parte trasera del auto para buscarlos, lográndolo con éxito los encontró y se puso la ropa rápidamente, ella tenía un ligero trauma acerca de sus bragas, no podía estar sin cubrir aquella zona, durante una gira en la era Speak Now un viento fuerte le voló su icónico vestido azul, lo que provocó que todo el público mirara su ropa interior, las cámaras grabando el momento y tomando fotos la dejó marcada de por vida, por fortuna sus bragas eran del estilo de una abuelita, lo que ayudó bastante a que no fuese a parar a las desafortunadas páginas de contenido para adultos, fue un evento que le dio demasiada pena y quedaría grabado en internet para siempre, al menos creía que ya nadie se acordaba de eso.


En la planta de arriba la señora Kelce se levantó de la cama asustada, no sabía si su exesposo se dio cuenta del sonido de una alarma, no estaba segura si había sido un coche o la alarma de la casa, le daba miedo que alguien se hubiera metido y les pudiera hacer daño, era demasiado arriesgado bajar sola, pero lo haría, rezando que no fuese nada malo, se dirigió al garaje, los perros ni siquiera ladraron, a lo mejor no era nada grave, pero de todos modos iría a ver qué pasaba.


Selena también se dio cuenta del sonido y se fue directo a la habitación de los bebés, ellos por fortuna seguían dormidos, no quería dejar que Donna fuera sola, pero tampoco dejar a los niños solos, se asomó a las cunas, ambos dormían tranquilamente, agradecía que no se despertaron, parecía que por fin estaban afianzando su sueño mejor luego de una larga temporada de viajes a muchos países.



—Tengo mi ropa, salgamos de aquí antes que todos se den cuenta— Taylor dijo aliviada en el asiento trasero.

—Será mejor salir, parece que alguien viene— Travis abrió la puerta del auto para salir y luego la de atrás para sacar a Taylor, seguía riendo.

—No rías, nos vas a delatar—

—No pasa nada— reía.

En eso, Donna entró con cuidado, encendiendo la luz del lugar, espantada, pensando en encontrarse lo peor, pero para el alivio de su corazón, era su hijo y su nuera yendo hacia la puerta para entrar a la casa.

—Gracias al cielo son ustedes— mamá Kelce se llevó la mano al pecho.

—Lo siento mamá, se activó la alarma por accidente— dijo riendo.

Swift lo miraba deseando que la señora K. creyera lo que su hijo le decía, sería una terrible vergüenza que imaginara otros escenarios nada apropiados.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora