Capítulo 17

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Después de esa discusión, Gustabo y Jack no se dirigían la palabra, era realmente incómodo compartir la mesa con todos callados, solo mirándose, Freddy no estaba dispuesto a intervenir porque estaba del lado de Conway, y Gustabo por un momento pensó que tendría el apoyo de el, pero al parecer su padre había aprendido a no caer tan fácil en sus berrinches, sobre todo porque estaba por convertirse en un adulto, entendía y con ello, decidió que lo mejor era intentar hacer las cosas solo, por lo que durante un semana, dependió totalmente de su novio e incluso había pasado el fin de semana en casa de ese joven.

Freddy y Conway estaban realmente molestos, no conocían a ese tipo y tampoco sabían cómo estaba Gustabo ya que no respondía mensajes, tuvieron que pasar un fin de semana en vela esperando por señales de vida de su hijo, pero no ocurrió. El lunes por la mañana decidieron que irían a buscarlo después del trabajo, así que fueron a comisaría y realizaron su patrullaje ordinario, ambos estaban en una persecución y todo iba bastante bien, eran una dupla magnífica, pero entonces los atracadores que perseguían les tendieron un bloqueo y el coche patrulla se volcó.

—¡Me cago en mi puta madre! Mierda, mi pierna.

Freddy observo a su pareja, sangraba de la cabeza y tenía la pierna atorada entre el asiento y la puerta, el estaba medianamente y salió del coche arrastrándose por la ventana rota para sacar a su pareja de ahí y tomarlo en brazos.

—¡Déjame aquí! Ve a por esos hijos de puta.

—¿Estás loco o qué? No te voy a dejar neno. —Freddy dejo a su esposo en un lugar seguro y saco su arma para atacar, ya que comenzaron a escucharse disparos. —Son dos, si me acerco me los cargo.

—¡Espera a que lleguen refuerzos!

—No hay tiempo, se van a escapar.

—¡Freddy es una orden!

Freddy gruñó y volvió a su lugar junto a Jack para protegerse de la lluvia de balas, los refuerzos no tardaron en llegar y fue entonces cuando Freddy decidió salir de su escondite ahora que tenía apoyo, disparo hasta reventar a uno y sus compañeros indicaron que habían abatido al otro, Freddy felicito a los alumnos y oficiales y regreso con su esposo para atender su pierna, que al parecer tenía fractura y su cabeza aún sangraba.

—Te voy a llevar rápido a un hospital. Necesito que alguien lleve a Conway al hosp-- ¡Agh!

—¡Freddy!

Desde un edificio, comenzaron a disparar y Freddy se había llevado dos, cayendo inmediatamente al suelo, Jack se arrastró desesperado hasta el cuerpo de su esposo y noto que le habían disparado en un hombro y en la pierna, comenzó a sentirse mareado, seguramente por el golpe en la cabeza, sumando la sangre que brotaba de la herida, intento mantenerse despierto, pero fallo, cayendo inconsciente al lado de su esposo, ahora dependía totalmente de su malla para salvarse.

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Despertó poco a poco, la cabeza le dolía horrible, cuando sus ojos se acostumbraron a la fuerte luz blanca del cuarto en dónde estaba, pudo observar mejor que se encontraba en un hospital, al parecer todo había salido bien y lograron llevarlo a tiempo, soltó un suspiro y luego recordó a su esposo abatido aún lado de el, comenzó a alterarse y giró su rostro para encontrar al lado de el otra cama y Freddy allí recostado con el hombro vendado mirando televisión, sintió su mirada e inmediatamente intento levantarse.

—No te levantes, ¿Cómo estás?

Freddy se sintió más aliviado al escuchar la voz de su esposo. —Me siento de puta madre neno, desperté hace 10 minutos, ¿Cómo te sientes tú?

—Siento que la puta cabeza me va estallar, ¿Cuantos disparos te dieron? Vi dos antes de quedar inconsciente.

—Solo dos, uno en la pierna y otro en el hombro, me cago en la puta madre de Castro, dió orden para que descansemos dos semanas.

—Me importa una mierda las órdenes de Castro, hemos recibido peores golpes.

—Tu si deberías descansar neno, ese golpe en la cabeza me preocupa y no creo que puedas caminar, estás enyesado.

—¡¿Qué?! ¡Hijos de puta! ¡Quitadme está mierda!

La puerta se abrió y Jack estaba dispuesto a reclamar, pero en lugar de eso, era el mismo Gustabo quien se había aparecido y después de cerrar la puerta tras el, rompió a llorar mientras veía al suelo, cuando recibió la noticia de que sus padres estaban heridos en el hospital por un tiroteo, salió de clases y corrió hacia el hospital, no le permitieron entrar pues seguían atendiendo a sus padres, el tan solo espero y pidió al cielo para que estuvieran bien, se sentía tan mal de haber desobedecido sus órdenes e irse de casa dos días, haber peleado con ellos y ahora encontrarlos en esa situación.

Jack soltó un suspiro, al menos sabía que Gustabo estaba bien, Freddy también quería llorar, pues imagino por un momento haber muerto y dejar a su pequeño rubio solo, Conway sonrió por tal escena dramática que ambos se montaban y carraspeó.

—Gustabo, estamos bien, deja de llorar anda y abraza a Freddy.

Gustabo levanto la mirada e ignoro su orden, fue primero a dónde Jack para abrazarlo. —Lo siento, lo siento. . . No debí irme de casa y tratarlos así, perdonadme. —Jack palmeo su espalda y le limpio las lágrimas, Gustabo se alejo de el y fue con su otro padre para abrazarlo. —Creí que morirían, me asusté mucho.

—Tu padre y yo hemos currado mucha mierda anteriormente, esto son cosquillas, ¿Me entiendes?

—El tiene razón, ¡Por eso quitadme está mierda de la pierna! Malditos EMS de mierda, os voy a matar como no me hagan caso.

—Que no son inmortales, estan viejos y necesitan reposo, Castro me lo dijo, así que cuando salgamos de aquí, me voy a encargar de ustedes, mis vacaciones empezaron, así que puedo hacerlo.

Freddy y Conway se miraron, ellos siempre odiaron que los tratarán como enfermos, no lo necesitaban y se negaban a hacerlo, pero Gustabo era mejor que ellos en algo, manipulando a su favor, así que después de mucho llorar, logro que ambos recibieran los cuidados necesarios en el hospital hasta que la médico les diera el alta, en todo el tiempo allí, Gustabo fue muy de ayuda para ambos, les traía de comer, les ayudaba a ir al baño, les contaba historias de la escuela, de su amigo Isidoro y por supuesto, les volvió a pedir disculpas por todo lo que había hecho esa semana sin hablarles, esos días en el hospital les sirvio para arreglar sus indiferencias y aunque no hicieron mención del noviecito del rubio, por supuesto que era un tema que tarde o temprano tocarían.


































Convivencia entre padre e hijo:

Convivencia entre padre e hijo:

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Remin

Misión de padres | FREDDWAY | Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora