Sexo sin Control

Cap XCVII: Mario Sanhueza es un desconsiderado

01 de agosto de 2017

Ha pasado un mes y medio desde que Mario le propuso la idea de que con ella y su sobrina se fueran a vivir a Barcelona. No quiere irse, Javiera es muy pequeña para digerir algo así, y por su parte, ella no quiere estar tan lejos de su familia. Ha sido un mes y medio de difícil convivencia con él, se hablan con frialdad, y lo que más le duele a Sofía es que no celebraron su cumplemés, el pasado 03 de julio cumplieron 10 años y 4 meses de relación. Pasado mañana serán 10 años y 5 meses y quizá ninguno de los dos se diga nada. Siente que el fin de la relación podría estar cerca, hace más de un mes y medio que ya nada es como antes entre ellos. Cae la noche y lo escucha llegar a casa, está sentada en el living viendo las noticias.

-Hola – dice Mario. Sofía no le responde, lo mira y le sonríe de manera bastante forzada, es una sonrisa que irónicamente transmite mucha tristeza – ¿la Javi está durmiendo? – pregunta. Sofía le gesticula una afirmación – Sofi, ¿hasta cuándo vamos a estar así? – le pregunta acercándose a ella y sentándose a su lado. ¿Le dijo Sofi? Hace un mes y medio que ya no le dice "amor", cada día eso le duele aún más.

-No lo sé... hasta que dejes atrás esa estúpida idea de que nos vayamos a Barcelona – dice Sofía sin mirarlo de frente, finge que ve televisión, aunque no se entera de nada.

-Sofía, te he dicho hasta el cansancio que es una fenomenal idea. Mi tío es dueño de una cadena de discotecas allá, trabajo no nos va a faltar, y vamos a ganar mucho mejor que acá, allá el dinero está mucho más valorado. Comprende que Chile no tiene futuro, la vida allá es mucho mejor – dice Mario. Sofía siente tristeza, mientras más maravillas dice de Barcelona y su tío más se convence de que nada le hará cambiar de parecer.

-¿Sabes qué es lo que no tendría futuro allá? Mi vida, pa' ti la idea de estar con tu tío y un par de conocidos que tienes allá es "fenomenal", como dijiste recién. ¿Pero pa' mí? ¿Te has puesto a pensar en mí y la Javi siquiera por un momento? – pregunta Sofía frustrada.

-De eso se trata, de empezar de cero, una nueva vida, nuevos amigos, nuevo ambiente...

-No... ¡No! ¡No! ¡No! ¡Nada de eso! ¡Córtala con esos argumentos! Has estado al lado mío desde que nos conocimos, desde que la Javi nació, desde que estamos juntos hace más de 10 años, y esta idea que tienes por alguna razón se te ha metido entre ceja y ceja, ¿por qué es? ¿Cuándo me lo vas a decir?

-Ya te lo he dicho, porque quiero empezar desde cero, irme de este país de mierda.

-¿Por qué? ¿Qué hay acá que te atormenta tanto?

-Nada, solo que necesito un cambio de aire, eso es todo.

-¿Te vas a ir igual?

-Sofi, me quiero ir contigo.

-Contéstame... si yo te digo que no ¿te vas a ir igual?

-Ustedes son mi familia.

-Te vas a ir igual, ¿sí o no?

-Sofi... – Mario le toma su mano – erí' lo más importante que tengo en la vida.

-Mario, te conozco hace más de 13 años. Este año has estado bastante raro, te has puesto más distante, te noto más nervioso. Dime de una vez... ¿qué pasa?

-No quiero perderte.

-¿Perderme? ¿Qué podría pasar pa' que me perdieras? La única manera de que pasara eso es que te fueras tú solo a Barcelona. Eso no va a pasar, ¿o sí? Te lo vuelvo a preguntar – dice Sofía. Mario no le responde, a cambio le da un beso apasionado, es un beso que Sofía disfruta, pero a la vez le angustia, durante las últimas semanas no deja de tener la sensación de que su relación con Mario está en su recta final.

-¿Tú me seguí' amando? – pregunta Mario.

-Pero ¿cómo me preguntas eso?

-Te pregunto, ¿tú me seguí' amando?

-Tú sabes perfectamente que te he amado desde el día que te conocí, ese inolvidable primer día de clases del 2004 en que te sentaste al lado mío y te presentaste de manera formal, modalidad a la que yo no acostumbraba. En el colegio siempre fui muy tímida y de muy pocos amigos, la Miriam y tú fueron por lejos las mejores compañías que tuve en esa época y que sigo teniendo hasta ahora. Obvio que te sigo amando Mario Sanhueza, mírame cómo me has tenido todo este tiempo, triste... nerviosa... con incertidumbre... preocupada... desde que me dijiste que te quieres ir a Barcelona no he dejado de tener la sensación de que nuestra relación está por terminar, ¿cómo no te das cuenta de lo mucho que he sufrido con todo esto?

-Toda la vida he soñado con irme a vivir a otro país Sofía, toda la vida.

-¿Y por qué no me lo dijiste cuando empezamos a pololear o cuando nos conocimos? Si me lo hubieras dicho habría sabido que no tenemos el mismo norte, que no buscamos lo mismo, y así hubiéramos seguido siendo amigos mejor. Pero no lo hiciste. Insisto, llevamos más de 10 años juntos y has sido como un padre para la Javi, y yo como una madre. La Fran desde el cielo está mirando orgullosa lo bien que hemos cuidado a su hija, y se debe estar revolcando en su tumba al ver la idea que estás teniendo.

-No me parece respetuoso de tu parte que metai' a la Fran en esto, una vez le dije que me quería ir del país y ella me dijo que compartía esa idea – dice Mario. Sofía no puede creer lo que escucha.

-¿Me estás hablando enserio? ¿De verdad esa idea de irte del país se la dijiste a la Fran y conmigo jamás la compartiste? ¿Por qué mejor no pololeaste con la Fran en lugar de pololear conmigo? ¿Sabes...? Lo que me acabas de contar me confirma la teoría que tengo que tú jamás has querido admitir... siempre la quisiste a ella. ¿Verdad...? Por eso jamás pololeaste conmigo mientras ella vivía – dice Sofía al borde de las lágrimas – siempre lo niegas, ¡ya no lo niegues más! ¡Acepta que si jamás hubiera muerto te hubieras quedado con ella! ¡Yo no soy más que tu miserable premio de consuelo! – dice alterada, ya no contiene las lágrimas.

-¡Cállate Sofía! ¡Vai' a despertar a la Javi! Estai' hablando puras falacias, yo siempre te he amado, desde antes que muriera la Fran.

-¿Entonces por qué no me pediste pololeo antes? ¡Dímelo!

-¡Cálmate por favor! Me sentía muy pendejo pa' pololear.

-Jah, ¿muy pendejo? ¡Eres un miserable! ¿Tuviste algo con mi hermana antes que muriera?

-¿Perdón?

-No te hagas ni el sordo ni el sorprendido y respóndeme, ¿tuviste algo con mi hermana antes que muriera? – reitera la pregunta Sofía.

-Obvio que no, ¡corta tu hueveo! ¡Estai' llegando demasiado lejos!

-Igual te gustaba, ¡asúmelo!

-¡Mentira! – la discusión entre Mario y Sofía escaló a un nivel en que ninguno de los dos notó que Javiera llevaba más de un minuto escuchando todo.

-¡No peleen! – dice Javiera sollozando – no peleen por favor... y dejen a mi mamá descansar tranquila – tanto Mario como Sofía sienten gran culpa de que Javiera haya escuchado la discusión y la alusión que hicieron a su difunta madre.

Esa misma noche hubo una tregua entre Mario y Sofía, ambos hicieron el amor y este encuentro concebirá un bebé en el vientre de Sofía, bebé que a los 3 meses de embarazo lamentablemente perderá.

***