Alfa y sigma (Chaelisa)

Dos

Tres meses después.

Rosie, ¿Como te sientes?- Pregunta Joy intrigada viendo a su amiga.

-Normal, y deja de verme tanto.- Gruñe Rosé.

-Oh vaya, creí que tendríamos al cachorro pronto.- Dice con decepción la pelinegra.

-Aun no tengo la cita con el médico, quería hacerme una prueba casera así veré si funciono.-Dice la rubia.

-Pues deberíamos ir a comprarla, ¿irás al despacho hoy?- Pregunta Joy.

-No, hasta que tenga mis resultados, iré.-Responde Rosé.
-¿Y tu?

-Yo no tengo casos y mi socia me necesita, ahora andando entonces, ¿Vamos en tu auto?- Pregunta Joy distraída en el móvil.

-Si, apresúrate.-Ordena Rosé y Joy casi ríe de su amiga, una sigma exigente, claro que ella no necesitaba un alfa, esa sigma parecía un alfa.
Las chicas salen del lugar y van a la farmacia, Rosé nerviosa ve la prueba dar positivo.

-Joy, ¡Es positivó!- Grita la sigma, y Joy sonríe emocionada, Rosé estaba feliz, pero se dio cuenta de algo, estaba compartiendo la emoción de tener un cachorro con su mejor amiga, la que se iría en unos minutos al trabajo.

-¡Felicidades Rosie! ¡Ya quiero ir a comprar cosas para el cachorro, rayos cuando se entere Hyeri!-Dice emocionada Joy, Rosé sonreía hasta que recordó a sus padres, ¿Como tomaría la noticia su padre un alfa conservador? Pensaba nerviosa y preocupada la rubia, ¿Y su pobre y temerosa madre omega? No lo tomarían bien.
-¿Todo bien Rosie?- Pregunta Joy.

-Si, solo pensaba en mis padres.- Dijo Rosé sentándose y luego pensó en su hermana, Alice también era sigma solo que a diferencia de ella, ella se había emparejado con un omega.
-Y Alice.- Continúa Rosé.

-Tranquila Rosé decidiste bien, tu quieres una familia a tu manera, o podrías buscarte una omega que cuide a tu cachorra.- Se burla Joy, Rosé solo muestra media sonrisa.
-O también puedes buscar al alfa que te preño.- Se vuelve a burlar pero su risa se quita cuando escucha gruñir a la sigma.

-No es gracioso, ademas a mi ningún alfa me preño, en todo caso yo sola lo hice.- Gruñe Rosé, analizando su situación.
-¡Rayos no pensé en todo lo que implicaba esto!- Se queja Rosé.

-Yo te lo intente decir, pero como toda sigma no escuchas, solo gruñías cuando intentaba hablar.- Se queja Joy escuchando el gruñido de su amiga.
-Un ejemplo de lo que digo.- Dice Joy dejándose caer a lado de su amiga.
-Cariño, si me gustaras un poquito, créeme que intentaría ser tu omega para ayudarte, pero mi loba te rechaza con todas sus fuerzas, te acepta como amiga, pero nada más.- Dice Joy jugando con la mano de Rosé.

-Tu loba me provoca náuseas.- Responde Rosé ganándose un golpe con un almohadón.

-¿Sabes que todo estará bien? No estás sola, soy una simple omega, pero estoy para ti.- Dice Joy consolando a su amiga y Rosé solo asiente.

-Llamaré a mi madre y espero no responda para avisarle que será abuela en el buzón.- Se burla Rosé.