Inquietudes detectivescas

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- Ahhhhhhhh... -Un suspiro desesperado resuena con fuerza en la habitación del consejo, pero esta vez, no provenía del desaliñado chico emo. No, ahora quien ocupaba su lugar, tumbada boca arriba en el sofá, lloriqueando como una niña que no quiere recoger su cuarto, era la pelirrosa.- No entiendo naaaaaadaaaaaaaaaa... -Exclamó todavía más alto, con tal de llamar la atención de la única otra persona en la habitación.

- Fujiwara, si tienes tiempo para quejarte, podrías ayudarme a ordenar estos documentos -Kaguya habló de manera recatada y cortés, pero con suficiente firmeza como para dejar en claro que estaba harta de escuchar los suspiros y quejidos de su "mejor amiga", mirándola con reproche mientras estaba de pie al lado del escritorio del presidente, ordenando unos papeles para ayudar al presidente.- Además, llevas así todo el día, ¿se puede saber que mosco te picó?

De manera desinteresada, sutil y discreta, Kaguya había lanzado su pregunta como una flecha, volando a través del aire, justo al centro de la diana. Una pregunta cuidadosamente elegida para conseguir el chisme que las tuvo a ella y a Hayasaka toda la noche con la duda en la cabeza, ya que, cuando intentó preguntarle al propio Ishigami sobre la cita del día anterior, el sólo respondió:

"No fue muy bien, pero mejor te cuento mañana, estoy en medio de algo..." Ese fue su mensaje, con puntos suspendidos incluidos para hacerse el dramático.

"¡MALDITO!" Pensó la vicepresidenta furiosa al ver esas ambiguas palabras "¡De seguro que solo vas a pasar la noche jugando videojuegos toda la noche! ¡Al menos dime el resultado de nuestro plan, ¿Qué no somos aliados, Ishigami?!"

Aunque ahora la pelinegra aparentaba ser como un estanque oriental, tranquilo y calmado, en realidad está ocultando su furioso deseo de enterarse de cada detalle de la salida por helado que tuvieron sus compañeros, pero entre los quejidos de Fujiwara y el secretismo de Yu, no podía leer para nada la situación. ¿Habían fracasado? ¿Habían ganado? Si Ishigami fracasó con uno de sus planes, ¿Significaría eso que ella también fracasará en conseguir el amor del presidente?!

Todas esas emociones de duda, rabia y coraje, las acumuló en una mirada asesina a la pelirrosa que se encontraba revolcándose en el sillón como un cachorro en la hierba.

"¡Rayo de la muerte: modo Shinomiya!" 

Sus ojos escarlata se clavaron con todo su desprecio sobre la chica del moño, que de inmediato sintió un fuerte escalofrío que la hizo levantarse de su letargo de un respingo, incorporándose en el sillón mientras dirigía sus ojos hacia en la dirección de su amiga, quien seguía "tranquilamente" acomodando papeles.

- P-por un momento sentí un intenso deseo de sangre... -Con la piel de gallina y la boca temblorosa, la jovial muchacha se abrazó a si misma.

- Debió de ser el viento, ahora, si no vas a ayudarme, por lo menos responde mi pregunta, ¿Qué es lo que te tiene tan desanimada? -De inmediato, la heredera Shinomiya regresó la atención justo a donde ella quería.

- Es que no estoy entendiendo nada... ¿Será que Chika Fujiwara, la grandiosa "Detective as" finalmente encontró un caso demasiado complicado para su intelecto? -La pelirrosa se cruzaba de brazos mientras tuerce la boca en un puchero infantil, suspirando una vez más.

"Para empezar, nunca he oído a nadie además de ti llamarte de ese modo, y segundo, no se necesita demasiado para sobrepasar tu intelecto..." Le regañó internamente, manteniendo su compostura como si fuera una muñeca perfecta e impoluta.

- ¿Por qué dices eso? ¿Pasó algo malo ayer o...? -Con cada boba divagación de Chika, se le volvía más y más complicado a Shinomiya el mantener su carácter tranquilo; además de que, a diferencia del resto de sus vulgares compañeras, no podía simplemente preguntar directamente por Ishigami, ella debía demostrar sutileza y clase, por más tentador que fuera tomar a Fujiwara del cuello y sacarle las respuestas DE UNA BUENA VEZ.

Enamorado de una cabeza huecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora