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Las flores que estaban a tus pies estaban llenas de color y vida; algunas más grandes que otras, otras con sus pétalos más pequeños y desaliñados, y, aún así, no dejaban de ser tan hermosas y brillantes bajo la luz del sol.

Lentamente te agachaste cuando vislumbraste una linda mariposa volando sin ningún destino aparente, solo dando vueltas en círculos, casi como si para eso hubiera sido hecha.

Con gentileza levantaste tu mano para que el pequeño ser vivo se asentara en tus dedos. Y quizás, viendo tu falta de animosidad, no hizo falta para que la criaturita se posara sobre tus delgados dedos.

Sonreíste apreciando el azul brillante de sus delicadas alas. La mariposa se entretuvo en tus dedos por unos momentos antes de salir volando.

Te levantaste de donde estabas mientras mantenías la sonrisa que ahora se había vuelto juguetona. Diste un paso, lista para seguir al hermoso insecto antes de detenerte para voltear a ver a tu madre.

Tsunade, la diosa de la agricultura y la fertilidad, aún se encontraba en el mismo lugar de antes, viendo al extraño árbol que se negaba a dar sus frutos. Supusiste que el joven manzano estaba haciendo un berrinche, otra vez.

Tu madre te había dicho que no te alejaras de ella por ningún motivo, y, a pesar de que le prometiste que no lo harías, tus pies comenzaron a moverse por sí solos tomando una velocidad considerable para alcanzar a la mariposa que había llamado tu atención.

Sin darte cuenta, te encontraste adentrándote en la espesura del bosque. Tus pies se detuvieron brevemente cuando te encontraste frente a un pequeño arroyo. Soltaste una risita mientras comenzabas a saltar las rocas que sobresalían del cuerpo de agua para luego continuar tu búsqueda de la mariposa.

El azul brillante llamó tu atención, haciendo que corrieras hacia donde creías haberlo visto. Cuando llegaste al lugar, te percataste de algo que hizo que te detuvieras: no había rastro de la mariposa.

Soltaste un suspiro resignado y, antes de que te encaminaras afuera del valle al que habías llegado, algo llamó tu atención.

Era una rosa, la única que estaba en el valle. Era completamente blanca, sin ningún otro color a la vista que manchara su imagen pura e inocente.

Te acercaste a ella mientras te agachabas para contemplarla más de cerca.

Era bonita. Muy bonita, de hecho.

Quizás a tu madre le gustaría.

Después de todo, a ella siempre le ha gustado mucho mantener las cosas bonitas cerca de ella.

Acercaste tu mano prístina, lista para arrancarla de la tierra. Y justo cuando estabas cortando delicadamente el delgado tallo para mantenerlo perfecto, una presencia detrás tuyo te detuvo abruptamente.

Soltaste un suave suspiro de alivio cuando volteaste y no viste nada por lo que alarmarse, pero un jadeo de terror escapó de tus labios cuando volviste a tu posición original y viste a alguien frente a ti.

Se trataba de un ser completamente cubierto con una capa negra. Y antes de que lograras tan siquiera pararte para salir huyendo, esa cosa se abalanzó sobre ti.

Lo único que lograste hacer antes de perder la conciencia fue gritar por tu madre y rezar para que ella te haya escuchado.

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•°. 𝓟𝓛𝓐𝓨𝓛𝓘𝓢𝓣 .°•
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Demons
Never Let Me Go
So this is love
Running Up That Hill
Spirit away
Je te laisserai des mots
Luna
Nocturnal waltz
What you won't do for love
Young and beautiful
Put your head on my shoulder
I love how you love me

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𝑮𝒓𝒂𝒏𝒂𝒅𝒂 | 𝑼. 𝑰𝒕𝒂𝒄𝒉𝒊 | SPAWhere stories live. Discover now