Doce

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El mesero que pasaba frente a las chicas ofreciendo copas, Lisa de inmediato la acepta.

-No lo bebas de un trago.- Le dice Rosé entre dientes a la alfa.

-Estoy bien.- Le gruñe Lisa

-¡Mamá, papá!-Saluda Rosé a sus padres que sonríen al verla.

-Rosie querida que bien que lograste llegar a tiempo.- Saludan los padres de Rosé para luego ver a Lisa, una alfa que imponía y se notaba que era una alfa importante.

-Lalisa Manobal, llámenme Lisa por favor, salgo con Rosé y soy la otra madre de su cachorro.- Saluda Lisa, y Rosé quiso buscar una copa, de no ser por su estado habría tomado dos

-¡No puede ser!-La madre de Rosé grito fuerte y emocionada y salta a abrazar a Rosé y a Lisa.
-¡Me hacen tan feliz, vengan quiero que conozcan a varias personas.- Dice la mujer mayor apenas dando oportunidad de hablar al padre.

-Tu madre tomó bien la notica.- Dice Lisa después de beber otra copa.

-Deja de tomar, por favor, no quiero que vayas a hacer algo vergonzoso frente a mi familia.- La regaña Rosé sería, al fin se habían logrado escapar de los padres de la rubia que orgullosos las presentaban con todos sus amigos.

-Oblígame.- Lisa iba a continuar cuando ve el rostro rojo de la sigma, decide no hacerla enojar más.
-¿A que hora nos vamos? ¿Ya viste la hora?- Se queja Lisa viendo que ya era de madrugada.

-Tu fuiste la que te invitaste a este evento.- Le dice Rosé, la castaña no podía objetar.

-Chicas, todos se están retirando, y ya es muy tarde para que vuelvan a casa, Rosie, ¿porque no se quedan  en la casita?.-la casita era una habitación que tenían en la propiedad, solía ser un granero y luego la prepararon para ser la habitación de Rosé cuando quería sentirse independiente, y la madre de la rubia no quería dejarla ir de casa porque la consideraba muy joven, por lo que decidió adaptar ese granero como una habitación con refrigeración una estufa y una pequeña sala, y después pasó a ser  casa de huéspedes, para que los invitados de la familia se quedaran en un lugar más cómodo y privado.

-No madre yo puedo conducir.- Le responde Rosé mientras Lisa se recargaba en la rubia.

-¡De ninguna manera jovencita! Hay mucha niebla y en tu estado y con Lisa que apenas se puede poner de pie!- Interviene el padre de Rosé firme que no le queda más que aceptar.

-Bien, nos iremos a la casita, pero, mañana nos vamos temprano, Lisa y yo tenemos muchos pendientes.-Les dice la rubia viéndolos molesta por obligarla a quedarse, mientras intentaba llevarse a Lisa casi en brazos.
-Alfa tonta, ¿Como se te ocurre embriagarte en casa de personas que no conoces?- Reclama Rosé y Lisa solo sonríe.

Alfa y sigma (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora