ᵏ ⁱˢ ᶠᵒʳ ᵗʰᵉ ᵏⁱᵈ ⁱⁿ ʰⁱᵐ

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Ocho meses.

Fueron tal vez los ocho meses más interesantes y emocionantes en la vida de ambos.

De hecho ninguno tenía idea de cómo habían durado tanto tiempo siendo amigos muy cercanos.

Nine no murió esa noche que visitó al pirata como esperaba, incluso termino cayéndole bien a toda la tripulación y acordaron otro encuentro tan pronto se pudiera.

Fue una sorpresa terminar siendo tan bien recibido e incluso hasta algo querido.

Sails tenía la razón, al fin y al cabo solo necesitaban darle una oportunidad para ver con sus propios ojos lo reformado que estaba.

En efecto, Nine ya no era ese villano que alguna vez fue, Nine era un zorro como tantos otros zorros que ya podía vivir normalmente.

Era complicado para el mostaza salir de New Yoke, pero eso no le impedía a Sails ir a visitarlo todas las veces que quisiera.

Los pequeños presentes por parte del amarillento no se hicieron esperar, a veces flores, otras veces dulces pero principalmente herramientas y tornillos.

Después de todo, quería que le fueran útiles más que un simple adorno. La mayoría de estas estaban llenas de stickers y lazitos.


Era un detalle lindo.

Las charlas casuales por chat se volvieron horas y horas conversaciones graciosas y hasta profundas.

Cada día que pasaba ambos no hacían más que reafirmar sus sentimientos por el otro, ya estaban casi listos para dar ese siguiente paso.

¿Pero como hacer está petición tan importante de la mejor forma para ambos?

Claramente quien tenía mayor iniciativa era Sails, así que esté era el más preocupado por llegar al momento en cuestión.

Era ya muy claro que ambos corazones se habían sincronizado para latir por el otro, esas miradas y sonrojos no eran mera atracción.

Finalmente estaban seguros de su amor profundo después del enamoramiento inicial.

No había duda, ni una pizca de titubeo en el aire.

Solo tenían que darles una situación propicia y lo demás sería pan comido.

Pidió ayuda a todos los que conocía, desde Sonic hasta Rusty Rose, pero ninguno le daba una respuesta que lo dejara satisfecho.

« Invitalo a cenar en un restaurante fino »

Pero a Nine no le gustaba la comida que servían por ser tan ridículamente pequeña.

« Llévale un ramo de girasoles en cada mano »

Pero a Nine le gustaban los narcisos, no los girasoles.

« Vayan a un parque de diversiones »

Pero Nine prefería un lugar más privado y sin tanto bullicio.

« Cómprale diez chilidogs »

Pero Nine prefería cortarse la lengua antes que comer uno.

𝙋.𝙐.𝙉.𝙆. 𝘽𝙤𝙮 ,, ˢᵃⁱˡⁱⁿᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora