tengo que admitir que no me gustan este tipo de historias (sobre t/n) pero mientras veía María de todos los ángeles, dije, y si hago una historia del chino , eh de confesar que de niña mi crush siempre fue el chino, entra y lee tratare de que no de...
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Temp 2
Han pasado 3 años desde que el chino y yo somos novios, 3 años desde que María esta en coma hasta el momento solo nos queda la esperanza de que algún dia despierte.
Durante este tiempo han cambiado muchas cosas así como hemos cambiado el chino y yo, ahora tenemos 16 y 17 y estamos a nada de entrar a la preparatoria.
Nuestro aspecto cambio, el es mas alto, 1,76, su cabello creció, se hizo una perforación en la oreja, entre otras cosas. Por mi parte creci solo un par de centímetros y me estanque en el 1,53, corte mi cabello, me hice flequillo y lo pinte de color rojo. También me hice perforaciones, ya que fuimos juntos por nuestro 2 año de novios, me hice el snake bites junto al de la lengua.
Poco despues del acontecimiento de María nos tuvimos que mudar pues derrumbarian el edificio, lo bueno es que estos departamentos son mas grandes.
Justo ahora estamos en una misa para María, misa que organizó doña lucha esta misma paso a dar la primera lectura sobre un tal san hipoclorito arcangel. Desde hace tres años decía que el agua con cloro dejo impreso un angel el en burro de planchar donde recostaron a María aquel trágico dia.
La misa terminó y doña lucha fue a hablar con el padre y nosotros nos iríamos a comer. Salimos de aquella iglesia, iba aun lado del chino con nuestros brazos entrelazados mientras el acariciaba y sostenía mi mano.
- No saben cono le agradezco a su madre por hacer esta misa para mi María, sin ningún interés de por medio.- confesó don carmelo.
- Si don carmelo, luchita a cambiado tanto desde lo de María, ya no es la misma vieja andrajosa.- declaro rosa ganando una risa de parte del chino.
Aprete un poco su mano para que callara pero rosa le pego con su bolso.
- Bueno nos vemos chicos, hasta luego hijo.- se despidió don carmelito de albertano quien estaba sobre una lapida.
- Hay albertano, estas mas triste que el gatito.- digo poniendome aun lado de rosa.
- ¿Cual gatito?.- me pregunto mientras posaba su brazo por sobre los hombros del chino, quien se sento a su lado.
- Pues un gatito de un poster que vimos en el metro, vea cuñis.- hablo rosa.
- Si.- dije. - Ya olvida a María.- sugerí.
- ¿Que no entiendes? Ella me salvo mi vida, mas sin en cambio yo no pude hacer nada por ella.- dijo soltando lagrimas y dando un golpe a la lapida de concreto soltando un quejido de inmediato.
- Hazle como yo, mira la chancla que yo tiro no la vuelvo a levantar.- dijo dando pisadas fuertes en el piso. - ¿ Vamos a los caldos de gallina?.-
- No, vayan ustedes yo no tengo animos de gallina.-
- Hay albertano desde que ya no comes te estas poniendo ñango, ojeroso, flaco, ¿y como se dice?.- pregunto rosa.
