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-Señorita Fernandess-
maldita sea
nadie pronuncia bien mi apellido

- ¿Quiere compartir con la clase la emocionante conversación multimedia que está usted teniendo?- me regaña Mr. Lawson señalando el teléfono que tenía escondido en el jersey.

-No señor, Lo siento- me disculpo apretando los dientes.

-váyase a la sala de castigados y desconecte sus aparatos si no quiere verlos confiscados.

Guardo mis cosas en la cartera de GAP, me aliso la falda y salgo del aula, sintiendo la mirada de todos mis compañeros en la espalda.

Resoplo agarrando con fuerza las correas de la mochila y me dirijo con paso firme a la sala de expulsados.

Una vez delante del cartel que anuncia el aula, mi determinación flaquea, es la primera vez que entro, lo que significa una mancha en mi expediente.

Mientras realizaba mi debate interior la puerta se abre y me golpea, haciendo que caiga.

-vaya vaya, una novata- comenta la chica que salió.

Me quejo mientras me sobo la rodilla con la que paré la caída.

-no te había visto antes por aquí- continúa diciendo.

Me tiende una mano y me ayuda a levantarme.
La observo mejor. Es alta con varios pircings decorando su cara, el pelo largo y rubio cobrizo con varias mechas azules.

Definitivamente no es el tipo de chica con el que me juntaría.

-Soy Park- saca un cigarrillo y lo enciende- bienvenida al paraíso del aula de los castigados.

-soy Luanna- arrugo la nariz intentando no respirar el humo que desprendía.

Sonríe de medio lado y se marcha sin decir nada más.

Un poco confusa, me vuelvo a alisar la falda y entro.

La sala está recubierta por una multitud de posters educativos, ya estropeados por el tiempo, los adolescentes se encuentran desparramados por toda la clase, ninguno junto a otro, realizando diversas actividades, como fumar o mandar mensajes.
¿Y el profesor?
Dormido plácidamente en su silla.

Camino insegura hacia él, varios chicos se giran para mirarme. Unos me lanzan miradas interrogantes, otros, de odio, como la rubia oxigenada del fondo.
Llego a la mesa.
Esto es incómodo.
Carraspeo.
Nada.
Voy a darle un toquecito cuando una mano me para.
Miro a quién me la ha sujetado. Es un chico, parecido a Park, rubio con varios pircings.

-¿Estás loca?- su voz desprende un odio bastante palpable.

Le miro confusa.

-Es una novata Chase, relájate- dice uno de los chicos del final.

Suelta mi mano.

-no le despiertes, nos beneficia a todos- dicho esto vuelve a su sitio y se coloca los auriculares tranquilamente.

Insegura, hago lo que me dice y me siento en una de las mesas más apartadas de la gente.
Saco el teléfono y miro Whatsapp.

Ryan: ¿Te pillaron?

Imbecil.
Por su culpa estoy en esta situación. Desde que decidió crearse whatsapp no hemos parado de hablar.
Una sonrisa se me escapa.
Tonta.

Luanna: Por tu culpa estoy en el aula de expulsados T^T.

El móvil vibra.

Ryan: uy, ya te compensaré *-*

can't buy me, loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora